El fútbol estatal vive ya la tercera temporada desde la creación de su nueva pirámide de categorías, con la Primera RFEF como escalón inmediatamente inferior a la Segunda División. Eliminando la antigua Segunda B, torneo de 80 clubes que solo otorgaba cuatro ascensos, se buscó reducir la magnitud del embudo y apostar por un campeonato de nivel superior (con solo 40 equipos) que figurara a medio camino entre el profesionalismo y el inicio del amateurismo. ¿Resultado? Los derechos televisivos de la citada Primera RFEF no carburan ni tampoco terminan de compensar, y las grandes e históricas escuadras que pugnan en ella por subir siguen percibiendo la urgencia de tener que abandonar cuanto antes un pozo sin fondo. Sin fondo y sin fondos.

Sirva todo lo explicado para ilustrar la actual situación del Málaga Club de Fútbol, descendido la pasada temporada desde Segunda División y rival esta noche de la Real Sociedad en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. En cuanto consumó su adiós a la categoría de plata comenzó a diseñar este verano, de la mano del ex realista Loren (su director deportivo), un proyecto para regresar a la categoría de plata. Sin embargo, dicha tarea resulta especialmente compleja cuando solo existen cuatro plazas de ascenso (dos de ellas directas) y la lista de aspirantes a las mismas supera por mucho el número de vacantes. En el grupo del propio Málaga figuran Castellón, Ibiza, Córdoba, Real Murcia, Recreativo de Huelva o Real Madrid Castilla, entidades con pasado reciente en divisiones más altas y aspiraciones elevadas. Además, si la complicada primera plaza no se consigue y toca pelear en el play-off con el resto de aspirantes, pueden aparecen entonces en el horizonte equipos del otro lote como Deportivo, Ponferradina, Gimnàstic, Lugo o Fuenlabrada, además del siempre ambicioso filial del Barcelona.

Se escapa la primera plaza

Cuando el primer baile de las sillas cese allá por el mes de mayo, tiene ya toda la pinta de que el Málaga se quedará sin ascenso directo. Y no es que su primera parte de temporada haya resultado nefasta. Sucede, simplemente, que el sistema de competición apenas te ofrece margen de error. Los costasoleños han jugado hasta la fecha 18 partidos de Liga, ganando diez, empatando seis y perdiendo solo dos. Una estadísticas así de positiva les mantiene, sin embargo, terceros a siete puntos de los dos líderes, Castellón e Ibiza. Hay tiempo y jornadas por delante para remontar, pero hay que hacerlo en gran medida y ante dos rivales directos que apenas tropiezan...

En esas anda el Málaga, aspirando cada vez en menor medida al liderato final y mirando por el retrovisor para asegurar al menos la quinta plaza y, por lo tanto, la promoción. El martes empató (2-2) en el descuento en el campo del Intercity de Alicante y el próximo domingo cerrará la primera vuelta visitando al Ceuta, con la Copa entre medias. Los andaluces juegan hoy contra la Real porque eliminaron en su día al Barakaldo en Lasesarre (0-0 y penaltis) y al Eldense en casa (1-0), con alineaciones bastante alternativas respecto a lo habitual en Liga. Cuentan con una base de rotaciones casi fijas para el torneo del K.O., y a partir de la misma insertan a algunos titulares en el once.

En lo que a nombres propios se refiere, su entrenador es Sergio Pellicer (50 años), un técnico castellonense con pasado en las categorías inferiores del club, en el filial del Deportivo y en el Fuenlabrada. Asumió las riendas del equipo el pasado enero, con el Málaga a solo cuatro puntos de la permanencia en Segunda, y ha continuado en el cargo tras el descenso pese a no lograr entonces el objetivo. Utiliza un sistema 4-2-3-1 sin futbolistas conocidos para el gran público, más allá de la presencia en la plantilla de dos jugadores con pasado txuri-urdin: Jokin Gabilondo, lateral diestro de Urretxu (en el Sanse hasta el pasado curso), y el donostiarra Luca Sangalli (fichado en verano del Cartagena). 

LA COMPETENCIA DE BRAIS

Juan Hernández, murciano (de Lorca), tiene 29 años y milita en el Málaga. Juega de extremo diestro a pierna cambiada (es zurdo) y esto significó una coincidencia de características con Brais Méndez durante el curso 2016-17, al compartir ambos plantilla en el Celta B. El técnico Alejandro Menéndez les alternó en las alineaciones durante la gran campaña del famoso Panda team, un filial que lideraba Borja Iglesias (actual punta del Betis) y que disputó el play-off de ascenso a Segunda División.