REAL Remiro; Zaldua, Le Normand, Zubeldia, Monreal; Guevara (Sangalli, m. 68), Merino, Odegaard; Portu, Willian José (Isak, m. 75), Oyarzabal (Barrenetxea, m. 83).

BETIS Joel; Barragán, Mandi, Bartra, Alex Moreno; Joaquín, Javi Garcia, Fekir, Canales (Guardado, m 65); Loren y Borja Iglesias (Tello, m. 65).

Goles Goles: 0-1, m. 12: Loren Morón. 1-1, m. 22: Javi García (p.p). 2-1, m. 36: Wilian José. 3-1, m. 57: Portu.

- La Real se reencontró a sí misma y volvió al camino de las victorias en una nueva exhibición de músculo ante el Betis. En un duelo entre dos firmes candidatos a entrar en Europa y entre plantillas de similar potencial a priori, los realistas confirmaron que su entrenador había encontrado antes un equipo y una fórmula para cosechar éxitos. Poco importó que después de dos derrotas seguidas, la anterior en el mismo Anoeta, los sevillanos lograran ponerse por delante en el marcador al poco de comenzar el duelo en lo que sin duda sería uno de sus objetivos prioritarios para generar el consiguiente ataque de nervios y dudas.

Se equivocaron. O no midieron bien. No sabían que su entrenador, Rubí, continuaba en obras y que, en cambio, la Real ya era una máquina de hacer goles y ganar partidos en cuanto lograba engrasar su cadena. Y en esta ocasión, en el estreno del incómodo horario de las 14.00 horas en Donostia, había comparecido enrabietada y con el colmillo retorcido. La mejor demostración fue que ni celebraron el empate anotado en su propia portería por Javi García. Recogieron el balón de las redes y regresaron con espuma en la boca a su campo para buscar y encontrar el segundo cuanto antes. Y este no tardó en llegar, en una de las mejores dianas que hemos visto este año en Anoeta con un centro de Zaldua y un remate de volea demoledor de Willian José, tal y como le llegó la pelota, pese al bote previo que duplicó su dificultad.

Con el viento a favor y el dominio casi absoluto de la contienda, tres de los magos, Odegaard, Oyarzabal y Portu, dibujaron una preciosa combinación con precisión de mesa de billar que culminó el último gracias a un disparo cercano que supuso la sentencia del triunfo. En los minutos finales el Betis resaltó el mérito de la superioridad local al reaccionar y estrellar hasta en tres ocasiones el balón en el larguero, dos de ellas en el mismo remate de Tello que botó en la línea.

La Real demostró que está muy viva y silenció a los escépticos y agoreros que ya aventuraban que quizá su nivel no era tan alto como el que muchos estaban vendiendo.