¿Cómo está?

-Mejor. No estoy entrenando por precaución. Hemos tenido en cuenta la lesión y hemos decidido que es mejor esperar y recuperarla bien que ir forzando y forzando y que no termine de recuperarse. Esta semana me la estoy tomando como recuperación para poder recuperarme del dolor que tengo en la espalda.

Por lo menos ya ha vuelto...

-Eso significa que no estoy del todo mal, y que poco a poco empiezo a ver la luz al final del túnel.

Siempre se dice que las lesiones nunca llegan en el mejor momento, pero en este caso es así. Barrenetxea estaba en el mejor momento de su etapa en la Real. ¿Está de acuerdo?

-Sí. Estas cosas llegan cuando menos te lo esperas. Había empezado bien. Tenía mucha ilusión y muchas ganas de esta temporada y justo llegó esta lesión. Intentaré volver al nivel en el que estaba y seguir.

¿Cómo recuerda la lesión?

-Fue en un entrenamiento. Ya venía de la selección un poco tieso. Pero en un chut fuerte me quedé clavado y ahí fue cuando noté la lesión.

¿Dolorosa?

-Sí. En ese momento no me podía casi ni mover. Estaba casi sin respirar. Luego te das cuenta de que es un susto y no tienes nada grave.

Pese a todas las lesiones que está sufriendo el plantel, el equipo sigue funcionando, ¿no?

-Eso deja ver cómo entrenamos y cómo trabajamos día a día. Con quince jugadores de campo y los futbolistas del filial no sacas tantos partidos adelante como ha hecho la Real y eso habla muy bien del trabajo del día a día del equipo.

Es que hasta en los entrenamientos de esta semana, con parón de por medio, Imanol se vuelve loco exigiendo máxima intensidad...

-Ya sabemos cómo es Imanol. Le gusta entrenar fuerte, entrenar de verdad. Él piensa que se entrena como se juega y para poder jugar bien hay que entrenar a este nivel.

¿Qué les da para que todos estén tan metidos?

-Mira el ritmo que hay, la intensidad -lo hace señalando el José Luis Orbegozo, donde estaba entrenando el primer equipo-. Todos estamos muy bien de forma, muy rápidos...

¿Es difícil aguantar este ritmo?

-Fácil no es porque te cansas mucho, los entrenamientos son muy intensos, pero te preparan para la competición, que es para lo que estamos.

Hasta su lesión, se le notaba más a gusto que en temporadas pasadas, se le veía disfrutar. ¿Qué opina?

-Estaba con ganas, siendo descarado, sin ningún miedo. Eso es lo que tengo que hacer durante toda la temporada y siempre que salga al campo.

¿Le ha costado llegar a este momento?

-Sí. Llevo tres años y yo creo que también es mi mejor momento y, realmente, no he llegado a nada de lo que realmente puedo hacer. Tengo que seguir en esta línea, trabajando, seguir conociendo a la gente, confiar más en mí.

¿No se creía que podía dar este nivel?

-Sí. Sabía que lo podía dar, pero al final hay muchas inseguridades, hay muchas cosas, y al ser tan joven, no había asimilado todo realmente como es. Poco a poco voy madurando y me voy dando cuenta de cómo son las cosas realmente.

¿Es eso lo que más le ha costado asimilar, que ya es un jugador de la primera plantilla de la Real Sociedad?

-Sí. Obviamente, claro que te sientes parte, pero no del todo. Estás con gente que igual te saca diez años, y que lleva en Primera División otros diez años. Al final sí que se te hace un poco raro y te choca, pero tienes que vivir con ello. Poco a poco me estoy acostumbrando y haciéndome a la categoría también, que no es fácil.

¿Le ha costado poder disfrutar?

-Sí bueno, pero es que en el fútbol de elite tampoco es que disfrutes en ningún momento, es más competir, ganar. Claro que cuando ganas, disfrutas, pero no he llegado a disfrutar todavía de mi fútbol en Primera División. Y ahora he tenido la mala suerte de la lesión. Son cosas que pasan, y no podemos quedarnos ahí. Hay que seguir yendo a por más.

Tiene 19 años y esta es su cuarta temporada en el primer equipo. ¿Ha pasado todo muy rápido?

-Sí, la verdad es que se me ha pasado volando. Parece que fue ayer cuando metí el gol contra el Madrid en Anoeta, con toda la afición disfrutando. Eso sí que se me ha pasado muy rápido a pesar de que por temporada estemos jugando alrededor de 50 partidos. Si es que parece que acaba de empezar la temporada y ya hemos jugado ocho jornadas. Hay que aprovechar cada partido, cada día como si fuera el último. Jugamos a fútbol y es lo que nos gusta hacer. Es un sentimiento especial porque jugamos en la Real. No es lo mismo jugar en la Real que en otro equipo.

Dice que esto acaba de empezar, casi como su carrera, ¿no?

-Sí. Acabo de empezar. Todavía me queda mucho recorrido y muchas cosas por delante.

Desde fuera, ¿cómo está viendo al equipo? ¿Se creen lo que están haciendo?

-Los que más enfocados están en la clasificación, en cómo está el equipo, son los medios y los aficionados. Nosotros no le damos importancia. Nosotros nos dedicamos a jugar, a entrenar cada día, a divertirnos y a ganar todos los partidos, sin importarnos cómo va la clasificación. Tenemos un gran equipo, estamos haciendo las cosas súper bien. Tenemos que creer en nosotros y seguir así. Creo que todavía nos queda mucho por dar.

¿Eso conlleva cierta presión?

-No, no es presión. Somos gente joven, con mucha ambición, con ganas de hacer las cosas bien. Tenemos que creer en nosotros, trabajar y las cosas llegarán.

