Aquel amistoso en Escocia... Diez años con OyarzabalReal Sociedad
A finales de junio de 2015, apenas dos semanas después de que su Real Sociedad juvenil cayera de la Copa del Rey contra el Celta (gol de Brais), Mikel Oyarzabal disfrutaba en Eibar de las fiestas de San Juan, en compañía de sus amigos. El inicio de la pretemporada con el Sanse, a las órdenes de Imanol, parecía lejano aún en el tiempo: vía libre para disfrutar. Pero una llamada telefónica modificó los planes del futbolista, que en abril había cumplido 18 años. David Moyes quería llevárselo a la concentración veraniega del primer equipo en Obertraun (Austria). Y viajar con los mayores el 4 de julio exigía completar una serie de entrenamientos previos en Zubieta, para que el nivel de los Zurutuza, Markel Bergara, Agirretxe y compañía no le cogiera luego a contrapié.
EL LUNES SE SUMARÁ AL GRUPO
Pese a que su período vacaciones concluía este próximo lunes 14, fecha en la que deberá incorporarse a los entrenamientos en Zubieta, Mikel Oyarzabal acudió a las instalaciones este pasado martes 8 para ultimar su puesta a punto. Ha repetido presencia estos últimos días, con miras al inicio de una temporada que se escenificará para él y para otros nueve compañeros mediante una sesión a puerta abierta (10.30 horas) en el campo José Luis Orbegozo. El descanso comenzó para el capitán txuri-urdin el lunes 9 de junio, un día después de la derrota en la final de la Nations League contra Portugal, y se ha prolongado por espacio de las cinco semanas posteriores.
Cumplió Mikel con aquellas sesiones, a modo de transición. Cumplió después con las palizas físicas al pie de los Alpes. Y sólo tres semanas después de recibir la famosa llamada se vio debutando de txuri-urdin en un amistoso contra el St. Johnstone escocés. Este sábado 12 de julio, aquel encuentro de preparación cumple una década, efeméride que coge a Oyarzabal convertido en capitán y leyenda. Ha conducido a la Real a Europa en seis ocasiones. Ha marcado un gol de valor título, en la Copa ganada contra el Athletic en La Cartuja. Ha jugado la Champions de blanquiazul. Y también ha visto puerta en finales de Nations League, Juegos Olímpicos y Eurocopa.
Lista multitudinaria
Volvamos ahora a aquella Real 2015-16, la de la primera y única pretemporada que dirigió el propio Moyes como técnico txuri-urdin. Había relevado a Jagoba en el banquillo durante el noviembre previo, en plena campaña. Y utilizó el verano para meter mano de verdad en la plantilla, lo cual le significó mantener ciertos pulsos con el director deportivo Loren respecto a la configuración del equipo. Como los entrenamientos comenzaron con varios futbolistas entre algodones (Carlos Martínez, Xabi Prieto y Raúl Navas), y como la escuadra blanquiazul se encontraba también escasa de efectivos a la espera de fichajes, viajaron a Austria jóvenes como el propio Oyarzabal, Igor Zubeldia, Eneko Capilla o Joseba Muguruza.
La Real se desplazó luego directamente desde el centro de Europa hasta Escocia, para disputar allí tres amistosos que supusieron primeras tomas de contacto con la competición. El actual capitán permaneció inédito en el estreno contra el Celtic de Glasgow (derrota 1-0), con Moyes alineando un once muy titular. Pero tuvo la oportunidad de estrenarse sólo dos días después contra el St. Johnstone, un rival que venía de ser cuarto en la liga local y se preparaba para jugar aquel verano las previas de la Europa League. Oyarzabal, titular y muy activo, se estrenó con el 30 a la espalda actuando de mediapunta (también de delantero centro durante un tramo) y disputó los primeros 65 minutos del encuentro, antes de ser sustituido por David Zurutuza. Los txuri-urdin, con una alineación muy alternativa, empataron sin goles en un partido que jugaron con tres indumentarias distintas. Primero, de granate. Después, con camiseta txuri-urdin y pantalón granate, tras un rápido parón durante la primera parte ante la coincidencia de colores con el adversario. Y en la segunda mitad, ya con pantalones y medias de color blanco, después del paso por los vestuarios.
Cinco amistosos más
Oyarzabal gustó a Moyes, quien dio minutos al eibartarra en los cinco amistosos posteriores: todavía en Escocia contra el Livingston, en Irun contra el Real Unión, en Donibane-Lohitzune contra el Toulouse, en China contra el Rayo Vallecano y en Alicante contra el Atlético de Madrid. El eibartarra fue entonces reclutado por la selección española sub-18 para disputar un torneo en Japón, lo que le hizo perderse los dos últimos bolos ante Panathinaikos y Zaragoza. Cuando regresó a Zubieta, se incorporó al Sanse de Alguacil, quien le convirtió en indiscutible en cuanto pudo recurrir a él.
Oyarzabal, este pasado martes en Zubieta, a donde acudió para ejercitarse en solitario.
El resto de la historia resulta más o menos conocido. En siete partidos con el filial, Mikel lo jugó prácticamente todo y marcó tres goles, incluida en el repertorio una auténtica exhibición en el campo del Mensajero canario. El 25 de octubre Moyes se lo llevó a Valencia con el primer equipo, haciéndole debutar en el tramo final (seis minutos) de una victoria en el campo del Levante (0-4). Y, aunque el escocés duró poco en el cargo, su relevo Eusebio Sacristán continuó contando con el propio Oyarzabal, a quien las circunstancias terminaron de despejarle el camino aquel invierno. Agirretxe y Canales se lesionaron en el Bernabéu. Chory Castro puso rumbo al Málaga. Y el eibartarra relegó a la suplencia permanente a Bruma para comenzar a hacer historia.