- Luis Rubiales salió al paso de los pintorescos comentarios en los que se especulaba con la hipótesis de que la final se disputara en Euskadi para evitar los grandes desplazamientos. En principio, es una posibilidad que la Federación no tiene sobre la mesa: "Si nos vemos abocados a buscar otra sede sería por una situación de anormalidad, como también lo sería si se tuviera que jugar a puerta cerrada. Hemos consultado con las autoridades y si lleváramos un partido así más cerca del foco de aficionados estaríamos contraindicando las recomendaciones porque se favorecían las concentraciones en la calle de hinchas por la cercanía con el estadio. En cualquier caso, es algo que no podemos decir porque es un supuesto que no ha llegado", declaró en una entrevista concedida ayer a Radio Marca.

El dirigente volvió a defender que la ciudad elegida para acoger el partido es la capital andaluza: "Sevilla se presentó a un concurso y lo ganó. Es acreedora a organizar esta final y si se puede jugar con normalidad, se debe jugar allí porque ganó un concurso al que se podían haber presentado otras ciudades, pero solo se presentaron Sevilla y Madrid. La Cartuja y el Wanda; y ganó el concurso La Cartuja".

En todo caso, como viene siendo habitual en todas sus comparecencias desde que se ha tenido que suspender el fútbol y posponer la fecha de la final prevista para el 18 de abril, Rubiales quiso lanzar otro mensaje tranquilizador para Real y Athletic, con los que mantiene hilo directo, y para sus respectivas aficiones, que están viviendo la situación con la lógica preocupación: "Hay que decir que se está contando con los equipos, que queremos ayudar para que sea una fiesta del fútbol español y que vamos a tener la máxima sensibilidad, pensando en los futbolistas, en dos clubes con tanta historia a los que respetamos al máximo, como no podía ser de otra manera, y por supuesto a sus aficiones".