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el remitente de ayer

La cantera de Zubieta y la quinta de 1995

eneko capilla juega en la liga griega tras integrar una muy prometedora generación

La cantera de Zubieta y la quinta de 1995

l primer Capilla cuyo nombre trascendió fue el de Asier, portero. Jugaba en el Antiguoko. El Athletic seguía muy de cerca sus pasos. Y finalmente la Real consiguió reclutarle para sus categorías inferiores, circunstancia que se repitió con el menor de la saga, Eneko. Nacido en 1995, el mediapunta donostiarra siguió dando pasos adelante en la cantera txuri-urdin, erigido en uno de los líderes de su generación. A ella pertenecieron y pertenecen el meta Ander Bardají, el defensa central Andoni Ugarte, los centrocampistas Jon Guridi o Luca Sangalli, los extremos Álvaro Odriozola y Martín Merquelanz, o el delantero Jon Bautista. Acompañados por jugadores nacidos un año más tarde como Tanis Marcellán, Andoni Gorosabel, Adrián Lapeña o Roberto Olabe, hijo del actual director de fútbol, compusieron todos aquel plantel juvenil que vivió dos hitos importantes. El subcampeonato en la Copa de Campeones de 2014 tras una fallida tanda de penaltis contra el Real Madrid. Y el concurso en la primera edición de la UEFA Youth League, aquel mismo curso.

Del equipo que dirigía entonces Jon Mikel Arrieta y cuyo bloque daría luego el salto al Sanse de Imanol, compiten ahora en un primerísimo nivel el propio Odriozola (cedido en el Bayern por el Real Madrid) y los txuri-urdin Sangalli y Gorosabel. Es cierto que Guridi, Merquelanz y Bautista aún optan a regresar a la disciplina blanquiazul. Y que los derechos de Olabe, actualmente cedido en el Extremadura, pertenecen al Eibar. Pero, dentro de la dificultad que entraña para cualquier jugador asentarse en la elite, posiblemente no hayan terminado de cumplirse las expectativas generadas por una quinta que llegó a estar en boca del presidente Jokin Aperribay.

Desvinculado ya del club, Capilla milita ahora en el Asteras Trípolis griego, equipo con el que en enero sufrió una lesión de ligamento cruzado. Alcanzó a jugar tres partidos en la primera plantilla de la Real, dos con Moyes y otro con Eusebio, recibiendo en el Vicente Calderón una durísima entrada del colchonero Augusto Fernández. Probó suerte como cedido en el Numancia (Segunda) y en la Cultural Leonesa (Segunda B). Y no le fue mal. Pero no logró ganarse una oportunidad para seguir compitiendo como txuri-urdin en la máxima categoría. Cuando la liga helena paró, el Asteras de Capilla era noveno.

Llegó a jugar tres partidos con el primer equipo de la Real, dos con David Moyes y un tercero a las órdenes de Eusebio Sacristán