¿Cómo lleva el vestuario los elogios?

-Si se habla de elogios en el vestuario es más por vacile al de al lado, pero a buenas. Todo de buen rollo. No hay a nadie a quien veas que se venga arriba por los elogios. Qué va, al revés. Intentamos darle la mayor normalidad posible.

Y en lo personal, ¿cómo lleva que haya tantas expectativas en Ander Barrenetxea?

-No las siento como tal. Yo me dedico a jugar, a lo mío, a hacer las cosas bien. Lo que quiero es hacerlo todo bien y nunca me voy a quedar satisfecho realmente del todo con lo que haga. Mira, me siento un privilegiado por haber ganado la Copa del Rey. Es una locura haberla ganado, pero en el día a día, es igual que si no la hubiera ganado. Para mí es increíble, un sueño que tenía desde pequeño, pero no por ello va a cambiar mi personalidad. Voy a seguir siendo el mismo. Es lo que dice Imanol, que esta temporada empezamos de cero, como si no hubiéramos hecho nada. Entrar en Europa este año no vale de nada si no le das continuidad. Realmente no hemos hecho nada. Tenemos que seguir en esta línea e intentar ganar todo lo que podamos.

¿También en Europa? ¿Hay más ganas este año de dar un paso adelante en la Europa League?

-Está claro que queremos hacerlo mejor en Europa, porque aunque el año pasado nuestra participación, fue muy buena, el partido ante el Manchester United se nos complicó, no fuimos nosotros. Tenemos esa espinita todos de demostrar que nuestro juego es otro y que no somos esos que jugamos ante el Manchester United aquel partido. Sí tenemos ganas. Los partidos ante PSV y Mónaco han sido dos partidos que hemos podido perder, pero también ganar. Pero en el partido ante el Mónaco, por mucha gente que nos faltara, seguíamos apretando arriba, intentando ganar, jugando a lo nuestro y eso también habla muy bien de nosotros y de la filosofía que queremos. No hay que olvidar que es el Mónaco, un equipo que estuvo peleando por la Champions, y que ante nosotros estuviera pidiendo tiempo, habla bien de nosotros.

¿Qué significa para Ander Barrenetxea jugar en Europa?

-Es jugar en Europa con la Real Sociedad. Es una locura, el sueño que tenías de pequeño de ver a la Real en Europa y lo estás cumpliendo tú. Debe ser una inspiración para todos los chavales que vienen ahora, que aquí en la Real también puedes cumplir tu sueño, que puedes conseguir muchas cosas. La Real está en una dinámica muy buena, cada año yendo hacia arriba, progresando. Es la línea que tiene que seguir, así que contento de pertenecer a la Real Sociedad.

Después de un quinto puesto y de un título de Copa, ¿qué significa mejorar?

-No hay unos objetivos en concreto. Está claro que queremos estar en lo más alto, pero tenemos que ir partido a partido, ganando los partidos que nos toquen y ya está, y pensar en cada fin de semana.

¿Qué queda de aquel niño que comenzó en Gorabide?

-Queda todo. Creo que no voy a cambiar nunca. Al final, mi juego es así, porque siempre he regateado. Me ha gustado hacer esas cosas. Tengo que seguir igual. Si hay algo que me ha llevado hasta aquí es eso y no voy a cambiar. Siempre me han dicho que tengo que tener los pies en el suelo. Tengo que seguir siendo yo.

Un futbolista como Barrenetxea, de encarar, cada vez se ve menos...

-No lo sé. Hago mi juego. Yo solo sé jugar así. Si soy diferente, me ha tocado así, y será por todas las horas que me ha tocado estar jugando con le balón, haciendo tonterías... Era el típico niño que siempre iba con el balón en los pies.

¿Cuántas veces ha soñado Ander Barrenetxea con lo que está viviendo?

-Toda la vida. Siempre pegado a un balón, queriendo estar donde estaban los Xabi Prieto, Griezmann y el resto. Ahora que lo he conseguido, al principio no te lo crees, porque te viene todo encima siendo tan joven, pero bueno, te haces y la sensación es increíble. Los de aquí sabemos cómo lo ha pasado la Real años atrás. Yo crecí viendo a la Real en Segunda prácticamente y que los chavales de Donostia puedan ver a su equipo en Europa... Tienen que estar como locos.

¿Cuál es su primer recuerdo en Anoeta?

-Un partido contra el Nástic, en el que marcó Bravo. Fue el primer partido que fui a Anoeta. Y lo recuerdo como si fuera ayer. Estaba con mi padre y nos volvimos locos.

¿Cuántas ganas tiene de volver a jugar?

-Les estoy viendo en el verde y no puedo estar en la grada. Me jode estar aquí haciendo la entrevista, pero no por la entrevista, sino porque me gustaría estar entrenando con mis compañeros. Eso significaría que estaría al cien por cien. Pero yo creo que para después del parón voy a estar bien.

¿Hasta dónde puede llegar este equipo?

-Yo no le pongo techo a esta Real.

¿Su mejor recuerdo es la final de Copa?

-Sí. Pero tampoco me olvido del gol al Real Madrid. Anoeta estaba lleno. Habiendo pasado ahora la pandemia, valoras más ese gol con tu gente. Si me quedo con algo, me quedo con la Copa, pero el gol ante el Real Madrid tuvo también un impacto fuerte. Hemos echado tanto de menos a la gente. Es que es otro fútbol. Jugar en Anoeta sin nadie era como hacer un entrenamiento en Zubieta.

Ahí la Bultzada tiene mucho que decir...

-Es algo indescriptible. Sientes sensaciones que igual no las has vivido nunca y pocas veces las vas a vivir. Cada minuto que estas ahí tienes que aprovecharlo y disfrutar de momento.