La Real iniciará este fin de semana, tras la salida de su anterior técnico, Eusebio Sacristán, la etapa liderada por su nuevo entrenador, Imanol Alguacil, con una visita a Ipurua, campo del Eibar, donde no ha ganado todavía en Primera División.
La presencia de los eibarreses en la máxima categoría es muy reciente pero suficiente para ilustrar los problemas que tienen los donostiarras cuando visitan a sus vecinos en los últimos años.
La pasada temporada el conjunto armero se impuso en Ipurua por dos goles a cero (con tantos de Illarramendi en propia puerta y Bebé). Una victoria que también se produjo un año antes, por dos goles a uno (a cargo de Escalante, por partida doble, para remontar la diana tempranera de un exarmero como Zurutuza). Y también en la campaña 2014/15 cuando se impuso por la mínima (1-0, obra de Javi Lara, de falta directa) en el debut del Eibar en la máxima categoría.
Estos resultados pueden conceder la etiqueta de favorito en el derbi territorial al equipo azulgrana, que además supera en cuatro puestos a la Real y le saca seis puntos, algo inesperado dada la diferencia de presupuesto entre los dos máximos representantes guipuzcoanos en el fútbol profesional.
Tres partidos Los resultados adversos para la Real comenzaron hace cuatro años, ya que hasta ese momento siempre había hecho valer su condición de hermano mayor y en Segunda División había ganado uno de los dos partidos que disputaron, mientras que el otro encuentro en Ipurua en la división de plata terminó en tablas (2007/08).
La última victoria para los donostiarras en campo eibarrés data, por lo tanto, de hace diez años (gracias a un gol de Gerardo) y se suma en toda la historia de enfrentamientos a otro triunfo conseguido en la Copa del Rey hace 32 temporadas.
Ahora se presenta la oportunidad de romper esta mala racha en Primera División para una Real a la que Imanol Alguacil le quiere cambiar el rumbo. Eso sí, este Eibar ya ha demostrado su potencial. - N.G./Efe