Donostia. A Adnan Januzaj también le ha mirado un tuerto. El belga se encuentra ingresado en la Policlínica Gipuzkoa debido a un cólico nefrítico que ha provocado que sea intervenido para eliminar las piedras del riñón. En principio, el problema, aunque doloroso, tampoco reviste una gravedad importante y se espera que, si todo transcurre con normalidad, será dado de alta en las próximas horas. Lo que sí provocará el contratiempo es otro retraso en el ya de por sí largo proceso de recuperación de su lesión de rodilla y le obligará a seguir una estricta dieta alimenticia. El propio jugador considera muy poco probable que reaparezca antes del final de año o como pronto en diciembre, pese a que en el club confiaban en que pudiera regresar después del parón de noviembre.

El belga continúa con muchas molestias pese a que ha recibido muchas infiltraciones en su tratamiento y parece que no ha experimentado demasiada mejoría, por lo que no oculta su lógica preocupación. Esta circunstancia salta a la vista cuando se le ve andar al arrastrar una notable cojera. Habrá que esperar a los nuevos comunicados del club txuri-urdin, dado que todo el asunto de la lesión de Januzaj se ha llevado hasta la fecha con bastante oscurantismo y secretismo.

Como recordarán, el extremo fue el txuri-urdin que más tarde se incorporó a los entrenamientos de Garitano al contar con permiso por haber llegado con su país a las semifinales del Mundial (en el choque por el tercer y cuarto puesto no llegó a jugar al estar lesionado). Cuando se presentó en Zubieta el 1 de agosto nadie comunicó que estuviera lesionado ni que arrastrara molestias en la rodilla. Incluso en alguna sesión miembros del cuerpo médico fueron llamados para que acudieran y le atendieran al tener dolores, para luego seguir entrenando sin que se le diera excesiva importancia. El 11 de septiembre, ya con las tres primeras jornadas disputadas sin que por supuesto entrara en ninguna de las listas, Jokin Aperribay anunció que iba a estar dos meses de baja a partir de esa fecha y defendió que la situación de Januzaj "la conocíamos desde julio". Y no incorporaron a ningún extremo, a pesar de que sin el ex del United apenas tenían alternativas para buscar desequilibrio en las bandas, ni en el mercado de verano ni en la prórroga que le han concedido después de darle la baja a Merquelanz por lesión de larga duración.

Esa misma tarde, los galenos blanquiazules emitieron este parte médico: "Continúa con molestias en la parte externa de su rodilla izquierda, que están relacionadas con un traumatismo que sufrió durante un entrenamiento con su selección en el Mundial de Rusia, al chocar con un compañero (Lukaku). En la resonancia magnética realizada el 7 de agosto no se observan imágenes claramente sugestivas de lesiones agudas (las imágenes son muy similares a las apreciadas en otra resonancia magnética realizada previamente al traumatismo). Tras consultar con varios especialistas y descartar inicialmente el tratamiento quirúrgico, comenzó un plan de entrenamiento personalizado. Ante la persistencia de molestias, y volver a descartar un enfoque quirúrgico, el viernes pasado inició un tratamiento con infiltraciones locales e intraarticulares. Continúa realizando trabajo personalizado".

Januzaj se ha convertido en un jugador querido en el vestuario txuri-urdin y ayer pasaron por la Policlínica Gipuzkoa varios de sus compañeros para interesarse por su situación y transmitirle ánimos.