Pacheco y Karrikaburu se llevan un año de diferencia, pero ya saben lo que es compartir equipo y equipación. Lo hicieron muchas veces en los torneos a los que acudían para defender la zamarra blanquiazul. En alguna ocasión también coincidieron con otro joven futbolista de Elizondo, Gilen Quertier, muy amigo de ambos. El aita de Gilen, Guillermo, socio de la Real desde los 15 años, cuenta una anécdota sucedida en 2013 en un torneo disputado en Logroño. “Estábamos de vacaciones y nos llamaron desde el club para avisarnos de que habían convocado a mi hijo para ese torneo con la Real. Imagínate a nosotros, que somos de la Real de toda la vida, la ilusión que nos hizo”.

Era Semana Santa y Elizondo estaba nevado, pero eso no le impidió coger el coche y acudir a la cita. Ese torneo fue la primera aparición de Jon Karribaburu con la camiseta de la Real. No se pudo ganar. Aquella Real terminó siendo tercera en un torneo en el que los tres consiguieron marcar. “Cuando vi a mi hijo salir con la camiseta de la Real me puse a llorar como un niño”, recuerda el aita de Gilen, que como el resto de habitantes de Elizondo, sueña con ver cumplir a Pacheco y Karrikaburu su sueño.

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Osacar, por su parte, recuerda que los entrenamientos con el Baztán en los días previos a los torneos con la Real “eran una fiesta. Era un día muy especial para todos. Desde el mismo equipo se les animaba durante el día anterior. Eran unos mocosos y mira dónde están ahora”, rememora un tanto emocionado el director deportivo del CD Baztán.