- Apenas cinco días después de que su contratación como nueva entrenadora de la Real Sociedad se hiciera oficial, Natalia Arroyo vivió ayer su presentación telemática, en formato acorde a estos tiempos de pandemia. La catalana respondió a las preguntas de la prensa por videoconferencia, mostrándose clara respecto a sus objetivos, a los del equipo y al tema más candente en la actualidad de la plantilla femenina txuri-urdin: el futuro de Nahikari García. Arroyo expresó su intención de llevar a su escuadra "en la dirección de las últimas temporadas, pero un poquito más hacia arriba". Elogió la figura de Imanol Alguacil, cuyo sello dijo que no le importaría hacer suyo. Y, en cuanto a la urnietarra, no renunció en absoluto a seguir contando con ella. "Si quiere, seguirá en la Real", precisó.

La nueva entrenadora blanquiazul tuvo que responder a varias preguntas sobre la actual goleadora del equipo, quien estaría muy cerca de abandonar su disciplina. "He hablado con ella para conocer su situación y le he trasladado que desearía que el proyecto de crecimiento de la Real pasara por su liderazgo. Me dio la bienvenida, se mostró ilusionada con mi llegada y mostró feeling con lo que escuchaba, con lo que quiere hacer el club. También entiendo que se trate de una jugadora atractiva para otros equipos". Arroyo incidió en que la Real parte, en este asunto, desde una posición "de ventaja". "Porque la jugadora es nuestra. Tiene un año más de contrato". Y reconoció que el futuro de Nahikari marcará, en cierto modo, la confección del plantel. "No es lo mismo contar con sus 15 goles de cada curso que no tenerlos".

La catalana explicó, en cualquier caso, que sobre el papel no se van a registrar excesivos cambios durante el verano. "Una amplia mayoría de la plantilla continuará en el club la próxima temporada", dijo Arroyo, firme creyente en el trabajo de cantera. "La Real lleva Zubieta en la sangre, en su escudo. Pero esto es algo a lo que no me voy a tener que adaptar. El fútbol no es cuestión de DNI ni de edad, sino de talento". Preguntada por qué Real quiere que se vea con ella en el banquillo, la entrenadora enumeró características: "Deseo un equipo intenso, valiente, protagonista y con ganas de llevar la iniciativa. Que no tenga miedo a equivocarse. Quiero una Real que juegue el balón, pero para llevarlo a la portería contraria, siempre con la intención de dotar a las acciones de una marchita más", resumió respecto a un ideario paralelo al del propio Imanol.

Arroyo no ha hablado aún con Gonzalo Arconada, cuyo trabajo ensalzó ayer. "En realidad, yo no vengo a remodelar nada. Solo a matizar y a añadir capas al juego de un equipo que ya viene mostrando una identidad clara durante estos últimos años". Destacó la sintonía que ha encontrado con Roberto Olabe y con Garbiñe Etxeberria. Y subrayó que aterriza "en uno de los clubes con mayor capacidad de crecimiento de la Liga". De ahí que la llamada txuri-urdin le satisficiera enormemente. "Cuando me llamó el propio Olabe, mi primera sensación fue la de no creer realmente que esa voz sonara a través de mi teléfono". El fichaje se concretó poco después. Y puede decirse que la era Arroyo, de contrato fijado hasta 2021 pero extensible en el tiempo, ya ha echado a andar.

Cuando el coronavirus lo detuvo todo, Natalia Arroyo se preparaba para comentar en Gol el Real-Osasuna, a priori programado para el 15 de marzo. El partido se suspendió y ahora, con la catalana contratada ya por el club txuri-urdin, contará el próximo domingo 14 con nuevos protagonistas televisivos. "Veré el derbi en calidad de aficionada. Porque me gusta ver a esta Real. Agradeceré seguir el partido sin esa concentración necesaria para encontrar las palabras adecuadas respecto a lo que está sucediendo sobre el campo. Y además evitaré suspicacias sobre mis valoraciones. Si elogio al equipo, es que ya soy de la Real. Si no lo hago, no entenderán por qué. Ya sabéis vosotros cómo funciona esto", bromeó dirigiéndose a los periodistas. "Cuando comento partidos, me suelen caer de todos los lados".