Iker Sarriegi, abogado del socio que profirió los insultos, estaba seriamente contrariado por lo que estaba sucediendo hasta el punto de no dar crédito a la caza de brujas con su representado en una conversación que mantuvo con NOTICIAS DE GIPUZKOA: “La denuncia la puso la Liga, que va a cada estadio a coger imágenes y apuntar si hay algún cántico ofensiva. La Liga denuncia y se persona en el procedimiento con un abogado. Y luego también se persona el Real Madrid y la Real Sociedad. En la primera declaración apareció hasta el fiscal, que normalmente no suele acudir a esos primeros trámites. Por poner un ejemplo, no fue a la declaración de Amaya Zabarte, que casi pierde la vida al sufrir un pelotazo. Cuatro abogados para acusar de lo que me parece una auténtica tontería. Aquello parecía un akelarre”.

Diferencia de trato

El letrado le daba mucha importancia al comparar ambos casos: “En los casos de Amayza Zabarte y María Martín no aparece nadie a acusar y en la otra hay cuatro acusaciones personadas, tres particulares y la fiscalía. Resulta obligatorio comparar los casos porque no se puede entender salvo yendo a la base del problema. Amaya y Joseba, su marido, son trabajadores de ambulancias. Son los denunciantes, las víctimas. Los posibles acusados o investigados son la Ertzaintza. Tenemos un planteamiento del juzgado, donde la fiscalía no está en ningún sitio ni se le espera. Normalmente en los procedimientos la fiscalía no suele aparecer y en estos casos tampoco. No hay instrucción, archivan. La Ertzaintza no investiga, la fiscalía tampoco”…

El donostiarra quiere denunciar la diferencia de trato: “Yo lo que quiero es comparar cómo para unas cosas nos movemos y para otras no. Esto es una campaña de maquillaje para la Real, Aperribay, Vinicius, Florentino, el Real Madrid y la Liga de Tebas. Hacen campañas de maquillaje para hacer ver que ellos son el adalid del antirracismo”.

Sarriegi es consciente que los socios se equivocaron: “Uno de ellos hace un gesto del mono (tal y como se pueden ver las imágenes). Y el otro dicen que dice “hijo de puta hijo de puta mono de mierda” pero lo que en realidad dice es “Vinicius balón de playa”.

Menores de 20 años

Los dos socios, menores de 20 años, se encuentran en una situación muy delicada: “El delito de odio del que se les acusa es en teoría para sectores vulnerables y minoritarios y tiene que haber un trato discriminatorio. Le están dando la vuelta porque Vinicius, porque, aunque sea negro, no es un sector minoritario al ser una persona hiperrica. Se trata de un personaje público y no creo que haya un trato discriminatorio, porque tiene que haber una relación y le tiene que afectar que le digan mono. En teoría no se dan ninguno de los requisitos del delito de odio”.

 La acusación no es ninguna broma: “El delito de odio conlleva prisión si se demuestra y le condenan, aunque luego normalmente se suspende. Pero en mi opinión están haciendo una utilización torticera del delito de odio, cuando no se dan los requisitos para no investigarles por esto”.

La solución no es sencilla y la causa sigue su curso: “Se puede llegar a un acuerdo con la fiscalía pero nosotros no lo vamos a aceptar porque consideramos que no es un delito de odio y si pactas reconoces que sí lo es. La fiscalía vino con una actitud agresiva, además tienen una especial para delito de odio. Llamaba la atención cómo vino. Yo pensaba que no iba a ir, apareció allí y empezó a hacer unos interrogatorios con un tono muy elevado”…

La moraleja de la historia está muy clara, se están creando delitos para proteger a la elite: “Dependiendo de quién es el denunciante y quién el investigado, se archiva o no. Cuando son dos jóvenes socios de la Real los utilizan como cabezas de turco, para despistar a la gente y mostrarse como adalides del antirracismo. Una cosa es luchar contra el racismo, pero algunas cosas que hacen los presidentes en sus respectivos negocios son mucho más racistas”.

