La Liga oficializó el sábado a mediodía, coincidiendo con toda la previa del Real Sociedad-Granada, un cambio de horario que pasó algo desapercibido pero que perjudica notablemente a los txuri-urdin. La visita de estos al Real Madrid pasa del sábado 16 de septiembre a las 16.15 al domingo 17 a las 21.00, solo tres días antes de recibir al Inter en la Champions. El hecho de que merengues y blanquiazules se estrenen en Europa en miércoles ha dado licencia al ente organizador para protagonizar un movimiento tan lícito como cuestionable.

En la franja que ocupa el partido de Chamartín estaba situado, en un principio, el Valencia-Atlético de Madrid, pero a los colchoneros les toca debutar en Champions el martes 19, lo que ha obligado a variar su compromiso liguero. Este ha permutado en la agenda con el Real Madrid-Real, permaneciendo en sábado a las 18.30 horas un Celta-Mallorca sin implicaciones continentales. La Liga no sitúa ahí el partido de la propia Real en el Bernabéu porque prefiere guardar para el domingo por la noche un encuentro con cartel. Esta sería la explicación más políticamente correcta para un cambio tras el que, según indican las malas lenguas, se encontraría también la tensa relación entre el club merengue y la propia Liga. La directiva de Florentino Pérez prohibió este sábado a los operadores televisivos emitir la previa y el pospartido desde el interior del estadio.