Cerca de medio millar de aficionados y aficionadas acompañarán a la Real este martes en las gradas del Red Bull Arena de Salzburgo, la mitad de los más de 1.000 que siguieron al equipo en 2018, en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Europa League.
En aquella ocasión, no fueron pocos los que se desplazaron hasta la ciudad austríaca para un choque al que el equipo de Eusebio llegaba con la obligación de ganar tras el 2-2 de la ida contra un conjunto que venía de caer de la Champions League.
Cinco años después, tener en el mismo grupo destinos más sugerentes como Milán y Lisboa, que Salzburgo sea el primer desplazamiento nada más arrancar la liguilla y además pocas semanas después de gastar las vacaciones estivales, y que sea ya una ciudad conocida para parte de la afición ha provocado una menor demanda de entradas.
El Red Bull Salzburg ofreció unos 1.500 tiques a un precio de 40 euros cada uno, por debajo del tope máximo de 70 euros que impone la UEFA, lo que significa que la Real ha devuelto del orden de 1.000. En el caso de otros destinos como Lisboa, la demanda supera las 3.250 entradas facilitadas a la Real. El último choque de la liguilla la entidad guipuzcoana dispondrá de unas 4.000 localidades.
Para la afición que se desplace a Salzburgo, el club anfitrión ha dado a conocer distintos aspectos prácticos, entre los que destaca el uso del transporte público para llegar al estadio, a las afueras de la ciudad natal de Mozart.
