- "El perfil habitual de nuestros fichajes está entre 8-12 millones. Salir a buscar rendimiento es caro. Pagar 17 millones (por Illarra) en su día ya fue algo extraordinario. El club sí esta preparado para hacer una operación más cara, de entre 20 y 25 millones. Otra cosa es que queramos seguir en ese perfil". El mensaje de Roberto Olabe fue claro y quizá acabó siendo de lo más noticioso de su rueda de prensa de cierre de la temporada. Y eso que en realidad, ni confirmó ni desmintió que estuvieran dispuestos a dar ese paso, como mucha gente cree. No hay que olvidar que la Real ya lo intentó y estaba dispuesta a afrontar una inversión que rondaba los 20 millones con Pablo Sarabia, antes de que recalara en el PSG en 2019. Desgraciadamente competir con uno de los gigantes europeos resultó imposible y la Real cambió de planes sin encarar un fichaje tan caro. Y no le fue tan mal ese verano, cuando Olabe revolucionó la plantilla con Remiro, Monreal, Odegaard, Portu e Isak.
El director de fútbol declaró tras el cierre del mercado de enero: "Siempre he pensado que los procesos no pueden durar más de tres años". "Tenemos que reinventarnos", añadió el martes. Tras tres clasificaciones europeas consecutivas y un título de Copa, la Real podría encontrarse en una situación parecida a la que vivió en 2019 (no parece que vaya a llegar a los seis fichajes de ese año), aunque con una base en el plantel mucho más fiable y consolidada, y un entrenador asentado y poco discutido por sus resultados (además de otras muchas cuestiones). Así se desprende de las palabras del propio Olabe cuando se refirió el martes sobre la planificación de la próxima campaña: "Hay una ilusión y una expectativa que debemos alimentar. No voy a salir y decir que vamos a traer a Mbappé, porque sería una tontería. Ficharemos entre 3-4 jugadores, con ambición".
Como informamos el martes, la Real se va a centrar en apuntalar su ataque. El vitoriano no quiso hacer especial hincapié en la dramática sequía anotadora que ha arrastrado el equipo y que, en condiciones normales, le hubiese privado de aspirar a Europa: "Gente que ha marcado siempre se ha quedado seca. Yo me quedo con que generamos mucho". Lo cierto es que la intención del club es invertir en dinamita. Las bajas de Mikel Oyarzabal hasta final de año, la incertidumbre sobre la forma en la que regresarán Barrenetxea y Carlos Fernández y la marcha de Januzaj también condicionarán las operaciones. En principio, el planteamiento es traer dos jugadores de banda o segundos delanteros y un mediapunta con buen golpeo. Es decir, que permitan mejorar los paupérrimos registros cosechados esta campaña a pesar del éxito final.
Luego ya, para otros puestos, serán los acontecimientos que vayan sucediendo durante la pretemporada los que decidan, como sucedió en el lateral izquierdo el pasado verano. Un buen ejemplo está en la portería, donde habrá que ver la decisión final que toma Ryan probablemente en función de si Australia se clasifica para el Mundial.
El confirmado interés de la Real en Szoboszlai ha corroborado que la dirección deportiva apunta alto. Desde luego, en caso de que se buscara un complicado traspaso, el fichaje del húngaro exigiría el desembolso más caro en la historia del club lo que le convierte en casi inalcanzable, por mucho que el club diga que está preparado. El problema es que la forma para que la Real incorpore a un futbolista de ese nivel normalmente suele ser una cesión y estas operaciones se suelen firmar a finales de agosto, cuando los grandes comienzan a hacer cuentas y se dan cuenta de que tienen piezas interesantes, pero que este curso no van a contar con minutos. Desde que Olabe se hizo con las llaves del club, ha traído a quince jugadores, de los que cinco de ellos llegaron a préstamo.
Por lo tanto una de las primeras claves que deberá desvelar la Real es si reparte su dinero en varias operaciones de su habitual media o si, por el contrario, considera que puede dar un salto de calidad con un refuerzo estrella y aguantar para lograr una cesión o contratar un futbolista que llegue libre. De momento en el club se respira tranquilidad y no da la sensación de que vaya a cerrar nada en breve. "Todavía estamos en mayo", repitió en varias ocasiones Olabe... l
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