Hace menos de 72 horas, la melodía de la Europa League sonaba en el estadio de Anoeta. Poco después, el viernes a mediodía, la incertidumbre txuri-urdin entre Midtjylland y AZ Alkmaar presidía el sorteo continental. Y los efectos del proximísimo desplazamiento a Dinamarca permanecían ayer sábado en boca de la hinchada de la Real Sociedad. Sin embargo, el calendario no concede tregua y exige cambiar de tercio de forma radical. En nada llegará una ilusionante eliminatoria de la Copa del Rey. Y antes, esta tarde en El Sadar ante Osasuna, toca jugar, en cierto modo, otro partido europeo. Repetir el próximo curso en la escena internacional pasa por ganar partidos como el de hoy, para no perder comba en una pelea de numerosos contendientes.
Rayo, Mallorca, el mismo Osasuna... Equipos menos habituales en la zona noble se han sumado este curso a una pugna que la Real afronta algo lastrada por su apretada agenda, pero con el alivio que significa tener la enfermería casi vacía. Sólo faltarán esta tarde en Pamplona dos jugadores con problemas físicos, un Álvaro Odriozola que simplemente arrastra un golpe en las costillas y un Hamari Traoré a quien en breve se espera a disposición de Imanol. Las de donostiarra y maliense fueron ayer las dos únicas ausencias en una convocatoria a la que regresa Aihen, sancionado el jueves frente al PAOK.
¿Once de gala?
El duelo ante los griegos resultó un cúmulo de buenas noticias: victoria, goles de Óskarsson, minutos para los menos habituales y descansos para un nutrido grupo de teóricos titulares, circunstancia esta que incita a pensar en algo muy parecido al once de gala hoy contra Osasuna. Remiro, Aramburu, Zubeldia y el citado Aihen regresarán al equipo inicial para, sumándose a Aguerd, formar portería y línea defensiva. Zubimendi y Sucic tienen plaza asegurada en la medular, con la duda de si Brais (90 minutos en Europa) podrá ocupar el puesto restante. Y en la delantera también existe una incógnita, la del extremo izquierdo, ya que Kubo y Oyarzabal apuntan claramente a la alineación. Barrene y Becker son los principales candidatos a figurar en el flanco zurdo, que también podría ocupar el propio Oyarzabal para dar continuidad a Óskarsson en el centro. El islandés, eso sí, pidió el cambio ante el PAOK por molestias en un hombro.

La Real tendrá que hacer frente hoy a un Osasuna que encadena nueve jornadas ligueras sin ganar, pero que recupera a Bryan Zaragoza. El andaluz no parece optar a la titularidad e iniciaría el encuentro en el banquillo, dentro de una escuadra rojilla que ha acusado su ausencia durante los dos últimos meses. El técnico Vicente Moreno podría repetir con Rubén García y Barja en los extremos respecto al empate del último partido en Las Palmas (1-1). Y, por lo demás, dará continuidad a su funcionamiento habitual: muchos centros al área en ataque, con el lateral Areso como principal lanzador, e interesantes matices en función del rival para presionar desde un 4-4-2 de base. Duro examen para la necesitada Real.