Es lo que tiene, para un club de la liga portuguesa, y por muy fuerte que sea en el ámbito luso, completar una temporada como la pasada. El Benfica ganó la liga local y enamoró durante la fase de grupos de la Champions, circunstancias que, unidas a su buen fútbol, terminaron desmantelando el plantel. Enzo Fernández se marchó al Chelsea en enero, tras el Mundial. Y este verano lo han hecho futbolistas importantes como Gonçalo Ramos (PSG) o el lateral izquierdo Grimaldo (Leverkusen). Además, este viernes tiene todas las papeletas para dejar el club el portero griego Vlachodimos, anhelado por varios equipos de la Premier.

Los lisboetas, en cualquier caso, tampoco se han movido mal para reforzar el plantel, incorporando a Kokcu (Feyenoord), Di María (Juventus) o Cabral (Fiorentina). Además, han renovado la cesión de Gonçalo Guedes (Wolverhampton), quien ya militara a préstamo en el equipo durante la segunda parte de la pasada temporada. Este Benfica lleva seis puntos de nueve en su liga, y ganó la supercopa.