[Tribuna txuri-urdin] "Gestión de mínimos", por Marco RodrigoAFP7 vía Europa Press
La Real se juega dentro de dos días su pase a los cuartos de final de Copa, y entra dentro de lo posible que encare el partido frente al Rayo con una sola baja médica, la del lesionado Hamari Traoré. Toquemos madera y recalquemos que la situación en la enfermería resulta ahora mismo positiva para encarar lo que viene, una buena noticia que no va a evitar a Imanol hacer encaje de bolillos con alineaciones y repartos de minutos. Porque gestionar mínimos puede consistir en manejar una plantilla mermada por las ausencias, tal y como ha sucedido aquí durante los últimos inviernos. Pero también resulta aplicable a momentos como el que se avecina, con partidos clave de Liga, Copa y Europa League agolpándose en el calendario. Lo que vimos este lunes en Anoeta supone un buen aviso a navegantes, principalmente por el tipo de encuentro al que asistimos. No brilló el equipo txuri-urdin. Ni lo va hacer próximamente.
Lo que viene
Recordémoslo con rapidez. Si la Real llega a las semifinales de Copa, juega el play-off (repesca) de Europa League y lo gana, va a encadenar de aquí a primavera nueve semanas con partido oficial (y muy importante) los miércoles o los jueves, también los domingos. En total, 19 posibles encuentros de los que ya se ha jugado uno, preludio de la versión blanquiazul a la que debemos ir acostumbrándonos. No soñemos con un equipo chisposo y exquisito con balón. No esperemos contiendas divertidas en las que sucedan muchas cosas. Tampoco confiemos en ver a nuestros futbolistas ofensivos hincharse a goles y a ocasiones. Ahora sólo se trata de competir. Y, en este sentido, las señales invitan a abanderar un moderado optimismo, si seguimos tomando el duelo con el Villarreal como botón de muestra.
Un equipo serio
La Real ganó este lunes al aprovechar una de sus pocas ocasiones y al mantenerse en pie, presionando como lo hizo, ante un muy buen rival. Las características del submarino amarillo podían suponer una invitación al repliegue, a esperar con el equipo más aculado que de costumbre. Pero Imanol no negocia el modo en que apretar, defendiendo casi siempre con marcas al hombre por todo el campo. Al fin y al cabo, en esto del fútbol no arriesgar puede ser lo más arriesgado: los txuri-urdin se encuentran muy cómodos empleándose así, lo cual viene a chocar, en cierto modo, con todo lo explicado respecto a la falta de brillantez que se avecina. A los nuestros les va a costar hacer partidos sobresalientes de aquí a marzo. Al mismo tiempo, sin embargo, ser competitivos les va a exigir un esplendor físico digno de mención. Puede parecer contradictorio. En realidad, tiene toda la lógica del mundo. Hasta el último gramo de energía va a utilizarse como combustible para mantener al equipo presionando tan arriba, tan agresivo. Y claro, luego posiblemente echemos en falta esas fuerzas para atacar con mayor fluidez. El camino, en cualquier caso, ya ha sido elegido, y yo lo asumo con gusto. La Real quiere lograr sus éxitos desde lo rugoso más que desde lo estético. Así se clasificó para la Europa League hace cosa de ocho meses. Es cuestión de continuidad.
Marcadores cortos
Lo repito: puede parecer incoherente hablar de una Real de mínimos cuando sus futbolistas no van a parar de correr y de apretar durante las próximas semanas. Pero con la expresión me refiero, sobre todo, a una cuestión de marcadores y de inversión de energías. Se avecinan muchos partidos de 0-0, de 1-0, de 0-1... Y se aproximan también días de rotaciones y de cambios para garantizar la sostenibilidad en el tiempo de esta solidez defensiva. Se trata de una forma como cualquier otra de asaltar la gloria. Visto lo visto de nuestro equipo, puede resultar la vía más idónea. No es la txuri-urdin una escuadra cuya fortaleza en las áreas se imponga cuando se dan intercambios de golpes con los rivales. Sí hablamos, en cambio, de un conjunto con calidad ofensiva y solidaridad colectiva para sacar petróleo de esos encuentros en los que los porteros apenas se manchan los guantes. Asumamos lo que hay, sepamos cuáles son nuestras fortalezas y nuestras debilidades, y disfrutemos de una fase del curso tan cargada como ilusionante.
ZUBIMENDI Y AGUERD, 'PAREJA DE CENTRALES'
En verano salieron del club Le Normand y Merino, desencadenándose cambios ante los que Aperribay soltó aquello del “nuevo libro”. Sin embargo, más drástico me parecerá a mí perder de un plumazo a Zubimendi y Aguerd, si donostiarra y marroquí no siguen el próximo curso. Entre ambos están sosteniendo al equipo, depositando en ellos Imanol buena parte del trabajo defensivo txuri-urdin. Este lunes, ante un Villarreal que formaba con Barry y Gueye en primera línea de ataque, el míster apostó por Nayef (derecha) y Martin (izquierda) como peculiar pareja de centrales a la hora de presionar arriba con todo el bloque. Son los jugadores blanquiazules que mejor se emplean en las disputas, lo que llevó a Aritz a adelantar algo su posición para emparejarse con el menos corpulento Álex Baena.
Aguerd defiende a Barry durante el partido de este lunes.
RAYO VALLECANO: EL PEOR RIVAL CON DÉFICIT DE DESCANSO
El viernes, a las once de la noche, los jugadores del Rayo ya descansaban pensando en su eliminatoria copera contra la Real. Los txuri-urdin, mientras, no compitieron hasta 72 horas después, viendo así mermado su descanso previo a los octavos de final. Lo cierto es que el cuadro vallecano es uno de los peores equipos a los que te puedes enfrentar con semejante déficit de reposo, pues hablamos de uno de los rivales más físicos de la Liga. Esta etiqueta tiende a atribuirse únicamente a las escuadras con futbolistas negros, de envergadura y dotados de mucho músculo. Lo del Rayo, sin embargo, es más una cuestión de ritmo y de piernas para defender como propone su técnico. Camello, Embarba, Isi, Álvaro García... Son jugadores más bien pequeñitos, pero corren y muerden que se las pelan.
Los jugadores del Rayo celebran el gol de De Frutos este viernes contra el Celta.