A pesar del convulso inicio, marcado por una gravísima plaga de lesiones y una derrota incómoda en Getafe que siempre levanta ampollas, la Real va bien. Con el triunfo logrado ante el Espanyol, los de Imanol suman ya 10 puntos de 18 posibles, lo que les ha permitido encaramarse en la octava posición a solo uno de la sexta plaza y a tres de los puestos Champions. Eso, con un calendario muy exigente sobre todo en Anoeta donde sus dos primeros visitantes fueron el Barcelona y el Atlético. Por si fuera poco, los donostiarras cuentan sus comparecencias en Europa por victorias, con la hazaña de Old Trafford, en su mejor actuación hasta la fecha y en un éxito para la posteridad, y la posterior confirmación con un éxito menor contra un el modesto Omonia, que incluso hizo perder la paciencia por momentos a parte de la grada. Este era sin duda el objetivo marcado desde el inicio, aumentado porque en el camino ha caído Sadiq, sin duda el fichaje que ilusiones había generado al ser, además, la mayor inversión en la historia del club. Llegar a enero bien situados cerca o en la zona noble de la Liga y tener el pasaporte para los cruces de las eliminatorias de la Europa league, a poder ser como primera de grupo al eximirte de una ronda antes los que caen de la Champions.

La Real volvió a acreditar frente al Espanyol que tiene mucho potencial. Que por momentos encierra y avasalla a su contrincante, con una presión adelantada muy fuerte que le permite recuperar en campo contrario y en situaciones propicias y con una medular capaz de generar un gran juego y de muchos quilates. Es cierto que todavía no ha solucionado el problema del gol que arrastra desde la pasada campaña, lo que sin duda va a provocar que su afición padezca del corazón, como sucedió frente a los pericos, y hará sin duda que el día menos pensado vuelen puntos que en teoría se habían merecido en el campo. Al menos en los dos encuentros de esta semana, la Real ha acreditado personalidad y carácter para levantarse cuando le empataron y capacidad de reacción y pegada para volver a ponerse por delante en las dos primeras citas en las que ha anotado más de una diana en 90 minutos. 

Cuando solo llevamos un mes de competición, todavía permanece abierto el debate sobre si Imanol dispone de mejor plantilla que el año pasado. Todas las opiniones son válidas y merecen ser respetadas y, aunque dicen que las comparaciones son odiosas, lo cierto que todo queda condicionado con que se fue Isak y llegaron Sorloth y Sadiq. Como este se ha roto a la primera, habrá que ver hasta dónde llega el noruego, que por ahora parece encontrarse al mismo nivel que al final del curso pasado.

Cuando solo llevamos un mes de competición, todavía permanece abierto el debate sobre si Imanol dispone de mejor plantilla que el año pasado

Pero la clave para ser optimistas estiba en la fortaleza de la segunda línea con las incorporaciones de Brais, Cho y Kubo a los que podríamos equiparar tal y como vienen jugando a Rafinha, Portu y Januzaj, respectivamente. El gallego está siendo el gran triunfador del inicio del curso con un recital en cada comparecencia y con unos buenos registros como lo confirma que acumula cuatro goles en ocho encuentros, que superan ampliamente el gol que anotó el del PSG. En las Rías Baixas muchos de los celebraban el gol que le habían metido a la Real por los 14 millones que le costó el traspaso comienzan a dudar sobre si no lo han vendido por debajo de su precio.

Cho lleva dos asistencia y todavía no ha visto puerta. No parece que sea su fuerte, pero sus sensaciones son muy superiores a las ofreció el curso pasado un desconocido y ofuscado Portu que finalizo con dos tantos y tres asistencias. Por último, Kubo, que es un guerrero constante, no da un balón por perdido y encima se le cae la calidad de los bolsillos, ha firmado un gol y ha dado dos, mientras que Januzaj acabó el curso con cinco dianas tres pases de gol. 

Aunque el mal todavía no está erradicado, es evidente que hay motivos para la esperanza con esta segunda línea que, como se puedo comprobar por la reacción de la grada de Anoeta, ya han calado hondo entre la afición txuri-urdin.