“¿El ‘tenemos escudo’? Aquella noche nos sentimos menospreciados por el Barcelona”
Jagoba Arrasate vive su segunda temporada en Soria a los mandos del Numancia, pero sigue muy de cerca a la Real. Mañana recordará viejos tiempos, el Real-Barça de las semifinales de Copa en 2014
-Bien. Sí es cierto que, hasta el pasado sábado, siendo bastante fiables en Los Pajaritos, nos estaba faltando esa victoria fuera de casa. Ganar a domicilio en Segunda División se hace muy complicado, y nosotros por fin lo logramos el fin de semana contra el Mirandés. Gracias a ello, hemos dado un salto en la clasificación, colocándonos más cerca de los de arriba que de los de abajo.
Pero en una categoría como la de plata es casi mejor ni mirar la tabla a estas alturas, ¿no?
-Sí, es verdad. Diría que en todas las categorías. Pero en Segunda más aún. No te puedes relajar en ningún momento. Si enlazas un mes negativo, enseguida te ves abajo. Y con los puestos de arriba y las rachas positivas ocurre más de lo mismo. Porque el cambio de formato de la competición siempre va a mantener relativamente accesible esa sexta plaza que te da el billete para el play-off.
¿Qué tal se trabaja en el Numancia?
-Muy bien. Se trata de un club familiar, pero a la vez destacaría que sus directivos llevan más de 20 años en el fútbol profesional. Su prioridad es mantener al club ahí mismo, en el fútbol profesional, en Primera o en Segunda. Son gente cercana y humilde. Y todo esto hace que aquí se trabaje a gusto. Pero, claro, esto es precisamente lo que te comentaba, fútbol profesional, algo que a uno le hace meterse en una dinámica en la que es difícil pararse y disfrutar.
Termina contrato en junio.
-Sí. En su día firmé por una sola temporada. Y el año pasado renovamos el contrato por una campaña más. En el club tienen la idea de dar continuidad al proyecto, que consiste en ir incorporando gente de la cantera al primer equipo, a la vez que nos mantenemos en la categoría. La pasada campaña ya dimos un primer paso, terminando entre los diez primeros y promocionando a varios futbolistas de la casa. Y poco a poco vamos dibujando un Numancia de futuro, sin dejar de lado el presente, que siempre va a ser lo más importante.
Por lo que me dice, su idea es la de seguir el año que viene...
-En el club se trabaja pensando en el largo plazo. Primero queremos mantener al equipo en el fútbol profesional, pero buscamos también rejuvenecer la plantilla, frente al carácter más veterano que tenía el Numancia hasta hace poco. Para ello se ha invertido, por ejemplo, en nuevas instalaciones para la base. Yo estoy muy feliz aquí.
¿Qué tal Eneko Capilla, cedido por la Real?
-En verano entendimos que venir al Numancia era un paso necesario para él, una vez consumida la etapa del Sanse. Él también lo vio así. Trabaja todos los días para ser futbolista. Ahora es mejor que al comenzar la temporada, y el objetivo es que al terminar la misma haya progresado todavía más. Sí que es verdad que últimamente no está teniendo muchos minutos, pero estamos contentos con él.
El año pasado tuvo a Gaztañaga y a David Concha, que no terminan de hacerse un hueco en la Real.
-Su paso por aquí fue muy importante para nosotros, gracias en parte a que tuvieron esa continuidad siempre necesaria para rendir a un buen nivel. Sé que Jon ha tenido problemas físicos durante el primer tramo de la temporada, pero parece que ahora puede contar más.
¿Y David Concha?
-Es un jugador de ataque. Y, tal y como está ahora la Real, entrar en el equipo en esas posiciones ofensivas se hace muy difícil. Se trata de un futbolista joven, y hay que tener paciencia con él. La Real le ha firmado por cinco años... Es un chaval diferente, un extremo desequilibrante. Hasta ahora ha ofrecido pinceladas de lo que puede dar. Pero hay que tener en cuenta que los jugadores de sus características necesitan estar en un punto óptimo, muy alto, para mostrar su mejor nivel.
