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La Real Sociedad busca la revancha del derbi del 4-0

El destino sirve en bandeja a un necesitado equipo realista la posibilidad de vengarse de la goleada de la temporada 2021-22, que encajó en mitad de la fatídica eliminatoria ante el Leipzig

La Real Sociedad busca la revancha del derbi del 4-0Ruben Plaza

Jokin Aperribay lo explicó con precisión en la entrevista que concedió a Radio Marca Donostia cuando le preguntaron por el derbi y por la teoría de que la Real Sociedad y el Athletic son vasos comunicantes: “Yo no me fijo en ellos. Ahí tenemos un buen ejemplo de un club que ha estado muchos años fuera de Europa y que ha tenido un tiempo para reconstruirse y volver más fuerte. Se pasó cinco años sin entrar. Al Sevilla le está pasando algo parecido ahora. Son muchos los ejemplos. A mí no me condiciona que le vaya bien ahora al Athletic. Hay que fijarse en los puntos buenos de los demás, como el Sevilla, el Valencia, el Athletic, el Betis, el Villarreal. Tampoco sé si ahora es el favorito para ganar la Europa League.

Y tiene razón. Se suele decir que la historia de los dos grandes vascos es cíclica y que, aunque pasan por momentos de penurias, siempre vuelven a codearse con los mejores. La Real ha pasado su época de bonanza, con el título de Copa para siempre incluido superando en la final a su eterno rival y cinco clasificaciones para Europa consecutivas, en un lo que supuso un hito en el club, y parece que ahora le toca al Athleticcon su título del año pasado contra el Mallorca, y su más que probable pasaporte a la Champions. A esto hay que añadir, además, que se va a enfrentar al Manchester United en semifinales de la Europa League, cuyo partido definitivo se disputará, como todo el mundo sabe, en San Mamés. Ahora es cuando le toca a los bilbainos pagar el peaje de afrontar un derbi en mitad de su participación europea, algo que le sucedió a la Real en anteriores temporadas. Los de Valverde recibirán a los red devils, precisamente verdugos de los de Imanol en octavos, mañana y afrontarán la vuelta en el mítico Old Trafford el jueves que viene. Entremedias un derbi entre los dos representantes de la Liga en la Europa League de esta temporada, que, al contrario que en la ida, cuando ambos equipos se encontraban muy enchufados y aspiraban a todo, se presenta con un cierto aroma descafeinado o desaliñado.

Objetivo de la Real

El mayor aliciente de la Real es clasificatorio, ya que está obligada a lograr la victoria para mantener vivo su objetivo de regresar al viejo continente por sexta vez consecutiva. Esa necesidad eclipsa en cierto modo la marejada que se desató la semana pasada tras la derrota frente al Alavés, con la confirmación de la no renovación de Imanol y la decisión de subir al primer equipo a Sergio Francisco. En la que comenzará a ser la despedida del oriotarra, hay que constatar que no conoce la derrota ante su vecino en Anoeta, puesto que ha sacado adelante cinco encuentros y ha empatado dos de las siete veces que les ha recibido en su guarida. 

Confiemos en que siga la racha en su derbi sin duda más comprometido. Como reconoció Aperribay también el lunes que le había dicho Imanol, antes de irse “nos podemos clasificar a Europa, quiero hablar con el equipo, me gustaría irme con otra clasificación y lo que me gustaría es que no nos descentráramos nada. Que empecemos la semana centrados en el derbi. Si hay celebraciones ya hablaremos, fue una petición expresa suya y vamos a ser exigentes. No estamos de despedidas”.

El año del Athletic

Al Athletic le mueve más el orgullo y la satisfacción de demostrar que este año es mejor en la casa del vecino que las urgencias en la tabla. Aunque tampoco puede despistarse, saca cinco puntos al quinto, que es el Villarreal, y seis al Betis, el último en apuntarse a la carrera por la Champions. Los rojiblancos son plenamente conscientes de que su prioridad esta semana es la eliminatoria ante el Manchester. Eso no significa que no vengan a competir a cara de perro, como lo demuestra que hace un par de semanas se presentaron en el Bernabéu con diez cambios y solo cayeron en el descuento con un golazo de Valverde, el jugador madridista. Es más, su principal aval son los resultados y es, junto a los tres grandes, el equipo que menos ha perdido en este campeonato con solo cinco derrotas en 33 jornadas.

