El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, pidió disculpas a su manera en una entrevista concedida a El Partidazo de la Cope después de calificar a la Real de "mamarrachos" tras la disputa de la vuelta del play-off de ascenso a Segunda División e, Zubieta. Primero quiso diferenciar el trato de la afición de la Real con el de su directiva: “Fuimos muy bien recibidos por parte de la afición donostiarra. Nos atendieron tan-tan bien que hasta en la previa tuvimos la oportunidad de estar con los padres de los jugadores del Sanse. Incluso tomamos algo con Andoni, el padre del capitán. El trato de toda la gente fue maravilloso hasta que nos ubicaron donde nos ubicaron y empezó a pasar lo que no tenía que haber pasado en un club que tiene la trayectoria y la historia de la Real Sociedad”.
El primer edil siguió justificándose a su estilo y tampoco dio marcha atrás con el tuit que escribió en el que llamó “mamarrachos” a los dirigentes realistas: “El tuit lo puse en un momento determinado por las circunstancias añadidas que estuvimos pasando allí y si no lo llegó a escribir así no me hubierais llamado. Nunca he pretendido ofender a la afición, me refería a la directiva”.
No tardó en volver a la carga con lo sucedido el domingo en Zubieta, con la grada que estrenó la afición del Mérida que era la única forma en la que podía tener representación al no haber más espacio: “Es indigno lo que pasó. Es un sitio que no cumplía la normativa porque hasta había piedras y ganchos. Menos mal que no somos una afición violenta. Tampoco había asientos. Había que poner evidencia lo que estaba pasando porque no tiene sentido lo que nos hicieron. Ya no hablo de la cuestión deportiva, me refiero a que en esa grada había abuelos con sus nietos y mujeres que se había desplazado 800 kilómetros”.
Solo escuchó algunos gritos
El alcalde también demostró tener una capacidad auditiva selectiva al afirmar que recibieron insultos desde el otro fondo cuando fueron muchos los socios realistas que se mostraron molestos por los cánticos y las faltas de respeto a los canteranos, todos menores de 23 años, por parte de un sector de la grada visitante: “Nosotros hemos estado en esa grada aguantando insultos graves y nos hemos aguantado. Nosotros a la afición no les insultamos”.
Por último, volvió a insistir en sus disculpas a la parroquia txuri-urdin, a pesar de decir de paso que les insultaron y de haber llamado mamarrachos en su tuit a la Real, lo que calificó de anécdota: “Lo grave es que nosotros se nos ha tratado como en los campos de tierra de la Liga de Preferente y esto no es digno de unos play-off de ascenso a Segunda División. Si este es el fútbol que queremos promover y defender, me parece que dista mucho que desear. Si no queremos quedar con esa anécdota, pues vale, pero lo importante es el trato que han recibido los 400 aficionados del Mérida”.
Y no contento con eso, todavía quiso explicar su insulto: “Me refiero a ellos como mamarrachos porque es un ridículo el que han hecho con una afición”.