La Real ha decidido cambiar el terreno de juego de Anoeta al aprovechar que no va a jugar en casa hasta el partido del Villarreal del próximo 29 de noviembre. Resulta sorprendente que no haya transcurrido ni un año desde que sustituyera el césped por uno híbrido por primera vez en la historia de sus campos. Se estrenó el pasado 14 de diciembre en la visita del Barcelona. En las últimas semanas su estado se ha deteriorado hasta el punto de provocar una lesión de Gorosabel y enervar a Imanol, que se ha quejado amargamente.