-A estas alturas nadie se cuestiona que la pasión txuri-urdin va mucho más allá de la capital guipuzcoana. Eso es algo que desde hace ya varios días está volviendo a quedar de manifiesto en todas las comarcas del territorio, que a medida que se va acercando la fecha de la ansiada final de Copa van viendo cómo se incrementan las señales de apoyo al conjunto que lidera Imanol Alguacil. Es el caso de las localidades de Debabarrena, donde cada día que pasa son más los balcones, bares y comercios que aparecen engalanados con banderas, bufandas, camisetas y otras enseñas representativas de la Real Sociedad.

En Elgoibar, más de una treintena de aficionados realistas de todas las edades acudieron a la llamada realizada por NOTICIAS DE GIPUZKOA para mostrar el respaldo del municipio al equipo donostiarra y comentar cómo está viviendo la afición local las jornadas previas a la histórica final contra el Athletic.

Manu Vila y su mujer, Marijo Azpiazu, Adolfo Martín, Mikel Arzamendi, Egoitz Gurrutxaga y Felipe Castrillejo son algunos de los elgoibartarras (todos ellos socios del club txuri-urdin) que acudieron a la cita concertada junto al asador Ibai-Ondo que regenta Agustín Alonso Kaiser, un apasionado seguidor realista que en el año 1999 se lió la manta a la cabeza y lideró la creación de la peña Jo Ta Sua, que en la actualidad está formada por alrededor de 80 integrantes.

Todos los asistentes coincidieron en calificar el partido del próximo sábado como "uno de los momentos más ilusionantes" de sus vidas. Para este grupo de realzales la espera "se está haciendo eterna" ya que, como reconoce Manu Vila, el actual presidente de la peña realista de Elgoibar, "estamos jugando la final desde el año pasado".

Tienen los nervios "a flor de piel" y reconocen "hasta un punto de ansiedad" que "va a ir aumentando a medida que se acerque el 3 de abril". Aun así, están deseando que llegue ese gran día y ni se plantean la posibilidad de que el trofeo que está en juego vaya a parar a las vitrinas del club del otro lado de la AP-8. Tienen "plena confianza" en la plantilla donostiarra. De hecho, Manu Vila y su mujer, Marijo Azpiazu, aseguran que están "preparados para una celebración por todo lo alto"; mientras que Adolfo Martín asegura que ya tiene "una botella de champán enfriando en el frigorífico". Y es que, dada la situación actual provocada por la pandemia del covid-19, a la mayoría no les va a quedar otra opción que ver el esperado partido "en familia y en casa". Eso sí, Mikel Arzamendi y los suyos verán el encuentro desde su autocaravana "porque al coincidir con las vacaciones de Semana Santa saldremos, aunque sea a Zumaia", señala este seguidor realista.

Esa imposibilidad de ver la final junto a otros aficionados es, precisamente, lo que más pena da a los seguidores realistas, que se han visto obligados a cancelar los alojamientos que meses atrás reservaron en hoteles y apartamentos de Sevilla.

Egoitz Gurrutxaga reconoce que se resistía a anular su reserva de hotel; aunque finalmente procedió a la cancelación la semana pasada "porque no quedaba otra". Al igual que el resto de aficionados elgoibartarras, Egoitz segura que tenía "una enorme ilusión" por ver la final en tierras andaluzas. También Felipe Castrillejo, un incondicional que tiene el carné de socio desde hace más de 25 años y que puede presumir de haber visto in situ las finales que la Real Sociedad disputó en Madrid (perdió ante el Barcelona) y en Zaragoza (con triunfo realista ante el Atlético de Madrid). "Estaba deseando vivir un tercer día inolvidable en Sevilla, pero no ha podido ser, así que veré el partido en casa, como la mayoría", lamenta.

Felipe tiene "unas 30 camisetas diferentes" de la Real Sociedad en su casa y no sabe cuál se pondrá para ver la final ante el Athletic. Quien sí lo tiene claro es Egoitz Gurrutxaga. El día de su boda sus amigos le regalaron la camiseta del centenario que había utilizado durante la temporada el también elgoibartarra Markel Bergara; con la particularidad de que está firmada por todos los integrantes de aquella plantilla que logró el ansiado regreso a Primera División.

"Me regalaron la camiseta de Markel en la boda y al día siguiente el equipo logró el ascenso, por lo que esa camiseta es muy especial para mí". Tanto es así que "hasta ahora solo he salido a la calle con ella para esta foto pero nunca he visto un partido con la camiseta puesta. Me la pondré el sábado porque la final contra el Athletic es un momento histórico que quiero vivir con las mejores galas", sentencia Egoitz.

"Para la final me pondré por primera vez la camiseta del centenario de Markel Bergara que me regalaron el día de mi boda"