- Cuando la Real certificó a mediados de mayo un nuevo billete para la Europa League, celebró el éxito por lo que este suponía en sí mismo. Acceder a las competiciones continentales significa el principal objetivo de la temporada para los txuri-urdin, y completarlo siempre es motivo de alegría justificada. Pero aún había más, sobre todo en lo concerniente a los aficionados blanquiazules. Hasta bien entrada la próxima campaña, ojalá hasta el final de la misma, podrán disfrutar de su equipo en horarios acordes para seguir los partidos y acudir a Anoeta. Conociendo la suerte que suele correr el equipo en este sentido cuando no disputa torneos internacionales, se trata de una victoria más.

Y para muestra, el botón del recién concluido curso, con dos partes muy distintas entre sí. Mientras la Real se mantuvo viva en la Europa League, convirtió en costumbre jugar los domingos, o los sábados si acaso. En su condición de equipo continental, Gol no podía seleccionar sus partidos para emitirlos en abierto, con lo que los de Imanol evitaron los viernes y los lunes. Después, consumada la eliminación a manos del Leipzig y con solo un par de meses de campaña por delante, cambiaron las cosas: a los txuri-urdin les programaron ya un encuentro en lunes y otros dos en viernes.

Cuando la Real cayó ante los alemanes, la Liga había fijado los horarios de 28 jornadas de Liga, celebradas 25 de ellas en fin de semana. Luciendo etiqueta de equipo europeo, los blanquiazules compitieron 19 veces en domingo y otras seis en sábado, un auténtico lujo que la hinchada apreció a posteriori, cuando desaparecieron los privilegios. De las diez jornadas restantes, siete tenían lugar en fin de semana, pero en tres de ellas (casi la mitad) aparecieron ya los duelos en viernes (ante Betis y Levante) o lunes (contra el Espanyol).

El balance global de lo sucedido tiene también efecto la estadística más puntual de los encuentros de casa, los que más incumben a los aficionados de la Real. Hasta el mencionado adiós a Europa, el estadio txuri-urdin albergó catorce jornadas de Liga, todas en fin de semana, cuyo balance dibuja nueve citas en domingo y cinco en sábado, la mayoría en horarios vespertinos. Solo en una ocasión (ante el Valencia) tocó jugar en domingo por la noche siendo víspera de lunes laborable, ya que el derbi ante el Athletic se disputó el 31 de octubre. Después, apeados del torneo continental, a los txuri-urdin solo les programaron un encuentro casero en fin de semana, el último contra el Atlético, mientras recibieron al Espanyol en lunes y al Betis en viernes. Los duelos ante Barcelona y Cádiz, ambos en jueves, correspondieron a jornadas intersemanales. l

Viva en Europa

Ante Osasuna y Alavés, la Real ya había sido apeada de Europa, pero ambos duelos se programaron antes de la eliminación.

Eliminada de Europa

19 de ellos programados antes del adiós europeo del equipo.

Todos ellos con la Real viva aún en el continente.

Una vez que la Real fue apeada de Europa, le programaron dos jornadas en viernes y otra en lunes.

El resto de jornadas, intersemanales.

En el recién concluido curso, los txuri-urdin comenzaron a sufrir horarios mucho peores en cuanto fueron apeados por el Leipzig