donostia - Martin Odegaard sigue siendo seria duda para el encuentro ante el Leganés. El noruego continúa trabajando al margen y no pudo participar en la vuelta al trabajo del equipo a primera hora de la tarde. La expedición regresó por la mañana al pernoctar en Granada tras hacerse con los tres puntos.
Como recordarán, el de Drammen llegó de Vigo lesionado en el tobillo, pero el club decidió que era preferible arriesgar en el encuentro ante el Levante. El problema es que su dolencia se agravó y el cuerpo médico tuvo que emitir un parte para explicar los motivos por los que se iba a perder el viaje a Granada: “Odegaard presenta una contusión, con edema óseo, a nivel del hueso calcáneo del pie derecho, secundaria a un traumatismo sufrido durante el partido Celta-Real. Realiza fisioterapia y trabajo personalizado”.
No es que sea una lesión de mucha gravedad, pero sí que es peligrosa, ya que puede demorar bastante su vuelta a la competición al ser una zona sensible y muy dolorosa. Es por este motivo que la estrategia de la Real podría ser no forzar a su estrella para el encuentro del viernes ante el Leganés para intentar que no se incorpore a la concentración de la selección noruega, que se va a jugar su clasificación para la Eurocopa. Lo cierto es que lo tiene bastante complicado, ya que los escandinavos se encuentran a cuatro puntos de sus vecinos, la Suecia de Isak, y a tres de Rumanía. Estos dos equipos se enfrentan entre ellos, pero en la última jornada los amarillos reciben a Islas Feroe, por lo que tienen todas las papeletas para ser segundos, ya que además los rumanos visitan el Wanda Metropolitano. Noruega tiene dos citas sencillas en casa, también, ante Islas Feroe y en Malta.
Como es lógico, dadas las normas, no se puede descartar que le hagan viajar a Odegaard para examinarle. El que se reincorporó al grupo ayer fue Aihen Muñoz, que se ha perdido los tres últimos encuentros por lesión. Barrenetxea, que dejó muy buenos detalles técnicos, Januzaj y Pardo se quedaron al final ensayando disparos a puerta.