donostia - La capitana txuri-urdin, que a mediados del pasado mes de mayo sufrió una grave lesión de rodilla, volvió a jugar hace una semana, en la victoria de cuartos de final ante el Rayo en Zubieta. En esta entrevista habla de su recuperación, del hito que supondrá jugar dos veces seguidas en Anoeta, de las opciones de título en Copa y hasta del desarrollo experimentado por el fútbol femenino desde que ella debutó con el primer equipo femenino, hace ya once años.
No puede tener más alicientes el derbi de este domingo contra el Athletic. ¿Cómo llega la Real?
-Yo creo que llegamos en nuestro mejor momento de la temporada. Hemos atravesado de todo. Empezamos compitiendo muy bien y luego tuvimos ese pequeño bache, que es normal durante una temporada, pero después el equipo se ha recuperado muy bien. Estamos ganando, incluso con solvencia en algunos casos, partidos que son menos vistosos, con menos posesión, como el 0-2 en Sevilla. Esto me hace pensar que el grupo es más veterano, más experimentado, porque antes esos partidos se nos escapaban. El equipo ha dado un paso adelante. Ahora estamos muy bien, pero en un derbi da igual la posición; en la ida ellas no habían ganado ningún partido, ganaron y fueron para arriba y nosotras nos quedamos tocadas. A ver si ahora se nota que estamos bien y ganamos el derbi.
Será su primer partido en el nuevo Anoeta.
-He ido a ver partidos del equipo masculino y estuve aquel día que se les hizo reconocimiento a los socios más veteranos. Salimos con ellos y a pie de campo, si antes impresionaba, ahora es una pasada. En los partidos se escuchan mucho más los gritos y la grada Aitor Zabaleta se nota mucho. Que nos den la noticia de que el domingo van a estar es una pasada. Pero, con todo, tenemos que centrarnos porque queremos ganar.
Se espera un ambiente igual o mejor incluso que del año pasado en el derbi, que acudieron 21.500 espectadores.
-Queremos que vaya mucha gente y que Anoeta se llene. Hemos visto al vecino, que en la Copa llenó el estadio y nosotras queremos algo así, sentir el calor de la gente en Anoeta, que vengan las peñas. No solo por la fiesta, sino porque quieren ver el fútbol femenino. Sería importante para el club pero también para el fútbol femenino.
¿Qué sabor de boca le dejó el derbi de la temporada pasada que se jugó en Anoeta?
-No esperábamos un Anoeta con tanta gente. En el calentamiento pensábamos que igual podrían venir 5.000 o 10.000 aficionados, que eran números estratosféricos. Cuando salimos por el túnel de vestuarios miré adelante y pensé: Qué hago yo aquí. Me temblaba todo. Ahora queremos llenar el estadio, tenemos ya la experiencia de aquel día, que igual nos pudo un poco el miedo escénico. El momento dulce fue ese, la gente, que fue una fiesta para la Real, aunque nos dejó un sabor agrio el partido en sí, nos pasaron por encima. Y a nivel individual metí el primer gol en propia puerta. Pensé: Joder, no me podía pasar en otro lugar.
Unos días después se lesionó.
-El del Athletic fue el último partido de Liga. Luego jugamos la Copa en Zubieta y ahí me rompí.
Ocho meses después ha vuelto al campo. ¿Cómo ha sido el proceso de recuperación?
-Cuando estás lesionada, intentas ponerte en otro lugar, no vas a estar en el verde pero intentas sumar al grupo. Yo tenía el rol de capitana, era un grupo joven e intenté aportar algo a las compañeras y al club. No me puse metas ni empecé a pensar cosas tipo qué largo es esto. Fui paso a paso, una vez que me operaron era volver a andar bien, luego hacer ejercicios de fuerza diferentes, después bici, saltas al campo... y cuando te das cuenta estás ya cerca del equipo. Se me ha hecho corto porque las etapas las he vivido como un éxito personal. Al final, llega el momento y piensas qué etapas más bonitas he vivido. Te satisface superarte y volver al campo.
Su regreso fue bonito.
