donostia - ¿Preocupado con la racha reciente del equipo?

-En absoluto. Estamos tranquilos, aunque también somos conscientes de que últimamente no se han logrado buenos resultados. Hemos hecho un análisis del juego del equipo y, por un lado, hay algunos aspectos en los que sí estamos consiguiendo lo que buscamos. Pero también hay otras facetas en las que el rendimiento no es redondo. El caudal de fútbol ofensivo resulta importantísimo, pero en materia defensiva hay que corregir pequeños detalles que en el fútbol son muy relevantes y que nos están alejando de las victorias.

¿Cuáles son esos ajustes que hay que acometer?

-Yo creo que está claro. Hay una serie de situaciones defensivas, con los rivales ejecutando transiciones muy rápidas para salir al contraataque, que nos está costando mucho contrarrestar. Destacaría además que nos hemos enfrentado últimamente a adversarios como Valencia o Betis, especializados y configurados para practicar ese tipo de fútbol. Y destacaría también que el índice de acierto de los contrincantes a la hora de aprovechar nuestros errores está siendo muy alto. Por otra parte, asumiendo que estamos ante un problema colectivo, se han dado igualmente errores individuales que han costado goles. Y respecto a esto último, la falta de experiencia de algunos integrantes de la línea defensiva puede suponer un motivo que ayude a explicar la situación, circunstancia que, por otra parte, asumimos como inherente a nuestra filosofía.

El inicio de esta serie de malos resultados coincidió en el tiempo con la emisión desde el club de un discurso muy ambicioso. Usted mismo habló de títulos...

-Seguimos pensando que tenemos un equipo preparado para obtener logros importantes. Pero su consecución pasa por hacer las cosas bien en todas las facetas del juego, la ofensiva y la defensiva. En cualquier caso, el potencial ahí está. Y los últimos partidos no han cambiado nuestra forma de ver las cosas.

¿La Europa League supone el principal reclamo a la hora de soñar?

-Estamos inmersos en tres competiciones y las vamos a pelear todas. Obviamente, tal y como están las cosas, la Liga presenta una dificultad muy importante. Y luego están la Copa y la Europa League, que nos ilusionan muchísimo.

¿Hizo daño la derrota de San Petersburgo? Más que a lo deportivo, voy a lo simbólico: un gran rival, primer desplazamiento europeo, una Real que no estuvo cerca de sumar...

-Bueno, no estuvimos cerca de sumar por culpa de errores individuales, fallos que toca asumir porque los futbolistas se equivocan. Esas acciones forman parte del propio juego. En el resto de facetas, el equipo estuvo correcto. No creo que, en el cómputo general del partido, el Zenit fuera muy superior. Lo que pasa es que hay muchos resultados que se logran o se escapan en función de pequeños detalles. Y rivales así te penalizan a la mínima.

En octubre de 2016, hace un año, la Real perdió en Bilbao víctima de errores similares. Entonces se habló mucho de un estilo que vuelve a estar a debate.

-Que la propuesta del equipo está generando últimamente situaciones adversas supone simplemente un hecho objetivo. Es una realidad. Pero si el año pasado, en ese momento que recuerdas, el míster llega a dudar de lo que estábamos haciendo, no sé cuál habría terminado siendo el resultado final. Contamos con un equipo y una plantilla de características muy concretas. Y tenemos muy claro que el estilo de juego tiene que ser el que es ahora. Se trata de la propuesta que ha hecho crecer a estos futbolistas y que la pasada temporada nos llevó a la clasificación europea. Debemos corregir ciertas situaciones, pero sin renunciar a la idea que nos ha traído hasta aquí.

¿El estilo es solo del primer equipo o también del propio club? ¿Se trabaja en Zubieta siguiendo los patrones que ejecuta Eusebio con el plantel profesional?

-Si analizas el tipo de futbolista que está dando nuestra cantera durante los últimos años, resulta evidente que sus características se amoldan a la perfección al tipo de juego del que estamos hablando. Se trata de una propuesta que no trasladamos tanto a la primera etapa de formación, desde los infantiles hasta el Easo, como a la segunda, a partir del División de Honor Juvenil. Ahí sí que transmitimos ya una línea de conceptos en la dirección que comentamos, una línea en la que la apuesta por la posesión y por llevar la iniciativa de los partidos es muy clara. Esto conlleva trabajar la faceta ofensiva y también la defensiva, porque el grado de exposición que nuestro estilo implica para quienes juegan por detrás del balón resulta muy elevado.