La Real no puede dejar escapar esta oportunidad, como no lo hizo el Athletic en la temporada 2021-22 cuando se presentó en San Mamés en mitad del play-off contra el Leipzig en la Europa League. Los realistas venían de arrancar un valioso empate en tierras alemanas a pesar de la plaga de lesiones con la que viajaron y de la decisión del habitual árbitro cobarde que se inventó un penalti para que los teutones lograran el 2-2. Imanol se tomó muy en serio el derbi, como obliga la tradición, y solo hizo cinco cambios para tratar de sacar un resultado positivo. El equipo aguantó en la primera parte, en la que Remiro le paró un penalti a Muniain. Pero, tras el descanso, Mikel Merino se lesionó con un nuevo golpe en la cabeza, el tercero que recibía en muy poco espacio de tiempo, que se unía además a otros problemas físicos que había sufrido, y desde la oscuridad del vestuario, como un pato mareado, escuchó llegar los cuatro goles rojiblancos: “Fue un momento de decir igual es el instante de parar y tranquilizarse un poco, de ver en perspectiva lo que estaba haciendo, porque algo no estaba haciendo bien si siempre me pasaban cosas a mí. Y cosas fuertes además. No quería seguir así. Mi intención era jugar liberado, sin problemas, molestias, ni dolores porque al final es cuando disfrutas y donde se ve tu mejor versión. Ese año parecía míster Potato, que se me caían todas las partes del cuerpo. Fue un susto importante porque encima pasé la noche en el hospital. Tuvieron que hacerme pruebas por el golpe en la cabeza y llegué a casa a las tantas. Me pegué un susto y acabó siendo un punto de inflexión para intentar hacer las cosas de otra manera. El partido que más me dolió perderme fue el del Leipzig y uno de Copaante el Barcelona”, relató a este periódico en una entrevista.

La goleada

La goleada en un San Mamés que le tenía unas ganas locas a los blanquiazules y que estaba patas arriba exigiendo sangre a los suyos (como debe ser, por eso lo de las rivalidades históricas) hizo mucho daño en lo psicológico. Incluso Zubimendi fue reprendido en la intimidad por Imanol al reconocer que estaba muy molesto y que le costaba aceptar caer así en un derbi al no haber encajado una derrota tan abultada contra el Athletic.

Lo peor estaba por llegar, ya que a Merino no le dejaron jugar la vuelta por precaución y una Real de circunstancias y bastante acobardada acabó cayendo por 1-2 con un gol de André Silva.

El año pasado se podía repetir la misma historia en el caso de que la Real eliminara al PSG porque le hubiera tocado visitar Bilbao en mitad de los cuartos de final. Ya sin compromisos europeos de por medio, los realistas también cayeron sin discusión por 2-0.

Último precedente

No deja de ser curioso que, el curso pasado, cuando la Real se puso 3-0 en el derbi de Anoeta disputado a finales de septiembre con un gol de Oyarzabal en el minuto 66, el equipo levantó claramente el pie del acelerador, algo que no fue entendido por su propia afición. La explicación estaba en que solo tres días después visitaba al Salzburgo en su primera salida de la fase de grupos de la Champions, donde cosechó una brillante victoria con goles de Oyarzabal y deBrais Méndez. Tras ese resultado todo el mundo lo dio por bueno…

Aperribay dejó claro que es optimista de cara a lograr tres puntos vitales para una Real que no se puede permitir tropezar ante su gran rival y a la que el destino le ha servido en bandeja una revancha de aquel 4-0 que escoció tanto: “Estoy convencido de que vamos a ganar. Tenemos capacidad para vencer los cinco partidos y hacer un gran año para incorporar talento joven y jugadores con más edad, como Aguerd”.