Punto final al culebrón de la Copa: la Real visitará al Jove Español el próximo jueves, 21 de noviembre. El club donostiarra había alegado la situación sobrevenida que se le ha generado, con numerosas convocatorias internacionales, jugadores lesionados, partido del filial en 48 horas y del primer equipo ese mismo domingo, pero la RFEF ha desestimado el recurso realista. Según la resolución del Comité Nacional de Segunda Instancia, ese jueves "es la única fecha que garantiza que el recurrente cuente con el máximo número de jugadores de su primera plantilla disponibles, no inferior a 20 futbolistas, que si se hubiera determinado cualquier otra fecha anterior al 27 de noviembre".

La RFEF va más allá y a diferencia del entorno del club realista, que entiende que el requisito de tener al menos siete jugadores con ficha del primer equipo en el campo en todo momento, no está en riesgo, ni por los internacionales ni por los lesionados, cuya situación la el Comité federativo reprocha a la Real no conocer.

No constan lesionados

"De esos 25, un total de 11 han sido convocados por sus respectivas selecciones nacionales, lo que dejaría un margen de 14 jugadores de la primera plantilla disponibles. Y ello sin poder valorar la posible existencia de jugadores lesionados, toda vez que ninguna información se aporta por dicho club en torno a dicha cuestión en su escrito de recurso, motivo por el cual, este Comité, en consecuencia, solo puede entender que ningún jugador de los enteramente disponibles causaría baja por lesión", recoge la resolución federativa, donde por lo tanto, no queda consta la situación de un jugador como Hamari Traoré, baja para lo que resta de temporada. Ni Arsen Zakharyan ni Beñat Turrientes estarían condiciones de llegar...

Que jueguen los internacionales

Para no ver ningún riesgo de que la Real incumpla el precepto reglamentario, la RFEF invita a que cuente con los internacionales y señala en concreto a varios. "Un total de seis jugadores disputan sus partidos con sus selecciones el día 18 de noviembre, existiendo un plazo cercano a las 72 horas que respetan el necesario descanso", recoge la resolución, que ve "tiempo suficiente para volver de los compromisos internacionales y, en principio, también físico".

Los realistas Mikel Oyarzabal y Martin Zubimendi, con Mikel Merino en el centro, salen al campo para entrenar, en Las Rozas. RFEF

Descanso sí, descanso no

"En el fútbol profesional moderno, la disputa de encuentros cada pocos días, es una situación que ni es nueva, ni resulta extraña a quienes participan en varias competiciones, a nivel estatal y europeo con cierta asiduidad", relativiza el Comité Nacional de Segunda Instancia una acumulación de partidos del calendario deportivo que "no es una situación deseable, pero es fruto de la propia organización de las competiciones profesionales y la recurrente no es ajena a esta circunstancia".

El Comité, que desconoce si la Real cuenta con jugadores lesionados en su primera plantilla (en parte por dejación que reprocha al club; en parte porque no busca), sí ha echado mano del calendario realista en las últimas temporadas, cuando "la propia recurrente ha venido experimentando en las temporadas inmediatamente precedentes situaciones parecidas a la que es objeto de recurso".

Y cita el mes de mayo de 2024, "con tres encuentros de Liga en tal solo 6 días" (13 de mayo frente al FC Barcelona, 16 de mayo frente al Valencia CF SAD y 19 de mayo frente al Real Betis); o en la temporada 2021/2022, cuando "el club llegó a disputar 6 partidos de máxima exigencia en el periodo de 17 días (una media inferior a los 3 días de descanso entre partidos)": entre el 17 de febrero y el 5 de marzo: Leipzig dos veces, Athletic, Osasuna, Mallorca y Real Madrid.

"La mera existencia de tales supuestos acredita lo que este Comité viene sosteniendo respecto a que el calendario deportivo de los clubes profesionales es algo conocido, habitual y en muchos casos aceptado por sus protagonistas, lo que no le resta valor a la afirmación de que en la actualidad dicho calendario se encuentra especialmente sobrecargado, en general", ventila la RFEF esta cuestión. 

Dos partidos en el mismo césped en 24 horas

Otro de los argumentos que defiende la Real en su recurso es que en el mismo estadio del Jove Español-Real se disputará 24 horas antes el choque entre el Hércules y el Marbella. La RFEF no entra en estas consideraciones: "Este Comité desconoce si, llegada la hora de disputa del encuentro aplazado, el terreno de juego se encontrará o no en condiciones aceptables que permitan el juego sin merma para la integridad física de los jugadores. Y no le corresponde a este Comité realizar juicios probabilísticos sobre en qué estado se encontrará el terreno de juego".

Vista panorámica del estadio José Rico Pérez de Alicante, sede el Jove Español-Real Sociedad aplazado este pasado miércoles.