¿Han cambiado las cosas en cuanto a funcionamiento y metodología a raíz del paso fugaz de Roberto Olabe por el club?

-Nada. No ha cambiado nada. El club ha mantenido una continuidad y una estabilidad durante los últimos nueve años, el tiempo que Jokin Aperribay lleva en la Real con su Consejo de Administración. A su llegada se establecieron unos criterios de funcionamiento, que son los que se han conservado hasta el día de hoy. Revisados, actualizados y evolucionados. Pero siempre dentro de una continuidad absoluta. Cuando Roberto Olabe entró en el club, simplemente se integró en este funcionamiento.

¿Hubo incompatibilidades entre su cargo y el del propio Olabe que expliquen la salida de este?

-Este tema está finiquitado y totalmente explicado. Olabe entró y salió del club por decisión propia. Y no hay más que hablar.

Se refería antes a estos nueve años de Aperribay, en los que usted ha desempeñado labores de director deportivo. Nueve años que serán once tras su reciente renovación. ¿Por qué, en un cargo de ciclos largos, está firmando últimamente de dos en dos temporadas?

-Tanto el club como yo mismo entendemos que se trata de la duración idónea para, al concluir cada período, valorar cómo han ido las cosas y decidir de cara al futuro. En cuanto a la última renovación, la de este último verano, no ha existido ninguna duda por ambas partes. Simplemente se ha dado un proceso de valoración y análisis acerca del trabajo realizado.

Más allá de los resultados deportivos del día a día, ¿qué objetivos se marca para la recién iniciada etapa que concluye en 2019?

-El fútbol y sus parámetros, sobre todo los económicos, están variando mucho últimamente. Y, ante esta situación, nosotros lo que no queremos bajo ningún concepto es cambiar la filosofía del club. El reto es evidente. Consiste en contar con el mayor número posible de futbolistas de Zubieta en el primer equipo, mientras nos mantenemos competitivos dentro de un equilibrio económico-deportivo. Parece evidente que, en el panorama actual, el riesgo de agresión por parte de otros clubes, a la hora de ficharte jugadores, es cada vez mayor. Pero también está claro que ahora tenemos capacidad para quedarnos con futbolistas a los que antes costaba retener. De lo que se trata, en definitiva, es de instalar a una Real fiel a su filosofía en ese grupo de clubes que recurrentemente entran en las competiciones europeas y pelean por títulos.

Vuelve a hablar de títulos...

-Hay que ser ambiciosos.

¿Lo han sido este verano a la hora de confeccionar el plantel? Tocó arrancar dando muchas bajas.

-Es cierto. Ya solo quedan aquí cuatro jugadores de la plantilla del ascenso (Carlos Martínez, Zurutuza, Xabi Prieto y Agirretxe), cinco si contamos a un De la Bella que ha regresado este verano del Olympiacos. En junio teníamos claro que tocaba renovar el equipo, tras mostrarnos más conservadores durante la pretemporada anterior, la de 2016. Se trataba de la primera de Eusebio, y entonces quisimos ver qué eran capaces de darle algunos jugadores al estilo del míster. En esta ocasión, con mucha más información en la mano, se han podido sacar conclusiones más claras para definir el perfil de futbolista que necesitamos. En base a ello, y a la pujanza también de varios jugadores del Sanse, se ha perfilado una plantilla más concreta, con salidas de gente que nos ha dado mucho.

Paso a preguntarle por situaciones puntuales. ¿Peligró a última hora la continuidad de Rulli?

-Al club no llegó ninguna propuesta concreta, aunque sus agentes nos manifestaron que podía darse una situación determinada (se refiere a una hipotética oferta del Nápoles). No te voy a negar que fueron momentos delicados, porque existía la opción de que se marchara nuestro portero titular cuando, al margen de a Toño, todavía no vemos en la entidad guardametas preparados para integrar la plantilla.

¿Tenían preparado un relevo?

-Uno de los trabajos de la secretaría técnica consiste en prepararse para determinadas situaciones.

¿Cómo ve el rendimiento reciente de Rulli? ¿Influye en el mismo que su única competencia sea la del propio Toño?

