Quince días se hacen muy largos cuando ves encima tuyo a 18 de los 19 rivales en Primera División. La Real Sociedad ha vivido desde la penúltima plaza liguera un parón eterno que termina esta tarde en Balaídos, escenario de su partido contra el Celta. El equipo txuri-urdin viene de perder en Anoeta contra el Rayo Vallecano hace dos domingos, en un duelo que significó una dolorosa derrota y cuyas sensaciones futbolísticas, además, no fueron las mejores. La parroquia blanquiazul asistió a una contienda de empate que se llevaron los visitantes gracias a su acierto. Pero preocupó ver a los de Sergio Francisco generar menos situaciones de gol que de costumbre, más atascados que en los compromisos precedentes.
El desplazamiento hoy a Vigo implica un examen importante para medir la evolución del equipo, algo que cabe hacer desde las recuperaciones de varios futbolistas que se encontraban lesionados en la anterior jornada. Yangel Herrera, Aritz Elustondo y Jon Martín vuelven a estar disponibles, con mención especial para el venezolano, que apunta a estrenarse como txuri-urdin en el once titular. Mientras, en el capítulo negativo cabe situar la ausencia en la convocatoria del renqueante Kubo (ayer se le reprodujeron dolores en el tobillo durante el tramo final del entrenamiento en Zubieta) y del recaído Óskarsson. Mientras, Sadiq quedó fuera de la lista de expedicionarios en calidad de descarte técnico.
Dibujo híbrido
Enfrente estará hoy un Celta cuyo innegociable esquema 3-4-2-1 va a plantear a Sergio Francisco preguntas que el irundarra no ha tenido que responder hasta la fecha. Todo apunta a que el entrenador realista va a matizar a los suyos en Balaídos para adaptarse a la estructura del rival, y esto pasa en clave txuri-urdin por diseñar un dibujo híbrido que permita ajustarse en defensa y mantener por momentos el habitual 4-3-3 en la fase ofensiva. Sin centrales zurdos en la plantilla y con Sergio Gómez incluido en la nómina de laterales izquierdos, el único jugador útil en el plantel para ejercer el rol de bisagra es Aihen Muñoz, a quien le tocaría ejercer de central sin balón (vigilando el movimiento interior del extremo local) y de lateral en línea de cuatro cuando la Real ataque. Sergio Gómez, mientras, alternaría como carrilero y extremo. Y en vanguardia actuaría una doble punta formada por Barrene y Oyarzabal, con Gorrotxa, Yangel y Brais en una medular de tres.
El Celta tampoco está para echar cohetes. Inmerso en la Europa League, ya ha disputado diez partidos oficiales este curso y sólo ha ganado uno, al PAOK de Salónica en Balaídos. En la Liga, mientras, no conoce la victoria, resultado que tratará de buscar esta tarde con un nuevo duelo continental en perspectiva. Tras recibir hoy a la Real, los gallegos repetirán el jueves en Vigo contra el Niza. Se centran por el momento en empezar a remontar en el campeonato doméstico, pero el glamour europeo tiende a despistar...