- "Hay una ilusión, una expectativa y debemos alimentarla. Hay que acertar con los que vienen de fuera, no porque sean mejores, sino porque nos complementen. La ilusión requiere acertar. El club tiene un compromiso por Aperribay y su capacidad para ilusionar a la gente". Son palabras de Roberto Olabe, cuando le preguntaron el martes por el inusitado interés que está despertando el nuevo proyecto txuri-urdin a pesar de que, en realidad, no ha sucedido ningún hecho real y confirmado que lo ratifique. En principio, ahora mismo, Imanol cuenta con una plantilla de 31 jugadores y, tal y como dijo el director de fútbol, "no habrá sitio para todos". Son 22 futbolistas del primer plantel (23 si sumamos a Pacheco, que Olabe confirmó que tendrá dorsal) más los nueve que completarán el stage antes de la pretemporada.

A todos estos (un portero se sumará en breve) hay que añadirles los tres o cuatro fichajes que anuncia el club. Por lo tanto, a día de hoy, sin que haya noticias inesperadas convalidadas oficialmente, lo normal es que sean unas doce o trece las salidas (algunos bajarán al Sanse). Se espera mucho más ruido y noticias en las salidas que en las entradas. Aunque el equipo acabó jugando en rombo, el punto de partida del plantel es el 4-3-3.

Remiro es indiscutible después de su gran campaña. El hecho de que entre en su último año de contrato sin haber renovado es cuanto menos peligroso, pero todo parece indicar que firmará pronto. Olabe no descartó que Ryan moviera ficha para marcharse de cara al Mundial, en el caso de que tenga opciones. Si lo hace, lo normal es que venga un sustituto, ya que parece poco probable que Zubiaurre sea el segundo a pesar de su gran año.

Con el ascenso de Sola, otra vez se encuentran tres laterales con Zaldua y Gorosabel. En el verano de 2020, el castigo lo perdió el primero, que se marchó al Numancia. Zaldua acaba contrato en 2023.

Aritz y Zubeldia tienen plaza asegurada. El segundo incluso negocia su continuidad, como Urko, que tiene complicado encontrar un hueco en el plantel del siguiente curso.

Le Normand y Pacheco son fijos. Sagnan regresa tras su cesión, pero no va a seguir.

Con la salida de Monreal, se quedan Diego Rico y Aihen. En principio, no se esperan más movimientos en el puesto, en el que también podría ayudar el extremo Ander Martín.

Zubimendi está llamado a ser el faro del equipo. Mientras negocia su renovación, no parece que vengan ofertas. Illarramendi entra en su último año y le dejarán decidir hacer lo que quiera. Guevara viene de un mal año y no tiene asegurada su continuidad. Turrientes se quedará.

Merino es una de las piezas claves del equipo y, aunque su entorno sabe que puede haber ruido, el club está tranquilo. Guridi tiene más claro de lo que dijo Olabe que no seguirá y Olasagasti no lo tiene fácil para quedarse.

Silva, al que le sienta mucho mejor el rombo, es indiscutible. Robert Navarro se juega la plaza. Tiene opciones. Llegará un refuerzo para el puesto. Carlos Fernández puede jugar ahí.

Barrenetxea regresa tras lesionarse en enero. Olabe dejó dudas con Portu. Llegará un relevo de Januzaj. Naïs cuenta con opciones de quedarse.

Isak no está en el mercado y el club no está preocupado. Carlos regresa como "un avión". A Bautista le tocará irse. Karrikaburu apunta a pasarse el año a caballo entre el filial y el primer equipo.

Oyarzabal no jugará hasta final de 2022 y Merquelanz se pasará el curso en blanco. Ander tiene posibilidades de hacerse un hueco. Se fichará. l