Veo que sigue muy de cerca a la Real.
-Sí. La competición te absorbe. Estás siempre pendiente de muchas cosas relacionadas con tu equipo, en este caso el Numancia. Pero siempre que puedo veo los partidos de la Real, claro.
¿Y? ¿Qué le está pareciendo?
-Los que queremos a la Real estamos disfrutando esta temporada. Tras dos años complicados, hemos recobrado todos la ilusión. Y no solo por los resultados, ¿eh? Me refiero también a la idea de juego del equipo, y a la idea de club que existe.
¿Le está gustando el trabajo de Eusebio?
-Sí. Pienso que, desde un principio, tenía muy claro lo que quería del equipo, y ahora se están viendo los frutos. La Real está jugando a un gran nivel. Y volviendo, además, a la idea que tenía el club de competir con gente de casa. Ahora estamos en un enero tan importante como complicado. A ver si salimos vivos de este mes, un logro que convertiría el futuro en muy ilusionante.
Un enero cargado como el de 2014. ¿Cuántas veces ha recordado aquel penalti de Mascherano a Vela?
-Ir a Europa es importantísimo. Y más hoy en día, tal y como está montado el negocio en el fútbol. Pero yo pienso que la ilusión del aficionado de la Real es llegar a una final. No seré tan atrevido de asegurarte que nosotros estuvimos cerca de una... Pero claro que me acuerdo de aquel minuto 42 en el Camp Nou. Hubo penalti de Mascherano a Vela. El árbitro, sin embargo, no lo señaló y solo unos segundos después perdíamos 1-0 con Iñigo Martínez expulsado por protestar. Ahí se cayeron buena parte de nuestras esperanzas.
¡Recuerda hasta el minuto!
-Claro, lo tengo todo muy marcado. Es que era un mano a mano con el portero... Es verdad que Vela terminó rematando, pero le hicieron penalti igual. Lo de la segunda parte, con 1-0 y uno menos, fue una cuestión de superviviencia y de llegar con opciones a la vuelta.
La vuelta, el famoso partido de su “tenemos escudo”.
-En los minutos finales, cuando ya no teníamos opciones de remontar, nos sentimos menospreciados por el Barcelona, con todas las cosas que pasaron. Pero, bueno, al menos sirvió para que cambiáramos el chip. Aquella eliminatoria varió la idea de la afición txuri-urdin sobre el Barça. Unas semanas después volvieron a Anoeta en la Liga y les ganamos.
¿Qué vio durante aquel encuentro copero para realizar aquel gesto tan significativo desde el banquillo?
-Messi había marcado el 0-1, complicando la eliminatoria de forma casi definitiva. Aún así, el equipo sacó el orgullo para empatar con un gol de Griezmann. Pero nunca volvimos a vernos con opciones. Durante los minutos finales, hubo sobre el campo algún que otro gesto que no me gustó, y por eso tuve aquella reacción espontánea.
¿Cómo ve esta eliminatoria de cuartos de final?
-Ahí está la referencia del partido de Liga, en el que la Real fue muy superior. Que no se llevara los tres puntos respondió a una cuestión de falta de acierto en los metros finales y también a algún error arbitral. Pero ese encuentro debe ser el espejo en el que mirarse.
¿Qué Real espera? La suya planteó en 2014 una eliminatoria más de respuesta que de propuesta. Pero esta campaña los de Eusebio intentaron quitarle el balón al Barcelona.
-Respecto a hace tres años, la Real ha cambiado mucho, y lo mismo ocurre con el Barcelona. También es diferente la eliminatoria, que en esta ocasión arranca en Anoeta. Nosotros empezamos en el Camp Nou, donde no estábamos siendo competitivos en las visitas anteriores, así que variamos un poco el plan. Salimos con un sistema 5-3-2 para ocupar bien todo el ancho del campo y evitar que el Barça nos hiciese daño. Y descolgamos arriba a Vela y a Griezmann para tener opciones de hacer gol, que siempre es importante a domicilio.