"No puede ser un delito penal"

 Sarriegi entiende y acepta que puedan recibir una sanción por meter la pata: “No puede ser un delito penal. Entiendo que pueden tener una reprimenda moral. Vinicius no les ve y se está riendo, no le afecta. Es un delito grave depende de quién el que denuncia y quién el investigado. Es más, le han tomado declaración al guardia de seguridad que estaba al lado, mucho más cerca que el propio jugador, ha dicho que no escuchó nada y ha reforzado nuestras tesis. Y Vinicius ni les ve ni les oye ni nada. Para que haya delito el receptor tiene que estar afectado. Vinicius está dado la vuelta y se parte de risa”.

El abogado de Amaya Zabarte tampoco entiende muy bien el proceder de la Real: “Van cuatro acusaciones a tomar declaración a saco. En una no aparece nadie, ni la fiscalía y en el otro tres y la Real, que con Joseba y estos no se han puesto ni en contacto ni personado como acusación ni nada. Ni preguntar si necesitan algo de los servicios jurídicos de la Real. Viendo que es una empresa y cómo funcionan no me sorprende tanto, pero como nos han tocado las dos situaciones en un espacio de tiempo… Sorprende lo poco que se mueven con unos y lo tanto con otros”. Como ya anunció el propio club, a los dos socios les ha abierto “expediente disciplinario e igual les echan al menos una temporada”.

Campaña de maquillaje

La campaña de maquillaje cuenta con el apoyo mediático de los medios afines al Madrid: “La Liga y todos estos qué campaña hacen. A la gente le pilla en casa, le llega que han puesto una denuncia contra el racismo y les suena muy fuerte, como para pensar qué bien están haciendo el trabajo… Y solo son campañas de maquillaje de grandes corporaciones”.

Lo más duro es que estamos hablando de dos socios de la Real menores de 20 años que nunca han tenido ni el más mínimo problema: “Yo represento a uno de los dos. Y me consta que el abogado del otro está impactado con el circo. Mediáticamente les machacan, son cabezas de turco. Están yendo al detalle, al despiste para que los más racistas salgan indemnes y limpien su imagen. ¡Pero si Tebas es un fascista reconocido por él mismo!”.

Trato discriminatorio

Incluso denuncia que el trato discriminatorio de los encargados de recoger los cánticos de cada campo: “Uno de los jugadores del Eibar, uno del banquillo, hace poco, fue a donde él y les dijo Oye que a nosotros nos están llamando etarras de mierda, y les dijeron que no habían oído”.

La defensa solicita que se archive la denuncia: “Estoy preocupado porque esto es una estructura. En septiembre declara por videoconferencia Vinicius y ellos solo han respondido a las preguntas de sus abogados y el juez y no de la fiscalía ni de las acusaciones. Luego habrá que ver si va a juicio o no. Nosotros pedimos que se archive”. Como es lógico, no lo están pasando bien: “No… No es grato. Están bastante jodidos, por la familia, el qué dirán. Pero ya les he dicho que no se preocupen”.

"No hay que llevarlo todo a los tribunales"

Para Sarriegi, este control de la grada se asemeja a la represión: “No creo que haya que penalizar eso. Creo que no hay que llevar todo a los tribunales. Hay que despenalizar estas cosas, pero no podemos llevar todo a los tribunales. La Real en todo caso que te sancione. Pero esto tiene una segunda derivada que es que la gente no cante y no diga nada. Me parece excesivo que una persona se pueda meter en un lío por eso en el fútbol. Están utilizando el código penal y lo están cambiando porque no son minoritarios”.

El abogado considera que no se puede frivolizar con un problema tan grave como el racismo: “Están haciendo una utilización del delito de odio y luego para meter miedo en los campos y que no se pueda decir nada. Todo es muy desproporcionado. No se puede ir a tribunales por estas cuestiones. El juzgado está colapsado por tonterías como estás. Y los que roban a mansalva no están siendo investigados. Nos meten estas tonterías, bloquean el juzgado y nos los venden como si fuera un akelarre. Esto no puede ser un delito penal, ni un delito de odio. Y, mientras, las cosas graves no se investigan”…