-No creo que Gero sea un portero que evolucione en función de lo que viene por detrás. Tiene una autoexigencia y una ambición que le han permitido crecer durante los años que lleva con nosotros. ¿Su rendimiento reciente? Bueno, puede responder a muchas cosas. Puede ser una mala racha. O puede tratarse también de una cuestión contextual. Ten en cuenta que la defensa es la línea en la que más novedades se están dando respecto a la pasada temporada. Y que, pese al potencial existente en nuestra zaga, aún hay aspectos que ajustar. Sea como sea, en el club no cuestionamos a Rulli. Bajo ningún concepto. Es más, estamos convencidos de que enseguida será de nuevo el Gero que nos ha dado puntos y partidos.

Iñigo Martínez solo ha podido jugar un partido. Y se nota.

-Después de las victorias de Vigo, del Villarreal o del Rosenborg nadie le echaba de menos. Nadie salvo nosotros en el club, claro, porque somos conscientes de todo lo que nos aporta. A lo que voy es a que, cuando se consiguen buenos resultados, la gente no se acuerda de los que faltan. Pero durante el inicio, internamente, nosotros ya estábamos analizando que se recibían goles. Al final, todo tiene su medida. No creo que nuestros problemas en defensa se solventaran únicamente con la reaparición de Iñigo. Pero también es cierto que se trata de un magnífico jugador que podría haber ayudado a resolver situaciones concretas.

¿Le llegó a ver de blaugrana?

-El Barcelona nos trasladó un posible interés en incorporarle. Pero este nunca se tradujo en la confirmación de esa intención, ni en la existencia de ningún tipo de conversación.

En el centro de la defensa ganamos a Aritz Elustondo para la causa.

-Está ofreciendo el rendimiento que esperábamos que podía dar. La pasada campaña no resultó sencilla para él, pero ahora se han juntado en el tiempo un gran nivel por su parte y determinadas circunstancias de lesiones de compañeros que le han proporcionado continuidad. Se está viendo al Aritz en el que confiábamos. Un Aritz que, además, todavía tiene margen de mejora.

¿Satisfecho también con Diego Llorente?

-Es un defensa con recorrido y experiencia que está aportando mucho, más allá de esa faceta goleadora en la que tanto se prodiga últimamente.

El club defiende que Yuri pidió salir. ¿Se facilitó su marcha por menos de la mitad de la cláusula atendiendo también a la presencia de Kevin?

-Yuri es un jugador experimentado que alcanzó aquí un gran nivel. Su agente nos trasladó que debíamos atender la oferta del PSG. Y, teniendo en cuenta la situación, aceptamos esa propuesta. Las condiciones que le ofrecían en París resultaban complicadas de asumir por la Real. Y también tuvimos muy presente nuestra apuesta por Kevin, que ha sido y es firme.

Una situación lleva a otra y regresa De la Bella.

-Alberto supone una garantía para complementar al propio Kevin y cerrar la demarcación de lateral izquierdo con garantías.

¿Faltan efectivos en el centro del campo? Hablamos prácticamente de una cuestión de número.

-No. En cuanto a número no. Está Rubén Pardo. También Igor Zubeldia, que ha tenido algún problema en forma de lesión. Y el problema quizás resida en que la recuperación de Jon Guridi no ha marchado todo lo rápido que nos hubiese gustado. Al margen de que en el Sanse también hay gente que nos puede ayudar, son Igor y Rubén los que tienen que dar un paso adelante. Nosotros confiamos en que lo hagan. Durante la historia de la Real, este club se ha caracterizado por, ante situaciones no muy evidentes, hacer determinadas apuestas. Y ahora hemos optado por que Zubeldia, Pardo y Guridi sean los relevos de Illarramendi, Zurutuza y Xabi Prieto, a priori más protagonistas.

¿Siempre tuvieron claro que Pardo se quedaba?

-Sí. Se dieron situaciones, con equipos preguntando por él, supongo que al ver cómo el pasado enero había salido cedido al Betis. Pero, al marcharse Granero, Markel y Gaztañaga, todo quedó muy claro para nosotros. Rubén tiene que dar un paso adelante aquí, en la Real. El definitivo. Y por eso se ha quedado.

¿Qué le transmite Eusebio sobre el riojano?