-La gente te apoya y te da ese pequeño empujón. Los rehabilitadores y los fisios, los que están escondidos, como suelo decir yo, me ayudaron mucho e intentaron hacer una rehabilitación variada. Y luego las compañeras, ese manteo después del partido fue una pasada. De la afición qué te voy a decir con el cariño que me dio. Solo pensaba en salir y en dar mi primer pase bien.
Usted sabe mejor que nadie cómo ha progresado el fútbol femenino en general y la Real en particular.
-Llevo once años y los cambios han sido brutales. El primer año no cobrábamos e íbamos en autobús hasta Huelva, y ahora los viajes largos los hacemos en avión y tenemos contrato. Ha cambiado todo: los entrenamientos, los campos... Aún quedan por dar pasos, pero ves que el club quiere darlos. Son cosas que cada vez nos han hecho más profesionales.
Como capitana, está muy implicada en conseguir más avances para el fútbol femenino. ¿Qué piden?
-Lo que queremos es un convenio colectivo. En el deporte femenino en general no hay y las futbolistas queremos ser ese impulso para que también haya en otros deportes. Como trabajadoras, queremos tener nuestros derechos. Por ejemplo, el tema de que haya un salario mínimo, aunque hay mucha diferencia entre clubes. Está también el tema de las lesiones, que podamos cobrar el 100%, algunos clubes lo dan y otros no. Porque si tu sueldo de por sí no es muy alto y mientras estás lesionada no cobras todo... pues te cuesta llegar a fin de mes. Hay que añadirle que, al estar de baja, también tienes que dejar tu trabajo, en mi caso auxiliar de enfermería. También el tema del embarazo, que el club responda si una quiere ser madre. Es una lucha, son pequeñas cosas que algunas se pueden conseguir pronto y otras llevarán más tiempo. Va para largo. Nuestra idea era este año tener un convenio, pero tenemos que tener un poco de paciencia, a ver si tarde o temprano damos ese pasito.
Volvamos al campo. Pese al derbi del domingo, ¿tienen ya un ojo puesto en la Copa?
-Sí, tenemos ganas. Estamos contentas porque hemos evitado a los cocos, pero no pensamos que estamos en la final porque el Sevilla viene de eliminar al Levante. Antes tenemos un derbi precioso y el miércoles visitamos al Levante. Van a ser dos partidos muy difíciles porque en la primera vuelta nos ganaron los dos. Aparte de las emociones, las piernas también nos tienen que responder, porque queremos llegar lo mejor posible a la Copa.
Es una oportunidad histórica.
-Siempre nos tocaba el Barcelona en la Copa. Que haya sido un sorteo puro y que el Sevilla o nosotras vayamos a estar en la final es bonito y motiva. Tenemos los dos la misma oportunidad. Es a partido único y puede pasar de todo; en la Copa los equipos se transforman y hay mucha igualdad. Nosotras pasamos en Valencia en la prórroga y el Sevilla eliminó al Levante en los penaltis. Este pasado domingo ganamos al Sevilla, pero nos planteó un partido muy serio y espero una semifinal difícil. Tendremos que intentar no meternos en ese punto físico, tenemos otras armas y si lo hacemos habrá muchas posibilidades.
Usted estuvo en la única semifinal copera que ha jugado la Real, hace ocho años.
-Estaba Itxaso también, lo estuvimos hablando el otro día. Fue en Las Rozas contra el Barça, ves los onces y no queda casi nadie. Tengo un buen recuerdo, fue algo histórico; éramos un equipo prácticamente de guipuzcoanas. Llegar a una semifinal fue histórico para la Real.
Será en Anoeta.
-Quién va a decir que no a jugar dos veces seguidas en Anoeta. Nos apetece. Es cierto que en Zubieta estamos muy bien, y a veces Anoeta no estamos tan acostumbradas, pero si ya venimos del derbi, será otra cosa. Para los aficionados es más fácil ir a Anoeta que a Zubieta. Solo por eso, va a ir mucha gente, y si encima le pones el aliciente de poder pasar a una final, pues más todavía.