Las desgracias nunca vienen solas. Después de tocar el cielo en Manchester con una victoria épica que perdurará para siempre, la Real se dio de bruces con la realidad en Getafe donde volvió a tropezar con la misma piedra al sufrir una dura derrota y, lo que es peor, donde cayó lesionado su flamante fichaje estrella Sadiq Umar. Esta mañana el nigeriano está pasando las pertinentes pruebas físcas y todo parece indicar que se trata de una tensa espera para conocer la dramática noticia de que se ha roto el ligamento cruzado de su rodilla derecha y que se perderá lo que resta de temporada.
El propio Imanol Alguacil se mostró muy negativo con la situación nada más acabar el encuentro: “No quiero hacer de médico, aunque la jugada me ha pillado cerca y ha sido muy fea. Veremos cuál es el alcance de la lesión cuando le hagan la resonancia magnética. Vamos a esperar, aunque la cosa no tiene buena pinta”.
Mikel Oyarzabal ya corre y toca balón en Zubieta, pero todavía le falta un poco para reincorporarse a la dinámica de grupo a escasos días de que se cumplan los seis meses desde que se lesionó
Sadiq ha jugado 158 minutos, de los cuales solo 45 han sido en Anoeta ante una afición que le había adoptado con rapidez como su nuevo ídolo. Su más que posible desgracia se suma a la de Oyarzabal, que todavía no se ha recuperado de la rotura del cruzado que sufrió el 17 de marzo. A pocos días de cumplirse los seis meses, ya corre y toca balón por Zubieta, pero todavía le falta para reintegrase a la dinámica de grupo. Y a la de Carlos Fernández, que sufrió la misma lesión en la pretemporada del verano de 2021 y que todavía no ha reaparecido en partido oficial por los problemas musculares derivados de la grave lesión.
Pero si se confirman los peores presagios, el caso que más se parece es el de Esteban Granero quien aterrizó para cubrir el puesto que dejó Asier Illarramendi y padeció con la lesión más temida por los futbolistas cuando solo había disputado 53 minutos con la txuri-urdin.
La solución definitiva en las próximas horas, pero, aunque hay muchas lesiones musculares que acaban enfadando a la afición, en este caso solo se pueden achacar al infortunio y a la fatalidad.
