En el seno de la Real siguen preocupados por la lesión en el dedo del pie de Mikel Merino. A pesar de que el navarro parece estar hecho de otra pasta al aguantarlo todo y a que no se ha perdido ningún encuentro por esta dolencia, lo cierto es que casi no puede entrenarse entre semana con sus compañeros en Zubieta porque lo tiene tan hinchado y sensible que es incapaz de ponerse la bota. Los encuentros los está disputando porque le infiltran, aunque dicen que el dolor puede llegar a ser insoportable.

En esta tesitura, el club txuri-urdin confía en Luis Enrique no le convoque el viernes, cuando ofrecerá su lista para enfrentarse a Albania e Islandia. Como no son encuentros oficiales, los dirigentes y los galenos blanquiazules confían en que entiendan la situación y le permitan quedarse en sus instalaciones siguiendo un plan individual de recuperación.

Lo cierto es que el seleccionador no suele ser muy amigo de este tipo de concesiones y prefiere seguir su camino, ya que cuenta con muy pocas fechas para trabajar con el bloque que está preparando para acudir al Mundial. Aunque se supone que los médicos de la Real y de la Federación ya han hablado y entre todos tomarán una decisión definitiva. Lo que también parece bastante claro es que si llega a estar en plenas condiciones iría convocado seguro ya que es uno de los hombres de confianza del técnico asturiano que siempre ha destacado su potencial.

Desde que llegó al cargo, ya no existen las preselecciones o al menos no se avisa al club de los que susceptibles a ir convocados, por lo que hasta el viernes se supone que no sabrán nada en Anoeta. El que tiene plaza fija es Mikel Oyarzabal, pero no se espera que vayan más, salvo sorpresa mayúscula con Remiro, aunque se lo merezca por ser probablemente el portero más en forma del país.