La Real Sociedad obtuvo un meritorio empate este domingo en el Santiago Bernabéu, en el partido que le midió al Real Madrid con motivo de la 19ª jornada de Liga. Tras un buen arranque txuri-urdin, el cuadro blanco se adueñó del encuentro durante la fase central del mismo, hasta que un ajuste de Imanol Alguacil en el minuto 55 volvió a equilibrar la balanza del juego. El técnico modificó el esquema, pasó a disponer un 4-3-3 que en fase defensiva mutaba a 4-4-2 y logró así que, en el tramo final del duelo, pareciera más cerca el gol visitante que el local. Este es el análisis táctico de la contienda.

La Real planteó una presión que ha convertido en habitual durante los últimos partidos. Ya no empareja uno para uno en todo el campo. Mantiene el rombo, flota a los laterales rivales y salta a estos con los interiores (Brais-Illarra): uno sale a banda y el otro bascula dentro.

La Real planteó una presión que ha convertido en habitual durante los últimos partidos. Ya no empareja uno para uno en todo el campo. Mantiene el rombo, flota a los laterales rivales y salta a estos con los interiores (Brais-Illarra): uno sale a banda y el otro bascula dentro.

No se había alcanzado el minuto uno y los txuri-urdin ya apretaban así. Illarra sale a Nacho. Zubimendi (fuera de imagen) corrige y se encarga de Valverde. Brais bascula y marca a Ceballos El equipo mantiene el cuatro para tres atrás dejando libre a Camavinga, lejos de la acción.

La Real entró muy bien al partido, hasta que poco a poco las circunstancias fueron hundiendo su bloque. Esto provocó que, mediada la primera parte, el campo comenzara a inclinarse hacia Remiro. ¿Qué pasó? Se juntaron varios factores. 

FACTOR 1: Muy buenas salidas del Real Madrid. Las orientaba a la izquierda y forzaba esta situación. NEGRO: Brais a Camavinga. BLANCO: Ceballos atrae muy arriba a Zubimendi. AZUL: movimiento interior de Rodrygo. ROJO: zona de inferioridad (uno contra dos) para Illarra.

FACTOR 1: Muy buenas salidas del Real Madrid. Las orientaba a la izquierda y forzaba esta situación. NEGRO: Brais a Camavinga. BLANCO: Ceballos atrae muy arriba a Zubimendi. AZUL: movimiento interior de Rodrygo. ROJO: zona de inferioridad (uno contra dos) para Illarra.

En esta imagen, réplica de la anterior en la pizarra, Courtois se dispone a cambiar de orientación hacia la zona roja de superioridad numérica madridista, dos contra uno de Illarra con Rodrygo-Valverde o tres contra dos si incluimos en la ecuación a Aihen y Nacho.

FACTOR 2: Muy buena presión de los locales  Para la fase defensiva, Ancelotti escogió igualar el rombo txuri-urdin. 1- Soltando a Rodrygo a primera línea. 2- Situando a Ceballos de mediapunta, emparejado con Zubimendi. 3- Colocando a Vinicius en el vértice izquierdo, marcando a Brais.

FACTOR 2: Muy buena presión de los locales Para la fase defensiva, Ancelotti escogió igualar el rombo txuri-urdin. 1- Soltando a Rodrygo a primera línea. 2- Situando a Ceballos de mediapunta, emparejado con Zubimendi. 3- Colocando a Vinicius en el vértice izquierdo, marcando a Brais.

Le ayudó a Ancelotti que el costado habitual de salida txuri-urdin sea el izquierdo (Sorloth, destinatario del juego directo, es zurdo y además compartió punta con Oyarzabal). Así, cuando la Real intentaba salir a través de Aihen, quien saltaba a este era un portento como Valverde.

Si la Real salía con su lateral izquierdo, el Real Madrid basculaba su rombo como les veíamos antes a los txuri-urdin Resultó interesante ver cómo los blancos fueron conscientes de la importancia de saltar a por Aihen, hombre libre de inicio: Valverde recibe ayuda de Rodrygo.

Y FACTOR 3: Estructura txuri-urdin. Los factores 1 y 2 empujaron a la Real hacia su área. Defender en bloque medio-bajo con 4-4-2 en rombo vaciaba las bandas y facilitaba a los extremos o laterales blancos (sobre todo a Vinicius) encarar a sus pares (ejemplo previo del minuto seis).

El panorama no cambió durante los primeros minutos de la segunda parte. A la Real le faltaba ya energía para ajustar como es debido la presión alta que suele ejecutar. Y defender cerca de Remiro con el rombo podía dificultar las ayudas en banda a Aritz-Rico.

Llegó entonces el ajuste clave de Imanol. Con los cambios del minuto 55, la Real pasó a dibujar un claro 4-3-3.

En cualquier caso, el dibujo mutaba en fase defensiva para encontrar su verdadera razón de ser. Se trataba de defender con dos líneas de cuatro y, sobre todo, cos dos jugadores fijos en cada banda. Brillante Kubo, gracias a su trabajo y también a su chispa a la hora de atacar.

El cambio táctico y el oxígeno que aportaron los futbolistas salidos desde el banquillo permitieron que, en la media hora final, el equipo se pareciera mucho más al de los 20 primeros minutos que al de esa fase intermedia de mucho sufrimiento. Gran Real ante un gran rival.