- Seguro que Imanol Alguacil no está de acuerdo con el titular que encabeza esta página. ¿Arrancar en parado? Argumentará el oriotarra que la maquinaria de la Real no se ha detenido durante el parón, que los entrenamientos en Zubieta han sido exigentes para la plantilla. Y muy posiblemente tenga razón. Pero tampoco puede negarse una evidencia que el fútbol ha puesto sobre la mesa una y otra vez durante años y años. Quince días sin competición, con internacionales viajando y el resto del equipo desconectando durante un fin de semana libre, son capaces de llevarse por delante hasta el más brillante de los estados de forma. Un estado de forma como el que, por ejemplo, lucía el equipo txuri-urdin hasta hace dos semanas, cuando ganó al Granada en Anoeta. La Real vuelve a la Liga esta tarde en Cádiz. Lo hace con el objetivo de reanudar la marcha en un vehículo que, por muchos cuidados que haya recibido, lleva desde el día 8 sin poner sus revoluciones al máximo. ¿Cómo responderá hoy? El reto es que lo haga bien.

Una vez subrayado lo difícil que puede hacerse reanudar la competición después de un tiempo sin jugar, procede ahora destacar también las buenas noticias. El parón ha resultado ciertamente provechoso para Imanol, quien ha recuperado a todos los tocados y ha visto cómo los periplos de sus internacionales se han saldado sin contratiempos ni un tute excesivo. Remiro, Zaldua, Aritz y Zubeldia se encuentran aptos para competir esta tarde en Cádiz. También los seis futbolistas que se han concentrado con sus selecciones: Isak, Merino, Oyarzabal, Zubimendi, Roberto López y Barrenetxea. Integran la nómina de bajas los lesionados Andoni Gorosabel, Modibo Sagnan, Asier Illarramendi y Luca Sangalli, además del sancionado Robin Le Normand. Imanol convocó ayer a los 21 disponibles, además de a los potrillos Urko González de Zárate y Gaizka Ayesa (ejercerá de tercer portero).

Se avecinan curvas, en forma de calendario sumamente cargado. Así que parece claro que, más pronto que tarde, las famosas rotaciones entrarán en escena. No parece, sin embargo, que esto vaya a suceder a las primeras de cambio. Imanol apunta a disponer esta tarde un once muy cercano al de gala, siempre teniendo en cuenta las citadas limitaciones con lesionados y sancionados. Zaldua seguirá relevando a Gorosabel en el lateral derecho. Zubeldia formará pareja con Aritz en el centro de la defensa. Y los movimientos del entrenador esta temporada invitan a pensar que optará por Ander Guevara para la posición de pivote, en detrimento del internacional Zubimendi. En punta, mientras, Willian José parece partir con ventaja respecto a Isak, aunque el sueco, igual que sucede con Merino y Oyarzabal, no ha acumulado un excesivo desgaste con la selección.

Visita la Real al recién ascendido Cádiz, un equipo que en ningún caso se siente incómodo cuando el rival lleva la iniciativa. El contexto del partido apunta a muy claro, al menos a priori: dominarán hoy los txuri-urdin, frente a un adversario agazapado y que intentará aprovechar alguna salida a la contra. Mermados por las bajas, los de Álvaro Cervera podían renunciar a su clásico 4-4-2 para actuar con un solo punta. Pero, dibujos al margen, sí parece segura su actitud de defensa y respuesta. A la Real le toca hoy estar fina y precisa cuando avance metros y el césped se convierta en un campo de minas. Igual de importante va a resultar perder el balón en disposición de recuperarlo rápidamente, sin dar tiempo al rival a armar sus peligrosas transiciones.

Todo hay que decirlo. El Cádiz es menos Cádiz sin los jugadores que le faltarán hoy. Se pierden el partido por lesión Juan Cala, Augusto Fernández y Álvaro Negredo, además del hondureño Anthony Choco Lozano, confinado en Guatemala por dar positivo en COVID-19 durante la concentración con su selección. Poca broma. Aunque si algo ha hecho fuerte a este equipo durante los últimos años es el vigor del colectivo. La propia Real inició esta temporada muy condicionada por las bajas, y salió airosa de la situación para ahora avanzar en calidad de líder.