La Federación Española no se plantea en ningún momento liberar a ninguno de los jugadores que disputarán la final de la Copa del Rey y que puedan estar concentrados con las selecciones en el parón internacional. Este periódico pudo confirmar que los convocados no regresarán a casa antes para preparar con los suyos la madre de todas las batallas contra el Athletic en Sevilla. Otra cuestión distinta es que el seleccionador, visto el buen rendimiento o los óptimos resultados que puedan ir sacando los distintos combinados, decida reservar a los jugadores de Real y Athletic para que nadie se moleste, pero si considera que les necesita, no habrá ninguna posibilidad de que regresen antes a casa.

En lo que respecta a los absolutos, la cosa está más que complicada. Como es lógico, Luis Enrique prioriza su selección, por lo que si considera que necesita a Oyarzabal o Merino, que son sus dos blanquiazules indiscutibles, no tendrá ningún problema en recurrir a sus servicios pese a que el polémico duelo ante Kosovo se dispute el miércoles 31 a las 20.45 horas en Sevilla, por lo que, jueguen o no, ninguno de los realistas (y zurigorris) convocados regresará antes del miércoles a los planes de trabajo de ambos conjuntos.

En el caso de que tengan minutos, lo lógico es pensar que no se ejercitarán con normalidad hasta el jueves, es decir la víspera de viajar a tierras andaluzas, lo cual simplemente parece un auténtico escándalo que jamás se produciría si uno de los implicados fuese a uno de los denominados gigantes.

En lo que concierne a los sub'21, el tema es aún más complicado, porque en la prelista figuran tres realistas que suelen estar habitualmente en las convocatorias de De la Fuente, como Zubimendi, Barrenetxea y Roberto López, y lo que se juegan es el pasaporte directo a la fase final del Europeo en un partido de máxima exigencia ante Chequia a domicilio en Celje el martes 30, lo cual les impediría estar en Donostia hasta la sesión del miércoles y, si acumulan esfuerzo, no se ejercitarán tampoco hasta el jueves.

Una auténtica vergüenza que no han previsto ni la Federación ni la propia Real, que tenía que haber denunciado dicha circunstancia mucho antes, cuando se conoció la fecha. Peligro.