donostia - Rubén Pardo está muy cerca de convertirse en jugador del Athletic. El club rojiblanco lleva tiempo tanteando al entorno del txuri-urdin para conocer su disposición para cruzar la AP-8 y, si no surgen imprevistos, no tardará demasiado en cerrar su contratación para la próxima temporada. En teoría, no puede contactar con el futbolista, ya que todavía tiene contrato en vigor con la Real y debería esperar hasta el 1 de enero, pero en la práctica ya se sabe que los clubes se saltan la norma.
Pardo recalará la próxima temporada en San Mamés libre al acabar su compromiso en junio, por lo que la Real no percibirá nada. En Ibaigane no descartan incluso un último intento para intentar incorporarle en el mercado de invierno dadas las buenas relaciones que mantienen ambas directivas y solo en el caso de que desde Anoeta no les pidieran una cantidad descabellada. Algo que, estando Jokin Aperribay de por medio y todavía con el recuerdo vigente del cláusulazo de Iñigo Martínez, resulta más que improbable. No hay que olvidar que el pasado verano el Athletic ya hizo una tentativa de hacerse con el riojano, pero se encontró con que la Real no tenía ni la más mínima intención de dejarle marchar al eterno rival por una cantidad baja. Otro caso diferente sería si el pretendiente hubiera sido otro equipo, como ya sucedió con el Girondins francés o el América mexicano.
Pardo se encuentra al margen de las conversaciones entre el Athletic y sus representantes. El centrocampista no lo está pasando nada bien y ha preferido aislarse de lo que pueda suceder en su futuro para intentar ganarse un puesto en las convocatorias. Al término de la pasada campaña, en una entrevista que concedió a este periódico, lo único que pidió a la dirección deportiva era que fueran claros con él. Y no ha sido el caso. Olabe le manifestó sus dudas desde la primera reunión que mantuvieron antes de las vacaciones, pero en ningún momento le zanjó la cuestión con que no tenía sitio o con que le iba a dejar marcharse al destino que eligiera.
A Pardo no le interesaba el campeonato francés, pese a que en la Real les gustaba que recalara allí, lo que llegó a tensar más la cuerda de sus relaciones. Osasuna, Valladolid, Espanyol o Granada se interesaron por su situación, pero ninguno de ellos podía afrontar la ficha que cerró en su última renovación, cuando se marchó cedido al Betis al ser ninguneado por Eusebio, y en un acuerdo que por cierto se rubricó con Olabe como director deportivo, dos meses antes de que presentara su dimisión. En todo este tiempo, nadie del club donostiarra se ha dirigido a él para intentar prorrogar su contrato, principal motivo por el que se encuentra consumiendo su último año contractual.
En pretemporada, Imanol siempre le manifestó que contaba con él, como acreditó en los dos años anteriores, en los que acabó jugando. Lo malo es que el riojano tenía la sensación de que iba a dejar de jugar en los bolos por órdenes del club y así fue. Pese a que contaba con el apoyo de sus compañeros, que no estaban dispuestos a aceptar que le apartaran, la verdad es que los hechos han quedado confirmados y hasta Zubimendi jugó antes que él en el último amistoso ante el Eibar. Al término de ese partido, Imanol defendió que no había recibido ninguna consigna para no alinearle, pero su mensaje no resultó convincente y ha quedado en evidencia después al no haberle convocado en las ocho jornadas. Algo que sin duda contrasta con los elogios que le dedicó en la rueda de prensa previa al duelo ante el Getafe para luego dejarle fuera de la lista otra vez pocas horas después: “Rubén es un chaval que está entrenando como si se jugara la vida en cada entrenamiento. Lo que está haciendo tiene mucho mérito y valor”.
Pardo lleva catorce años en la Real y ha dejado claro su sentimiento txuri-urdin, por lo que le agobia que su propia afición no entienda que pueda marcharse al vecino. Jokin Aperribay (“primero habría que preguntar al Athletic si le interesa, y luego a Pardo si le interesa el Athletic. Nosotros seríamos los terceros. Es un buen chico, y cualquier decisión que se tome será consensuada”) y Olabe (“tenemos que respetar lo que piensa Rubén y ver lo que pasa de aquí a diciembre. No hay mandato para que no juegue”) se han referido sin tapujos a su posible salida al Athletic, dándole normalidad. Si en Anoeta no cuentan con él y su ficha no está al alcance de la mayoría, la solución más factible para un canterano de Zubieta siempre será la puerta de San Mamés. La intención de la entidad de Ibaigane es que, a sus 26 años, firme un contrato largo, que podría ser de cuatro campañas.