La Real Sociedad visita al Levante con la obligación de sumar los tres puntos si pretende no ver seriamente amenazado su puesto europeo. El empate en Vallecas cuando lo tenía todo en su mano provoca que tenga que buscar ineludiblemente sumar los tres puntos ante un rival que se juega la última carta para seguir soñando con una más que improbable salvación. Los blanquiazules afrontan el penúltimo capítulo ante adversarios de la parte baja de la tabla (el último será el jueves que viene ante el Cádiz), ya que en las dos jornadas finales se enfrentarán a Villarreal y Atlético, dos de los gallitos de la competición, ante los que será mejor presentarse con los deberes casi hechos. No se puede pasar por alto que, cuando la Real parecía haber recuperado su velocidad de crucero del inicio del curso, las bajas de Silva por sanción y, sobre todo, de Mikel Oyarzabal, le han frenado con solo dos puntos de nueve posibles. Tres duelos vitales en un momento clave sin victoria. Una vez más con la falta de gol como un problema tan grave como, visto lo visto, de difícil solución.

Los de Imanol todavía mantienen un colchón de cuatro puntos respecto al Villarreal y de cinco con el Athletic, que parece apretar y esprintar fuerte. Tampoco se puede olvidar que el Betis solo se encuentra dos puntos por encima en la quinta plaza y que el Atlético, cuarto, está a cinco, pero tiene que comparecer en Anoeta.

Lo cierto es que esta Real no consigue doblegar a los rivales directos que le preceden en la clasificación, pero se ha mostrado muy fiable ante el resto de los equipos de la competición. Como explicó Andoni Iraola en la previa del duelo de Vallecas, “no es fácil sacar adelante los partidos que tienes que ganar”. Y nadie puede discutir que este ha sido el gran logro de la Real en las dos últimas campañas. Es sin duda el principal motivo por el que hay que creer y confiar en que el equipo txuri-urdin puede y debe superar la maldición de un estadio que no se le da nada bien para sellar una victoria que le dejaría a las puertas de rubricar su gran objetivo de la temporada que no es otro que regresar a Europa. Por la vía que sea.

Imanol no ha perdido ningún efectivo respecto al duelo del pasado domingo ya que Gorosabel, que era el único tocado al sufrir un golpe, está recuperado y optará a mantenerse en el once. Zubeldia tiene el tabique nasal desplazado, pero esto no le impidió ser de la partida en Vallecas ni fue el motivo de su sustitución en el descanso. El que regresa es David Silva quien por fin estaba marcando diferencias antes de ver la roja ante el Betis. Lo normal es que el técnico no retoque mucho su once. Zaldua cuenta con alguna opción de entrar en el lateral, al igual que Aritz en el eje de la zaga. En el centro del campo parece claro que Zubimendi, Merino, Rafinha y Silva serán los elegidos, con Isak y Sorloth en la punta de ataque. Januzaj dispone de alguna posibilidad, aunque apunta más al papel de revulsivo o agitador en la segunda parte.

El Levante necesita un milagro. A seis puntos de la salvación a falta de cuatro jornadas, lo normal es que solo le valga sacar adelante todos los partidos que le quedan. Roger, el mejor socio del comandante Morales que sostiene la bandera del club con orgullo y gallardía, regresa para tratar de dar una alegría a una afición que nunca le ha dejado solo... l