El Atlético de Madrid ya conoce el precio de Robin Le Normand y todo parece indicar que lo va a pagar. Si pretende hacerse con sus servicios, tendrá que aumentar su oferta hasta los 40 millones de euros, una cantidad que la Real Sociedad considera suficiente a pesar de constituir dos tercios de lo que estipula su cláusula de rescisión de contrato, que asciende hasta los 60 millones. Como hemos ido informando, la directiva realista no ha querido bajo ningún concepto incluir a un futbolista como moneda de cambio en la operación. Todos los focos se habían centrado en la figura de Javi Galán, que había estaba cedido hasta junio en Anoeta por parte del club colchonero, que, además, puso muchas facilidades para dar una inesperada ciaboga cuando todo parecía indicar que recalaría a préstamo en el Villarreal en el pasado mes de enero justo en el momento en el que se lesionaron Aihen Muñoz, de gravedad y, tres días después, Kieran Tierney. Según ha podido saber este periódico, el Atlético ha accedido a subir su oferta y el acuerdo se podría en torno a los citados 40 millones de euros (está por ver que lleguen tan arriba por un defensa).

Desde hace un par de meses la prensa madrileña no ha parado de publicar información sobre la posible salida del txuri-urdin al Metropolitano. La sensación que quedaba es que era el propio jugador quien estaba forzando su salida del club, pero nada más lejos de la realidad. Sí que es cierto que sus agentes se han estado moviendo, ya que no conciben que sus emolumentos se encuentren tan alejados de los de sus cuatro compañeros de equipo también internacionales y que el resto de compañeros que se encuentran concentrados en Alemania.

Le Normand no ha movido ficha

No han tardado en salir a la palestra los más faltones e intransigentes de la afición txuri-urdin para criticar con vehemencia a Robin. Pero se equivocan. A pesar de que Jokin Aperribay suele repetir que no tienen ninguna necesidad de vender, siempre ha visto con muy buenos ojos intentar hacer negocio con el defensa de mayor confianza de Imanol en su célebre lustro. Es más, hace unos meses, cuando la dirección deportiva le convidó a que aceptara la propuesta de la Federación para nacionalizarse y jugar con España, Le Normand tanteó la posibilidad de renovar porque su prioridad siempre ha sido quedarse en la Real, a la que considera su casa y a la que siempre estará muy agradecida. Pero cuál fue su sorpresa cuando el club se cerró en banda y le transmitió en todo momento que la puerta estaba abierta para un posible traspaso.

Le Normand, sobre el césped del Metropolitano esta temporada. Real Sociedad

La mejor demostración de que la Real no ve con malos cerrar un traspaso de 40 millones con el Atlético, una cantidad respetable sobre todo si se tiene en cuenta que estamos hablando de un defensa, es que todo parece indicar que va a cerrar el acuerdo antes de la Eurocopa, en la que, insistimos, parte con muchas opciones de seguir siendo indiscutible para el seleccionador. Lo malo de un escaparate como el de los grandes torneos internacionales es que, si lo haces bien, el jugador se revaloriza, pero si lo hace muy mal, también se deprecia y pueden verse truncadas operaciones millonarias.

El Atlético tiene prisa y la Real tiene toda la pinta de no querer arriesgar y preferir ingresar un buen cheque. Se puede entender la sensibilidad de la afición txuri-urdin por su nuevo destino que tanta animadversión le genera después del asesinato de Aitor Zabaleta, pero Robin tenía solo 2 años en su Bretaña en 1998 (aunque conozca de primera mano el sentir de su parroquia, obviamente) y no ha movido un solo dedo para marcharse. En cambio, el presidente sí que ha hecho más de una operación con Miguel Ángel Gil Marín, el directivo con el que mejor se lleva de la Liga.

Robin es mucho Robin

Aunque suene incongruente mantener ese mensaje de ambición con rebajar la cláusula para vender a tu mejor defensa al cuarto clasificado, el puesto que se pretende recuperar el curso que viene, en Anoeta consideran que tenían que sacrificar a uno de los pesos pesados para tratar de garantizarse la continuidad de los demás. Otra de las certezas a día de hoy es que el Atlético es el único club capaz de alcanzar esas cifras que quiere pretende al realista. El Nápoles enredó mucho, pero nunca llegó con ofertas formales y el Chelsea estudió su incorporación pero finalmente no quiso entrar en subastas.

Robin Le Normand, en Zubieta. Arnaitz Rubio

Esperemos que esta vez no falle en el diagnóstico la dirección deportiva, que no le dio importancia a quedarse sin su mejor delantero el pasado verano y lo pagó muy caro. 40 millones es una cuantiosa cifra, pero Robin es mucho Robin...