Ander Guevara no lo pasó bien el curso pasado y todavía sigue acusando su déficit de confianza. El canterano de la Real Sociedad pagó muy caro el error que se cobró con el fatídico primer gol del Betis en la Copa y desde ese momento desapareció de las alineaciones. Inteligente y sensato, habla con madurez de lo ocurrido y de lo que ha aprendido. A pesar de los malos momentos, tiene claro que sigue siendo un privilegiado.

Lejos queda su debut un 15 de marzo de 2019...

Tengo sensaciones encontradas porque por un lado te das cuenta de que el tiempo vuela y por otro, pienso en aquel día y me acuerdo como si fuera ayer. Siempre me he sentido un privilegiado por poder hacer lo que más me gusta y ya no te digo por poder hacerlo aquí.

Ha jugado 21, 38 y 24 encuentros en las tres campañas en el primer equipo...

Durante estos tres años siempre me he sentido importante. Sobre todo poder contar con esa regularidad, poder estar disponible casi siempre y saber que el entrenador ha tenido confianza plena en mí para ponerme en cualquier momento es algo que te hace sentir muy bien. Es verdad que hay momentos de todo tipo, de mayores subidas de nivel y de confianza y de bajadas, pero estoy contento y mi idea es seguir acumulando muchos minutos, muchos partidos e intentar seguir ayudando al equipo en lo que sea necesario.

El día D de la pasada campaña, ante el Betis en la Copa, Guevara y diez más.

Es verdad que de cara al año pasado cuando echo la vista atrás, uno de los mayores borrones personales y colectivos fue ese día. Veníamos de hacer una Copa muy buena, teníamos un partidazo por delante en casa con nuestra gente y estábamos ilusionados. Luego fue empezar, encajamos el primer gol y se torció todo un poco tanto a nivel personal como a colectivo. Estas cosas pasan. Pero bueno, creo que después supimos levantarnos, reponernos y hacer un gran año.

¿Le dio muchas vueltas a la jugada del primer gol bético?

Muchas veces a estos niveles te pasa que cuando eres el protagonista de una manera negativa en una jugada que luego deviene, como en este caso, en el 0-1 y se te empieza a poner el partido cuesta arriba le das muchas vueltas. Creo que fui capaz de darle la vuelta y sacar el aprendizaje que tuve que sacar de esa jugada, y efectivamente fue que en un momento en el que consideré que llegaba con ventaja y con la posición ganada con respecto a William Carvalho, por intentar protegerla, que lo mejor hubiese sido despejarla de primeras, me confié, un fallo de cálculo y se dio así. Pero el fútbol es así, de acierto y error, ese día me tocó la peor cara de la moneda y ante esto lo que uno puede hacer es sacar el aprendizaje y seguir hacia adelante.

Tiene pinta de que es de los que se atormenta mucho...

Durante estos años sí que considero que aparte de intentar mejorar en el campo intentas mejorar psicológicamente. Siempre he sido alguien que he sopesado mucho todas las cosas a lo largo de mi vida y en el fútbol no es para menos, pero también he aprendido hasta qué punto tengo que estar sufriendo. Parece que hay una filosofía de vida de que cuánto más sufras, mejor y no es el caso. Obviamente pasas el trago, pero positivo y seguir adelante.

"Tuve conversaciones con Imanol, no tanto pidiéndole explicaciones porque nunca lo he hecho; es él el que decide y lo que decide está bien"

Luego estuvo un mes sin jugar...

No lo vi como castigo. Durante ese tiempo tuve conversaciones con Imanol, no tanto pidiéndole explicaciones porque nunca lo he hecho; es él el que decide y lo que decide está bien. Creo que hubo varios factores: no tanto que bajara mi rendimiento y mi nivel, sino que Martin empezó a coger más protagonismo, a hacerlo bien, el míster decidió que tenía que empezar a jugar más y yo no tanto y yo considero que mi día a día no cambió nada. Seguía viniendo a entrenar a Zubieta con las mismas ganas e intentando poner todo sobre el césped y considero que no bajé mi nivel. Fue su decisión y ahí no hay nada que achacar. Obviamente molesta el hecho de no jugar pero sé que es parte de esto y en ese momento era lo que me tocaba.

Reapareció en Mallorca, se le vio tocado y también le cambiaron en el descanso.

Creo que todo eso se resume a que después de estar un mes fuera de los partidos, por mucho que estés entrenando, quizás ese día me pasó que acusé la falta de actividad y sin estar a mi mejor nivel tampoco considero que hiciera una mala primera parte. Obviamente hubo cosas que no salieron bien y el míster decidió que en el descanso había que hacer un cambio y lo acepté sin poner ninguna mala cara ni nada.

¿Pero en ese momento Imanol se lo explica?

Había habido ciertas acciones que a él no le habían gustado o no le encajaban y entendió que había que hacer ese ajuste, meter a Martin y ya te digo que por mucho que en ciertos momentos te siente peor, no pides explicaciones porque es lo que hay. Luego te vas a casa, le das las vueltas que necesites, hablas con él, te explica lo que considera y lo asumes. Creo que no hay que buscar más vuelta.

¿Quién le ayuda cuando lo pasa mal?

El círculo más cercano es el que en momentos peores o más bajos te ayudan. En mi caso mi familia, mi novia cuando vuelvo a casa… En ellos es en quienes me intento arropar.

Pardo me dijo un día que le vino muy bien le ayuda de los piscólogos. Imagino que ha trabajado con el coach...

Creo que me ha venido bien y de hecho desde entonces he conseguido pensar mejor, que creo que es la clave de todo esto. Todos los años con Imanol Ibarrondo han sido muy positivos, nos ha ayudado a ver lo que nos pasa con otra perspectiva y esa ha sido la clave. Momentos buenos y malos todos tenemos, pero si conseguimos ser equilibrados y no dejar que ciertos momentos te coman ya muy pocas cosas pueden hacer que te desestabilices. Lo pasarás mejor o peor pero en el día a día sigues disfrutando de esto como un privilegio y estos años y el año pasado con las cosas que me pudieron llegar a pasar me sirvieron para crecer interiormente también.

"Cuando tienes cierta experiencia sabes que si llevas equis tiempo tienes nivel para estar aquí"

¿Ha llegado a dudar de sí mismo?

No, creo que no. El día de Mallorca, que puede que sea uno de esos días que ves que no te salen bien las cosas, pero cuando tienes cierta experiencia sabes que si llevas equis tiempo tienes nivel para estar aquí y la pequeña duda que te pueda entrar te mata, así que eso no puede estar en tu cabeza.

Zubieta es su mejor refuerzo, porque le permitió llegar, pero también su mayor peligro por la feroz competencia...

Está claro. Eso es fruto del gran trabajo que se hace en la cantera y es una forma para ti también de saber que no puedes relajarte ni un solo momento porque la gente abajo vienen pisando muy fuerte.

¿Cómo vive el momento de ver cómo aparece un chaval nuevo en el entrenamiento y juega de miedo?

Hemos pasado prácticamente todos por ese momento y al final sabes que aquí cada año van a seguir promocionando chavales. Lo que intentas cuando llevas años en el primer equipo es arropar a la gente joven, intentar ayudarles y por supuesto tanto nosotros como ellos a nosotros apretarnos mutuamente.