El 18 de octubre de 2020, durante aquella Liga de la pandemia que se celebró a puerta cerrada de forma casi íntegra, la Real Sociedad visitó al Betis en el Benito Villamarín y obtuvo allí una importante y holgada victoria. Los de Imanol Alguacil se impusieron por cero goles a tres gracias a los tantos de Portu, Oyarzabal de penalti y Januzaj, sin saber entonces que aquel triunfo daría pie a una nefasta racha de resultados con el equipo verdiblanco de por medio. Los cinco siguientes encuentros de Liga entre ambas escuadras se han saldado con tres empates y dos éxitos andaluces, pero no queda ahí la cosa, pues la Copa del Rey ha deparado otros dos enfrentamientos, saldados ambos con pase del propio Betis.

Sucede, en cualquier caso, que estadísticas como la explicada no tienen por qué significar nada en esto del fútbol. Y ocurre además que esta Real viene encargándose últimamente de desmentir maleficios similares. Uno muy general apuntaba a que a la escuadra txuri-urdin le faltaban dos puntos de competitividad ante las citas europeas más exigentes, circunstancia que parece haber perdido vigencia con el reciente liderato de grupo en la Champions. Y hace solo una semana, con el 0-3 en La Cerámica, quedó definitivamente atrás un dato que se arrastraba desde septiembre de 2006: la ausencia de triunfos ligueros contra equipos de Marcelino. Los txuri-urdin visitaron el pasado sábado al Villarreal, dirigido por el técnico asturiano, y regresaron a casa con una importantísima victoria en el zurrón. Este domingo toca el Betis.

Se trata ahora de acabar con otro mito, el que dice que el mismo Betis se le da mal a la Real. Siete duelos sin triunfo así deberían atestiguarlo, pero la lista de enfrentamientos recientes presenta matices de todo tipo, detalles puntuales que, de no haberse dado, bien podrían haber decantado la balanza del lado blanquiazul. Así sucedió, por ejemplo, durante el enero negro de 2021, el mes que inauguró la mala la racha con una doble confrontación. Primero, el día 23, en un duelo liguero en Anoeta que terminó 2-2 con goles andaluces de Canales y Joaquín en los minutos 84 y 91. Y después, el miércoles 26, en un 3-1 de Copa del Rey totalmente condicionado por la expulsión de Mateu Lahoz a Asier Illarramendi. Cuando esta se produjo, la Real ganaba 0-1.

Esto último ocurrió en los octavos de final en la edición 2020-21. En la siguiente, la 2021-22, el enfrentamiento se repitió con motivos de los cuartos de final, entonces en Anoeta, y se resolvió con un doloroso 0-4 tras estar muy cerca los txuri-urdin de igualar el momentáneo 0-1. Un polémico gol anulado por fuera de juego y un paradón de Rui Silva a Isak mantuvieron con ventaja a los de Pellegrini, quienes repitieron finalmente el resultado endosado a la Real en Liga, apenas un mes antes. En la pasada campaña, finalmente, el 0-2 de Donostia en el campeonato fue también para verlo, con dos goles visitantes en el descuento y muchas ocasiones previas de los locales. Después, el pasado abril en Sevilla, en el último precedente hasta la fecha, la Real arrancó un positivo empate que no pudo convertir en triunfo en el minuto 90, al desperdiciar una buena ocasión Mikel Merino.