"Un aplazamiento no justifica un segundo aplazamiento"

Además del recurso a la decisión del juez de Competiciones No Profesionales el Departamento de Competiciones abrió un expediente sobre el posible aplazamiento del derbi de San Mamés, para situar la Copa ese fin de semana. Un expediente en el que el Comité de Segunda Instancia no entra, aunque avisa de que "un aplazamiento no resulta ser causa justificativa de un segundo aplazamiento que, además, involucra a terceras entidades. Sobre todo cuando, como en el presente caso, se ocasionarían graves perjuicios a las mismas".

Sin acuerdo entre Athletic y Real para hallar una solución a la situación que provocó la dana que afectó a la Comunitat Valenciana, el Comité de Segunda Instancia defiende que intentar cambiar esa fecha "no habría encontrado justificación reglamentaria posible".

La RFEF reconoce la "desventaja" de la Real en el derbi

El Comité Nacional de Segunda Instancia dedica varios párrafos a responder a la Real y quitar hierro al hecho "no desprovisto de certeza" de que el Athletic llegue con ventaja a la cita de ese domingo, ante la "adulteración de la competición" que critica la Real: "Cualquier competición deportiva genera situaciones en la que los equipos se encuentran puntualmente y, en principio, en una situación de desventaja competitiva respecto a sus rivales debido a las propias características de su plantilla o a si se disputan o no varias competiciones simultáneamente".

"Puede tratarse de una mayor acumulación de jugadores lesionados en un equipo que en otro, de distinto número de partidos disputados por los equipos (por ejemplo, uno que compita a nivel europeo y otro que no) o, como en el presente caso, un mayor número de partidos disputados por los futbolistas de uno de los equipos debido a la propia conformación de la plantilla de jugadores con mayor acumulación de futbolistas internaciones en uno u otro equipo", asegura el Comité, que reconoce que esta circunstancia tiene "su indudable influencia en el desenvolvimiento deportivo", aunque considera "atrevido hablar de que tales circunstancias adulteran la competición". 

La resolución, un varapalo al club realista más allá del contratiempo de la ficha que termina fijando, sirve al Comité para "apreciar el esfuerzo del Juez Único de Competiciones No Profesionales" cuando opta por el 21 de noviembre, "fecha que afecte en menor medida a la Real Sociedad: si tenemos en cuenta que entre los días 11 y 19 de noviembre un total de 14 jugadores de la Real Sociedad no iban a poder estar disponibles debido a sus compromisos internacionales, fijar el partido en tales días hubiera afectado notablemente al club, hasta el punto de causarle un evidente perjuicio".

"Un verdadero desafío que ni la Real ha conseguido resolver"

Las continuas limitaciones existentes, asegura la RFEF, convierten "el hallazgo de una fecha disponible en un verdadero desafío, que ni el propio club recurrente ha conseguido resolver, toda vez que se propone determinar una fecha alternativa, pero ninguna es ofrecida, más allá del día en que está previsto que, por dicho club se dispute una jornada de Liga contra el Athletic Club".

Un problema de calendario

A pocos se les escapaba que la decisión de aplazar el choque de finales de octubre, la única posible, generaba serios inconvenientes en los calendarios, que se complicaban en el caso de la Real, único equipo europeo afectado por los aplazamientos.

Como el fútbol profesional español prepara y aprueba calendarios sin fechas para recuperar jornadas (como sí hacen otros deportes y entidades, como la EHF de balonmano), no había fecha viable antes de la disputa de la siguiente eliminatoria, el 4 de diciembre. Más aún, con equipos de tantas categorías y condicionado el sorteo para emparejar a los rivales de máxima categoría con los de inferior, ni siquiera se puede celebrar dicho sorteo sin despejar los integrantes de la siguiente ronda.

En su resolución la RFEF ya establece que el límite para jugar el partido es el 27 de noviembre "fecha en la que debe celebrarse imperativamente el sorteo de emparejamientos". Y una limitación más: está prohibida la disputa de choques oficiales en jornadas electorales de la RFEF, como será el día 25.

¿Cuándo se puede jugar?

Con estos requisitos organizativos, una de las opciones más viables era aplazar alguno de los duelos ligueros que tenía la Real por delante, habida cuenta de que no tiene la misma necesidad que sí tiene la Copa de disputarse para una fecha concreta. Con la visita a Sevilla inminente, los focos se pusieron en el duelo de Anoeta contra el Barça y la visita a San Mamés, primer partido después del parón internacional.

Tras ese choque se abre una semana europea (la Real recibe al Ajax) y el primero de diciembre, al Betis. Después sería el turno de la Copa de nuevo, por lo que las opciones se acotaban al choque contra los culés y el Athletic.

La pelota estaba sobre el tejado de la RFEF, cuyo juez único de Competiciones No Profesionales fijó el pasado 8 de noviembre el choque para el día 21 a las 21:00 horas.

Con el paso de los días era claro que las fechas de los partidos contra el Barça (ya jugado el pasado domingo) como contra el Athletic se moverían. En ambos casos, porque para una modificación de estas características hacía falta la implicación del otro equipo en cuestión. Con este escenario, cualquier solución debía venir del reajuste de la propia competición copera, que no se ha dado.