Hasta hace poco menos de un mes, antes de que arrancara la competición, uno de los equipos que más ilusión había generado entre sus aficionados era el Getafe de Quique Sánchez Flores. Los entendidos en la materia decían que era uno de los clubs, al margen de los transatlásticos, que mejor se había movido en el mercado haciéndose con los servicios, entre otros, de Borja Mayoral, Portu, Luis Milla, Domingos Duarte, Munir El Haddadi o Jaime Seoane. Cuatro partidos después, el conjunto azulón solo ha sumado un punto de los doce posibles y el entrenador madrileño está en el disparadero. Tal el así que una derrota frente a la Real podría significar el adiós de Quique y el regreso de uno viejo conocido por aquellos lares como es José Bordalás, una institución en la entidad madrileña.

Cabe recordar que el técnico alicantino, en estos momentos, se encuentra sin equipo tras prescindir el Valencia de sus servicios este verano y apostar por Genaro Gattuso. Bordalás se quedó compuesto y sin novia. “No me lo esperaba. Me quedaba un año más de contrato y podía haber seguido porque no había terminado el trabajo. No lo esperaba de ninguna manera”. Éstas fueron las palabras de Bordalás a los pocos días de confirmarse su salida de la entidad ché. Ahora, un año y cuatro meses después, puede volver a deshacer el camino andado y retornar a un club que conoce a la perfección y con el que vivió sus mejores épocas como entrenador.

Cinco temporadas en las que logró el ascenso a Primera División y clasificar a los azulones en la Europa League, eliminando, por ejemplo, a un clásico como el Ajax y plantándole cara al Inter de Lukaku. Pero en mayo de 2021 y tras una campaña complicada en Madrid, decidió que era el momento de hacer las maletas y emprender una nueva aventura, en esta ocasión a orillas del Turia y para hacerse cargo del Valencia. La apuesta, visto lo visto, no resultó del todo exitosa y hoy es el día en el que está sin equipo a la espera de que alguien vuelve a llamar a su puerta. Y todo hace indicar que Ángel Torres ha sido el primero en tantear su opción.

Hoy, el alicantino no estará en el banquillo. Y la Real respira tranquila, más que nada porque en su época como entrenador del Getafe se convirtió en una especie de piedra en el zapato, granjeándose la antipatía de la afición realzale que aún recuerda la manera en la que se encaró con un jovencísimo Mikel Oyarzabal espetándole un irrespetuoso: ‘Tranquilito, ya no eres tan listo’ en el partido jugado en Anoeta un 8 de octubre de 2019, encuentro, todo hay que decirlo, que acabó con victoria madrileña por 1-2.

Y es que salvo en su última campaña al frente del Getafe, en el que la Real salió victoriosa de los dos duelos, en el resto de temporadas, la legión pretoriana de Bordalás consiguió, en muchos momentos, sacar de quicio a la Real, al que casi siempre le ganó la partida. Incluso la temporada pasada, el conjunto txuri-urdin, por ejemplo, se mostró incapaz de superar al Valencia, un equipo que, por decirlo de alguna manera, se había bordalizado.

La Real, mal ante Quique

Tampoco es que a la Real le vayan demasiado bien las cosas cuando tiene delante un equipo entrenado por Quique Sánchez Flores. Todo lo contrario. Únicamente ha conseguido una victoria en los trece duelos que han dirimido. Fue en la campaña 16/17 y la Real se impuso en Cornellá por 1-2 gracias a los tantos de Carlos Vela y Asier Illarramendi. Dentro de todos estos enfrentamientos forma parte, claro está, el más doloroso para la hinchada blanquiazul. Quique Sánchez Flores estaba sentado en el banquillo del Valencia aquel fatídico 17 de junio de 2007. El encuentro de Mestalla terminó con empate a tres goles y con la Real descendiendo a Segunda División tras 40 años consecutivos en la elite.

Hoy, el conjunto blanquiazul podría sentenciarle.