La Real Sociedad obtuvo este domingo ante el Betis una valiosa victoria en Anoeta (2-0). No fue un duelo brillante por parte de los txuri-urdin en materia ofensiva, pero la actuación del equipo de Imanol sí resultó sobresaliente en lo defensivo. El técnico oriotarra articuló un sistema de emparejamientos al hombre por todo el campo que sus futbolistas pudieron sostener hasta el minuto 70 y que propició el error verdiblanco previo al 1-0 de Diego Llorente en propia meta. Una vez que se vieron en ventaja en el marcador, los blanquiazules pudieron desarrollar con mayor paciencia y menores dosis de riesgo con balón un plan que redujo prácticamente a cero las opciones del conjunto de Pellegrini.

Alineaciones iniciales de ambos equipos, la Real formando en 4-3-3 y el Betis con su también habitual 4-2-3-1.

El cuadro txuri-urdin llevaba meses formando sin balón un 4-4-2 con medular en rombo para presionar a sus adversarios. Sin embargo, el gol anulado en Anoeta al culé Lewandowski significó en este sentido una especie de punto de inflexión. A partir de aquella jugada, Imanol ha apostado en mayor medida por emparejar hombre a hombre a sus futbolistas con los jugadores del rival, una opción que utilizó este pasado jueves ante el Ajax y este domingo contra el Betis. Eso sí, si ante los neerlandeses activó esta forma de presionar mediante saltos desde la banda derecha, frente a los andaluces lo hizo desde la izquierda: Barrene (extremo) a por el central Bartra, Aihen (lateral) a por el lateral Sabaly y Aguerd (central) a por el extremo Jesús Rodríguez.

Las felchas muestran los movimientos de piezas mediante los que la Real se emparejaba hombre a hombre con los fubolistas del Betis, en la fase de presión.

Captura de pantalla que ilustra la forma de presionar que empleó la Real contra el Betis.

La antesala del 1-0

La Real comenzó presionando de forma agresiva todos los ataques del Betis, no sólo aquellos que implicaban iniciar desde portero (Rui Silva) o centrales (Bartra y Llorente). De hecho, el 1-0 llegó tras una pérdida forzada del pivote Altimira, en una jugada verdiblanca nacida de un saque de falta en el centro del campo que Lo Celso jugó hacia atrás. Ander Barrenetxea saltó a por Bartra en cuanto este recibió el esférico, impidiendo con su carrera que el defensa visitante sirviera a banda a Sabaly. Detrás, Aihen estaba preparado para saltar a por el propio Sabaly, y Aguerd también contemplaba la opción de tener que salir a banda a por Jesús Rodríguez...

Forzado por Barrene, Bartra va a jugar con Altimira, cuyo servicio a Sabaly es muy malo y se marcha a saque de banda. Aihen sirve rápido y la acción concluye con el 1-0 de Diego Llorente en propia meta.

Con ventaja en el marcador, la Real siguió comportándose del mismo modo, presionando según una disposición que dejaba atrás un tres contra tres de Aguerd, Zubeldia y Aramburu contra Jesús Rodríguez, Vítor Roque y Abde. Se notó aquí la diferencia de envergadura entre los atacantes del Betis y los del Ajax el pasado jueves, duelo en que los txuri-urdin apretaron exactamente igual. Mientras en la Europa League los Brobbey, Akpom y compañía generaron muchos problemas en los duelos individuales tras balón en largo (la solución más fácil ante una Real que presionaba a pares), este domingo los zagueros blanquiazules se impusieron con contundencia a los delanteros del adversario.

Aihen ha saltado a por el lateral Sabaly y deja un tres contra tres atrás. La presión realista obliga al Betis a jugar en largo, y Aguerd se impone a Jesús Rodríguez en el duelo aéreo.

Tuvo mucho mérito aguantar semejante presión hasta el minuto 70, tras el exigente partido del jueves y con pocos cambios en la alineación. Llegado ese instante del encuentro, Imanol renunció ya al sistema de emparejamientos al hombre y apostó por defender al Betis más zonalmente, mediante un 4-4-2. El extremo zurdo (Sergio Gómez y) dejó de saltar a por el central diestro y pasó a ser Brais quien apretaba en primera línea junto al delantero (Sadiq).

El 4-4-2 que pasó a dibujar la Real en defensa a partir de (aproximadamente) el minuto 70.

El ajuste final de Imanol residió en sustituir al propio Brais por Olasagasti. Al gallego le estaba empezando a faltar la energía para, desde esa primera línea de presión, vigilar también al pivote Altimira, quien trataba de dar salida al juego verdiblanco. La Real se hacía ya demasiada larga en determinados momentos, con una distancia excesiva entre primera línea de presión y centro del campo, problema que las piernas frescas del propio Olasagasti contribuyeron a solucionar.

Altimira pide el balón en un espacio (círculo amarillo) excesivamente amplio, entre primera línea de presión y centro del campo txuri-urdin. Brais, cansado, no llega a taparlo e Imanol activa el cambio del gallego por Olasagasti.

Venció así la Real tras un partido serio y bien jugado en la contención, sin responder a la casualidad que la lata se abriera a partir de una acción defensiva de los txuri-urdin. Dentro de un fútbol de bloques altos generalizados en el que los espacios y los hombres libres escasean, una buena presión ejerce a menudo el mismo papel que antaño tenían los mediapuntas. Ya lo dijo Jurgen Klopp...