La Real Sociedad visita el Teatro de los sueños por cuarta vez en doce años. Por segunda ocasión jugando un duelo a vida o muerte, aunque en la anterior, en la eliminatoria de la temporada 2020-21, ya compareció con un rejón de muerte debido al 0-4 que se llevó en la ida disputada a puerta cerrada por el covid en Turín. En esta ocasión los realistas viajan con las espadas por todo lo alto tras el empate de Anoeta, que pudo ser peor, por la superioridad de los ingleses en la mayor parte del encuentro, y también mejor, si Óskarsson hubiese aprovechado la extraordinaria ocasión que tuvo en sus botas ya con el 1-1.

El caso es que el encuentro se presenta como una de las citas más atractivas de la noche europea. Los ingleses llegan a la cita más seguros y convencidos por intentar hacer algo importante de lo que pareció en una ida en la que se desplazaron hasta Donostia con piel de cordero y la frase de Amorim como una supuesta y poca creíble declaración de intenciones: “Estamos tratando de construir y esto es más importante que ganar una copa en este momento”.

Una vez más, la afición realista no ha querido dejar sola a su equipo en el momento de la verdad y serán 1.500 los hinchas que estarán en la grada animando a los suyos. Una señal de confianza en un momento clave de la temporada, cuando parece que muchos han dejado de creer.

La Real conoce el camino. Ya ganó en la primera jornada de grupo en el mítico Old Trafford, donde todo lo que hagas, sobre todo lo mejor y lo peor, queda para la eternidad. Es lo que necesitan los donostiarras, una hazaña legendaria por mucho que haya una corriente que quiera restar valor e importancia a lo que supondría para el club dejar en la cuneta al rival más poderoso que se podía encontrar en la Europa League y, como lo catalogó Imanol, “uno los favoritos” para hacerse con el título. Esperemos que sea la propia Real la que le deje en mal lugar…

Posible once

El técnico confía en que Aramburu, que se encuentra entre algodones, se recupere de sus molestias en un pie. Si no lo hace, entrará Aritz Elustondo. Finalmente, Sucic se quedó en tierra y en su ausencia se abre un abanico de posibilidades con Turrientes, Olasagasti, Pablo Marín o incluso Zakharyan como posibles candidatos. En principio, se espera un once muy parecido al de la ida, con la posibilidad de que entre Becker en lugar de Barrenetxea para ganar velocidad y profundidad a la espalda de la zaga red devil.

El rival

Rúben Amorim apuró hasta que se ha recuperado el centrocampista Manuel Ugarte. Pero no lo han hecho los dos defensas centrales que tenían alguna opción de llegar: Leny Yoro, que tuvo problemas en el partido ante el Arsenal de la Premier League del fin de semana pasada, y Harry Maguire. De manera que su once, con la más que probable entrada de Ugarte, tampoco diferirá mucho del que presentó en Anoeta.