La Real Sociedad perdió este sábado contra el Real Madrid un partido cuya resaca se está viendo marcada por la polémica arbitral. En cualquier caso, y dejando al margen la actuación de Martínez Munuera, la noche en Anoeta deparó también noticias positivas respecto al juego de los txuri-urdin, muy mejorado respecto a las primeras cuatro jornadas ligueras. Gran parte de las claves tácticas del duelo, en materia blanquiazul, residieron en el modo en que el equipo interpretó cuándo defender replegado y cuándo lanzarse a la yugular del adversario con una agresiva presión. Así preparó el duelo Imanol Alguacil.

Imagen de las alineaciones iniciales de Real y Real Madrid, ambas en formación de 4-3-3.

La Real saltó al césped siendo muy consciente de que, a estas alturas de la temporada, lanzarse a tumba abierta a presionar al Real Madrid podía resultar muy peligroso, dado el potencial de los blancos y el estado físico de los txuri-urdin, lejos estos de su 100%. Así, el equipo de Alguacil defendió en varias fases de los primeros minutos juntándose en un 4-5-1 que dejaba a Sadiq solo con los dos centrales merengues y permitía a los de Ancelotti circular el balón en la línea defensiva.

Bloque medio-bajo de la Real durante los primeros minutos de partido, defendiendo con línea de cuatro en la zaga y otra de cinco centrocampistas por delante.

El equipo, en cualquier caso, nunca renunció a intentar poner en apuros al Real Madrid cuando los de Ancelotti iniciaban sus jugadas en situación comprometida (por ejemplo, en los saques de puerta de Courtois). Ahí la Real se lanzaba a la presión alta con su ya clásica estructura de defensa agresiva, el 4-4-2 en rombo. Becker saltaba a la doble punta, Sucic quedaba por detrás y Kubo y Sergio Gómez eran los interiores, con Zubimendi en el vértice bajo. Durante los primeros minutos, los guipuzcoanos combinaron las dos estructuras vistas, en función del momento.

Captura que muestra el 4-4-2 en rombo con el que la Real formaba en sus fases de presión alta.

La importancia de interpretar

Hecha esta introducción general, veamos dos importantes matices de la colocación realista en esos momentos de repliegue y de juntar líneas. Tal y como se aprecia en la imagen inferior, resultó interesante la posición de Sergio Gómez, a menudo más retrasado que Zubimendi y hundiéndose con Arda Guler para evitar que el turco fijara a Aguerd en última línea. Sin embargo, más trascendente aún fue la ubicación de Sheraldo Becker, convertido en resorte para modificar el registro defensivo. A menudo se olvidaba de su teórico par en banda (Carvajal) para centrar su posición en diagonal hacia Militao. ¿Por qué?

Imagen que muestra todo lo explicado en el anterior párrafo: Sergio se hunde con Guler y Becker centra su posición...

Minuto 24:10. Vemos aquí (imagen inferior) cómo se activaba la Real para presionar arriba. Becker ve que Militao va a recibir el balón y se lanza a por él, viendo además que la orientación del brasileño impedirá a este el pase a Carvajal. El Real Madrid se va a sentir presionado y los txuri-urdin lo saben, porque la línea local de centrocampistas interpreta el movimiento de Becker como un toque de corneta: hay que lanzarse en bloque alto.

Momento en el que Becker se dispone a saltar a por Militao.

Solo cinco segundos después (minuto 24:15), la Real ha configurado una muy agresiva estructura de presión al hombre. El 4-4-2 ya ni siquiera se da con rombo en la medular (vigilancias intermedias), sino mediante persecuciones individuales a todos los futbolistas del Real Madrid que intervienen en el inicio de la jugada. Detrás (fuera de imagen), Aguerd corrige ganando unos metros para emparejarse con Guler. Los txuri-urdin roban el balón y Sucic dispara a la madera.

Agresivo salto a la presión de la Real, previo a la ocasión con disparo al palo (primera mitad) de Luka Sucic.

Becker, al palo

Resultó significativo que los dos balones que se estrellaron en la madera antes del descanso nacieran de las dos formas de presión estudiadas. El primero (Sucic) surgió de una fase de repliegue que el salto de Becker a por Militao convirtió en bloque alto. El segundo (Becker), mientras, comenzó con un saque de meta del central brasileño que la Real apretó con el rombo ya visto. Sucedió en el minuto 35...

Saque de puerta que ejecuta Militao para Courtois, y que la Real aprieta en rombo. Obsérvese que Sucic está solo con dos rivales (Valverde y Modric), pero Zubimendi no gana altura para ayudarle porque cuenta con las vigilancias de los interiores (Kubo y Sergio) y la agresividad en primera línea de Becker y Sadiq.

El Real Madrid trató de sacar el balón jugado y, una vez más, se embotelló en el lado de Rudiger, quien siendo diestro actuaba en el perfil zurdo. El robo realista (imagen inferior) generó el disparo al larguero de Becker y vino a significar un ejemplo perfecto del modo en que los txuri-urdin supieron controlar en Anoeta al vigente campeón de Europa. Fue un partido positivo para los de Imanol en clave futbolística. Acreditaron dos o tres pasos adelante respecto a anteriores encuentros. Pero también toca matizar que las características y el contexto táctico de la visita merengue nada tuvieron que ver con panoramas muy distintos que el equipo se va a encontrar a partir de ahora. Mallorca, Valladolid y Valencia son los próximos rivales en Liga...

La Real aprieta ariba con el rombo y va a robar el balón para que Becker estrelle un nuevo balón en el larguero.