-Confianza. Confianza.

Hábleme del fichaje de Januzaj.

-Ha demostrado durante estas semanas que tiene un talento innegable. Y mucha capacidad. Pero todavía le falta. Ha sufrido lesiones que le han perjudicado. Y aún tiene que redondear facetas de su juego para resultar más determinante en el comportamiento colectivo del equipo. De momento, ha apuntado cuáles son sus condiciones, cuál es su potencial. Pero debe progresar mucho.

¿Es el sustituto de Vela?

-No. En su día decidimos que Januzaj puede ser un jugador importante en la Real del futuro, independientemente de la situación de Carlos. Ambos pueden jugar en demarcaciones similares, pero a partir de ahí... Resultan perfectamente compatibles en la plantilla. De hecho, si Vela no llega a cerrar su salida a Estados Unidos para el próximo enero, Januzaj también estaría aquí.

¿Cómo se dieron las cosas para concretar la marcha del mexicano permaneciendo este en el equipo durante cuatro meses más?

-Hay que tener en cuenta que Carlos vino al Arsenal muy joven. Ahora entiende que su etapa en Europa ha terminado. No solo en la Real. En Europa. Y por ello ha rechazado propuestas de clubes de muchísimo nivel. Ha encontrado un equipo en Estados Unidos. Se va en diciembre. Y tanto Carlos como nosotros estamos encantados de que continúe aquí durante una fase de la temporada de calendario muy apretado.

¿Llegó a trasladar también Canales la idea de buscar una salida este pasado verano?

-No. Con Sergio no se dio ningún tipo de situación en el mercado.

¿Y temieron alguna posible ofensiva por Willian José?

-Escuchamos rumores, pero nada más allá. Nada se concretó. Ni el representante se puso en contacto con nosotros. Además, el jugador siempre nos mostró su intención de continuar en la Real, una intención que se ha visto confirmada recientemente con la renovación y el aumento de su cláusula de rescisión (a 60 millones de euros).

Con él hay tres arietes en la plantilla: el propio Willian, Bautista y Agirretxe.

-A esta situación se ha llegado con total naturalidad y normalidad. Pese a su actual rotura de fibras, Imanol se encuentra recuperado del tobillo. Lo que ocurre es que ha estado un año y medio sin jugar. Una cosa es regresar al equipo, y otra alcanzar un punto máximo de rendimiento. Teniéndolo todo en cuenta, hemos entendido que Jon Bautista también debe estar aquí, mientras el propio Imanol progresa en su puesta a punto.

¿Es muy pronto para preguntarle si habrá movimientos en enero?

-Ojalá no tenga que haber nada, porque significará que el rendimiento de todos los jugadores es alto. Veo muy completas todas las líneas, y aspiramos a no tener que pensar en incorporar a nadie.

Aperribay ha llegado a reconocer expresamente el interés por Ángel Correa. ¿Su rendimiento actual en el Atlético complica este hipotético fichaje?

-Cuando jugaba poco, Correa vivía una situación que desde aquí se hacía difícil de entender, porque consideramos que es un gran futbolista, aunque también es cierto que milita en un equipo muy potente en el que hay mucha competencia. Si el Atlético le hubiese abierto la puerta, posiblemente le habríamos fichado. Hubo un momento en el que estaba decidido a venir. Pero ahora se ha complicado todo. En cuanto ha tenido continuidad, ha mostrado su valor, que es muy alto. Si se presenta de nuevo la opción, en cualquier caso, nosotros estaremos ahí.

Antes de que llegue el mercado invernal, toca afrontar dos bloques de partidos. ¿Cómo encara el del presente octubre? ¿Es el de Macedonia ante el Vardar el encuentro que hay que ganar sí o sí?

-La clasificación europea pasa por ganar a Vardar y Rosenborg. La obtienen dos equipos. Así que, a efectos de estar en dieciseisavos, la visita al Zenit quizás no era tan determinante. Pero a mí lo que más me preocupa es la Liga. Ahí no nos podemos equivocar. Las otras dos competiciones te gratifican, pero si algo falla no te penalizan: el año siguiente podrás volver a ellas. En el caso de la Europa League, si obtienes el billete, claro. Y para lograr esto último, repito, hay que estar bien en la Liga. Tiene que ser el objetivo principal.