Esteban Granero acaba de anunciar que cuelga las botas. A sus 34 años, el Pirata dice adiós a través de las redes sociales en un comunicado muy emotivo. “Nada es triste hasta que se acaba. Después, todo lo es”, escribe Granero, que defendió la elástica de la Real Sociedad durante cuatro temporadas, ofreciendo un rendimiento con más sombras que luces. Su estancia en Donostia quedó marcada por la grave lesión que sufrió al poco de aterrizar. Fue en el debut de la Real en Champions frente al Shakhtar Donetsk un 13 de septiembre en Anoeta. La resonancia magnética confirmó los peores augurios: rotura del ligamento cruzado anterior y una lesión del menisco interno de su rodilla derecha. Granero reapareció en el último partido de Liga frente al Villarreal, sustituyendo en el segundo tiempo a Imanol Agirretxe.

Como blanquiazul, jugó 84 partidos en los que anotó un solo gol (en Copa frente al Villarreal) y dio cuatro asistencias, número del todo insuficientes para un futbolista que llegó como estrella y por el que la Real hizo un enorme esfuerzo para su contratación cuando estaba en las filas del Queens Park Rangers. Después de una primera etapa pco fructífera como cedido por culpa de esa lesión, la dirección deportiva volvió a apostar fuerte por el centrocampista de Pozuelo de Alarcón y la Real anunció su contratación por cuatro temporadas. La temporada 2014/15 fue la más activa en lo que a número de partidos se refiere, pero su protagonismo fue decayendo. De hecho, el ‘Pirata’ no terminó de cumplir su contrato con la Real y en la 2017/18 fichó por el Espanyol. El 30 de enero de 2020 anunció su fichaje por el Marbella de Segunda División B, su último club hasta el día de hoy, fecha en la que ha anunciado su adiós al fútbol.

En su despedida, dedica unas palabra a sus compañeros futbolistas. “¡Qué orgullo haber sido uno de vosotros. La retirada es la muerte del futbolista. Pero, parafraseando a Richard Dawkins: Todos nosotros vamos a morir algún día, y somos afortunados por ello. La mayoría de las personas nunca van a morir porque nunca van a nacer. El potencial de personas que podría haber estado aquí en nuestro lugar, pero que nunca se calzarán las botas en un estadio, superan en número a los granos de arena del Sáhara. Ciertamente estos ‘fantasmas no nacidos’ incluyen mayores goleadores que Messi y centrocampistas más precisos que Zizou’, relata. En otra parte de su despedida, Granero se refiere a todos, no solo a los jugadores: “Para los que me acompañaron en algún momento. A lo que me hicieron bien, total agradecimiento. Pero a los que me ayudasteis y no llegué a enterarme de ello, ni saber jamás de vosotros, amor eterno. A los que hice bien alguna vez, me disteis más que yo a vosotros. A los que me hicieron mal cuando no lo merecía, no os guardo rencor. A los que hice mal, es buen día para reconocer que me arrepiento".