donostia - La derrota del miércoles ante el Levante ha hecho mucho daño a la Real. Justo cuando buscaba su tercera victoria seguida una vez superadas las dos derrotas consecutivas ante Sevilla y Getafe, los blanquiazules volvieron a demostrar que les cuesta administrar las semanas de tres encuentros y que no son precisamente un ejemplo de saber hacer rotaciones. La decepción y la forma en que se produjo, con un arbitraje nefasto y calamitoso de por medio, sembraron de tristeza y malestar una grada que se las prometía muy felices incluso soñando con estar en lo alto de la clasificación. No era la noche de la Real, que no fuel fiel a sí misma y que cometió errores poco comprensibles tanto en el campo sus jugadores como en el banquillo su entrenador.
El varapalo, en cualquier caso, no puede tapar la situación real del equipo. Su comienzo continúa siendo notable, instalado en la zona noble de la Liga y todavía bien posicionado para aspirar a lo que quiera. Ahora bien, su prioridad en estos momentos debe ser a la línea de regularidad, competitividad y brillantez que le ha llevado a convertirse en una de las sensaciones y referencias de este campeonato. Los blanquiazules están obligados a recuperar la fiabilidad y la consistencia en casa de la gran revelación de este curso, el Granada que la semana pasada era líder de Primera. Muchos dirán que no parece el mejor escenario, pero quizá sea el ideal para hacer una evaluación de los daños causados por el último fracaso y volver a dar el salto en un escenario sonado y difícil. Los realistas persiguen la cuarta victoria a domicilio en doce jornadas, a principios de noviembre, lo cual es todo un logro.
Imanol ha tenido tres días para preparar la reconquista de Granada. Su once dependerá de la situación física de sus jugadores. En principio, lo lógico es pensar que regresará a la columna vertebral que viene utilizando habitualmente descartando a Martin Odegaard, lesionado contra el Celta y que será baja, al menos, esta noche. Una ausencia sensible. La alineación se parecerá mucho a la que se llevó los tres puntos de Balaídos. Con Remiro en la portería, Zaldua, le Normand y Llorente de centrales y Monreal en la izquierda. No se puede descartar que por fin llegue la hora de Aihen. En el centro del campo, si no están muy tocados, jugarán Zubeldia y Merino, quizás acompañados por Zurutuza o Sangalli, mientras que arriba lo harán Portu, Willian y Oyarzabal. No parece que Barrenetxea ni Januzaj cuenten con muchas opciones de entrar.