La final de la Copa del Rey el próximo sábado en La Cartuja contará con diversas particularidades. De ellas, la principal residirá en el tiempo transcurrido desde las semifinales hasta su disputa. En total, poco menos de trece meses, período durante el que camino recorrido por Real y Athletic en la Copa 2019-20 ha caído prácticamente en el olvido. ¿Cómo certificaron txuri-urdin y rojiblancos sus billetes para Sevilla? Los realzales recuerdan pasajes como los vividos en el Bernabéu o en Miranda. En la memoria de la afición del Athletic permanecen frescos la victoria ante el Barça o el gol de Yuri en Granada. Pero las sendas de ambos conjuntos resultó mucho más larga que todo eso.

Tuvieron sus respectivos puntos de inicio a mediados de diciembre de 2019, tras un sorteo novedoso por ser el primero con el actual formato de competición. Quedaron emparejados con rivales de Tercera División: la Real, con el Becerril; el Athletic, con el Intercity de Alicante. Los campos de ambos adversarios cedieron el testigo a estadios más grandes para la celebración de la eliminatoria. Así, el feudo del propio Becerril fue sustituido por La Balastera de Palencia, capital de su provincia. El Intercity, mientras, recibió a los vizcainos en el Martínez Valero de Elche.

En el siguiente infográfico podrás volver a ver los resúmenes de los partidos de la Real, desde Becerril hasta Miranda de Ebro:

Los partidos apenas tuvieron historia, y se saldaron con cómodas victorias visitantes. La película se repitió en la segunda ronda de la competición, que tuvo lugar en el segundo fin de semana de enero. Correspondieron de nuevo contrincantes de Tercera División, el Ceuta a la Real y el Sestao al Athletic. Creció algo el nivel de dificultad, sobre todo en el caso de los txuri-urdin, pero no hubo apuros para avanzar hasta los dieciseisavos de final. Entonces sí, el camino de ambos clubes apuntaba ya a presentar escollos más importantes.

La mencionada ronda de dieciseisavos y la de los octavos presentaron tónicas diametralmente opuestas para Real y Athletic. A los txuri-urdin les tocó disputar ambas eliminatorias en Anoeta y contra rivales de Primera División, Espanyol y Osasuna. A los rojiblancos, mientras, les correspondió jugarlas a domicilio y contra equipos de Segunda, Elche y Tenerife. Los de Imanol Alguacil solventaron los partidos con claros triunfos. El Athletic, por su parte, superó ambas confrontaciones en tandas de penaltis, después de sendos empates. Especialmente meritorio fue el pase del cuadro vizcaino en Tenerife, donde perdió por expulsión a Herrerín en el primer minuto de juego.

La cosa se puso muy seria para ambos finalistas en la eliminatoria de cuartos. Si el Athletic tuvo mala suerte en el sorteo, ya que le correspondió recibir al Barcelona, más esquiva aún le resultó la fortuna a la Real. Los guipuzcoanos tuvieron que medirse a otro coco, el Real Madrid, con la dificultad añadida de tener que visitar el Santiago Bernabéu. Aquel jueves 6 de febrero, sin embargo, quedó para la posteridad al coincidir los triunfos de los dos equipos vascos. En un duelo que arrancó a las siete de la tarde, la Real asaltó Chamartín. Dos horas después, el Athletic apeó al Barcelona gracias a un autogol de Sergio Busquets en el descuento.

A la mañana siguiente, la Ciudad Deportiva de Las Rozas albergó el sorteo de las semifinales. El morbo de un posible derbi quedó momentáneamente disipado cuando la Real quedó emparejada con el Mirandés y el Athletic con el Granada. En los partidos de ida, jugados ambos en Euskadi, txuri-urdin (2-1) y rojiblancos (1-0) ganaron por la mínima. La vuelta se disputó transcurridas tres semanas, ya en marzo. Y, mientras la Real tiró de oficio en Anduva (0-1) para clasificarse sin sobresaltos, el Athletic tuvo pie y medio fuera de la final en el Nuevo Los Cármenes. El Granada llegó a remontar la eliminatoria con dos goles, hasta que un tanto de Yuri confirmó la histórica circunstancia. Habría derbi en la final. Un derbi que llevamos más de un año esperando.