Lo peor del 'caso Alogo' está por venir
En Ibaigane asisten tranquilos a los movimientos del club realista porque tienen un contrato firmado con la familia del jugador con una indemnización millonaria incluida
El 'caso Alogo' es solo la punta del iceberg de la guerra abierta por la cantera de los equipos vascos. Un conflicto que no es nuevo y que lleva muchos años abierto, aunque se reactiva cada vez que una directiva rojiblanca intensifica su ofensiva en el territorio de su eterno rival. Desde la llegada de Jon Uriarte a la presidencia, su dirección deportiva, ahora comandada por Mikel González, ha tenido muy claro que, en vista de los problemas económicos que podían sufrir si seguían sin entrar en competiciones europeas, su futuro pasaba por ganar mucha más presencia en el vivero guipuzcoano. Más que nada porque el navarro lo tienen explotado y bastante controlado desde hace mucho tiempo (todo se resume en la famosa información publicada por el Diario de Navarra, “el Athletic lanza ofertas a casi todos los infantiles rojillos”, en febrero de 2023).
Como recordarán, Alogo es un chaval de solo 12 años que estaba jugando en el Mariño de Irun, club convenido con la Real. Mide 188 centímetros, por lo que destaca sobremanera del resto de jugadores de su categoría, aunque también cuenta con una calidad técnica y una visión de juego inusual para su edad. Por ahora actúa de delantero centro, pero alguno de los que le conocen piensa que es muy probable que acabe actuando en posiciones más retrasadas. Desde luego, a día de hoy, impresiona, impone y marca diferencias respecto a sus rivales. Su irrupción y su potencial no ha pasado inadvertidos para los cuatro ojeadores zurigorris que peinan cada fin de semana los campos de Gipuzkoa en busca de estrellas emergentes, como tampoco lo había hecho para los técnicos del Antiguoko, que llevaban tiempo detrás del chaval, sobre todo desde que decidió abandonar su anterior club, el Lengokoak.
A mediados de marzo, el medio de comunicación más poderoso de Bizkaia anunció a bombo y platillo, con llamada en su portada y fotografía incluidas, que “el Athletic arrebata a la Real una promesa de 12 años al que también querían Villarreal y Real Madrid. El proyecto deportivo y formativo rojiblanco seduce a la familia del delantero Alfredo Alogo, que vivirá en un baserri cerca de Lezama”. La noticia estaba ratificada por la propia dirección del club, que, además, le dio un tirón de orejas por sacar en la primera página la imagen de un niño.
La Real llevaba días intentando convencer a su familia por todos los medios y con ofertas cada vez más mejoradas para que echara marcha atrás y Alfredo se incorporara en Zubieta este mismo verano. En Semana Santa aprovecharon que todavía milita en un club convenido para que pudiese disputar uno de los torneos que disputan sus respectivos equipos en categorías inferiores. En la actualidad, la dirección deportiva txuri-urdin ya es plenamente consciente de que Alfredo prefiere quedarse con su familia y jugar en la Real, a la que lleva años yendo a ver jugar en Anoeta todos los partidos. Es decir, su decisión es quedarse y jugar de txuri-urdin (lo adelantó Marca).
El permiso de la Diputación y la tardía defensa de la Federación
El club blanquiazul ha ido más allá y ha vuelto a mover ficha al solicitar a la Diputación un permiso especial para que Alogo pudiera jugar estas últimas jornadas con su equipo infantil. Luego llegó la denuncia del Antiguoko, que ejerce un papel de correveidile con su asociado Athletic al denunciar un “intolerable” trato de favor: “Debemos manifestar nuestra sorpresa y estupor ante esta nueva acción llevada a cabo por la Diputación Foral de Gipuzkoa y, sobre todo, nuestro rechazo a una conducta aparentemente arbitraria, atentatoria de la norma, del principio constitucional de igualdad y de la libre competencia”. Y la posterior declaración de la Federación Guipuzcoana, a la que no pareció importarle demasiado que el vecino tratara de contratar a un niño de solo 12 años que militaba en uno de sus clubes pero que sí que pidió sentido común para tratar de frenar esta guerra: “Esta Federación asiste horrorizada a la sucesión de los acontecimientos y hace un llamamiento para que, de una vez por todas, se permita al menor continuar con su vida habitual sin tener que estar sometido a semejante presión externa”.
De lo que no se dan cuenta es de que es ahora cuando va a comenzar el verdadero galimatías. Desde Lezama han asistido muy tranquilos a las maniobras de la Real por la simple y llana razón de que la familia tiene firmado un contrato con el Athleticy en el hipotético caso de que entren en un litigio probablemente va a tener que pagar una indemnización millonaria, tal y como está estipulado en el documento.
Posible denuncia al agente
Desde Zubieta también han filtrado la posibilidad de denunciar al agente que ha negociado en nombre de la familia al estar prohibido. Desde el pasado 1 de octubre de 2023 entró en vigor el Reglamento sobre Agentes Fútbol, de obligado cumplimiento para agentes, jugadores y clubes, que regula la actividad de los agentes y se especifican detalladamente los derechos y obligaciones de cada una de las partes involucradas en los contratos entre clubes y jugadores. Y lo que es más grave, prohíbe todo contacto con el menor o su entorno, antes de que tenga 15 años y medio, siendo sancionable toda conducta que no se ajuste a esta medida. El agente que no cumpla esta especificación podrá ser inhabilitado para dos años e ilimitadamente si reincide.
Para tratar de regular una medida que se antoja muy complicada de controlar por la enorme cantidad de agentes que ejercen sin haberse registrado en la FIFA, todo jugador debe comprobar que el contrato cumpla una serie de cláusulas que son de obligado cumplimiento por el susodicho, entre las que se encuentra la obligación de presentar ante la FIFA el contrato firmado, antes de catorce días, para que sea registrado y validado por esta entidad. El organismo incluso ha puesto a disposición de los interesados una página en la que se puede denunciar de forma anónima cualquier comportamiento de este tipo.
No parece que la Real vaya a atreverse a dar ese paso por la lógica razón de que podría pegarse un disparo en el pie y que, en esta selva en la que se ha convertido la captación y el tráfico de chavales, el que esté libre de culpa que tire la primera piedra.
Debut en el infantil y la sensatez de Oyarzabal
Mientras tanto, Alfredo ha debutado este pasado fin de semana en partido de Liga con el infantil de la Real y ya se encuentra entrenando en la dinámica de Zubieta. Pero este verano corre el peligro de que se desate una nueva batalla similar o con connotaciones parecidas a la que se vivió cuando el Athletic anunció de forma unilateral la contratación de un Iban Zubiaurre que tenía contrato en vigor con la Real. Y lo que es peor, al mismo tiempo, los dos equipos continúan en las trincheras tratando de arrebatarse jugadores en cuanto se despista el contrario. Vamos, lo que ha hecho siempre en su era moderna el Athletic y lo que ha decidido responder dentro de sus limitaciones la Real.
La verdadera nota de sensatez y el único que de verdad estuvo a la altura al hablar de esta sonrojante refriega fue Mikel Oyarzabal en una entrevista concedida a este periódico: “A mí tampoco me gusta porque con 10-11 años hay chavales a los que ya se les puede atar durante años y puede que con dos más no quiera volver a jugar al fútbol en su vida, pero creo que son entendibles las dos partes. Con esa edad el chaval tiene que pensar en el colegio, en extraescolares, en pasarlo bien, en disfrutar con los amigos del fin de semana, en visitar a sus abuelos, en comprarse las chuches que les tocan, no en jugar en Primera División”.