Para esta vez intuye algo diferente.
-Sí, porque no creo que la Real cambie su idea habitual, que veo muy fija y muy establecida. En el partido de Liga que comentábamos ahora, quedó demostrado que el equipo puede luchar con sus armas de siempre. Pienso, de hecho, que en aquel encuentro asistimos a la mejor versión txuri-urdin de toda esta racha positiva en Anoeta contra el Barcelona. Es cierto que ellos lograron arrancar un empate, pero creo que es la ocasión de todas en que menos han merecido. Si la Real logra acercarse a ese nivel, seguro que tendrá opciones de afrontar la vuelta con un buen resultado.
Antes me hablaba de “sobrevivir” a este mes de enero. ¿Tan duras se hacen estas semanas? Puede responderme desde la experiencia.
-Para empezar, te diré que no me gusta cómo está planteada la competición de Copa, comprimida en seis miércoles consecutivos. Los únicos que están acostumbrados a afrontar un calendario así son los grandes, con lo cual les estás dando más ventaja aún. ¿Un mes duro? No sé cuál es el estado físico de los futbolistas de la Real, pero sí recuerdo que aquella temporada 2013-14 fue la del máximo histórico del club en el número de partidos oficiales disputados, más de 50. Lo gestionamos dando descanso a los futbolistas, y cambiando siempre a cuatro o cinco en los encuentros de Copa, pero esta ya es una cuestión muy personal.
Esto me lo comenta porque es consciente de que la apuesta de Eusebio está siendo otra...
-Es que yo respeto mucho las decisiones de todos los entrenadores. Ten en cuenta, además, que nosotros veníamos de compaginar la Liga con ocho partidos de Champions, y que eso no ha ocurrido este año. Ahora Eusebio ya ha dicho que para él la Copa es como la propia Champions, y de momento puede afirmarse que el equipo siempre se ha mostrado competitivo, pese a que las alineaciones no cambian mucho. Estando en cuartos de final de la Copa, pienso que hay que ir con todo. Siendo conscientes, además, de que una buena versión de la Real puede batir a cualquiera.
¿Se nota luego a partir de marzo o abril todo el esfuerzo de enero?
-Puede ser. La experiencia de hace tres años dice que, tras caer eliminados de la Copa, fuimos capaces de ganar al Barcelona y de hacer buenos partidos por ahí sueltos. Pero también es cierto que el equipo terminó perdiendo chispa y consistencia. Nunca sabes por qué sucedió aquello... Quizás afectara haber jugado cada tres días hasta enero, empezando en el mes de agosto contra el Lyon.
Aquel final lo enrareció todo, y llegó luego lo de Krasnodar.
-(Suspira) Es una mochila que llevamos colgada todos. Yo al menos. Vivimos una noche negra tras lograr en casa un buen resultado. Pero en Rusia empezó a torcerse todo. Ojalá la Real pueda volver a jugar en Europa con asiduidad. Si todo marcha de forma normal, creo que la temporada que viene ahí estará.
¿Qué siente al ver a Juanmi jugar en la Real?
-¿Por?
Porque marcó en Anoeta con el Málaga el gol que a usted terminó costándole el cargo.
-Bueno, tampoco le vamos a echar a Juanmi la culpa de lo que pasó. El equipo no estaba bien y aquel partido lo perdimos. Independientemente de lo que supuso aquello, ojalá Juanmi siga haciendo goles con la camiseta de la Real. Es un futbolista que le va a venir muy bien al equipo en el segundo tramo de la campaña.
Aperribay comenta siempre que los resultados mandaron a la hora de decidir su cese, pero que mantiene una buena relación con usted.
-Sí, mantenemos una buena relación. Al final, lo analizas todo con perspectiva y ves que estuve en el primer equipo dos temporadas y media. En la primera, con Montanier, salió todo muy bien. La segunda pasará a los anales de la historia del club como una campaña positiva. Y en la tercera no logramos dar con la tecla, lo cual derivó en que tuviéramos que salir. Pero esto no quita para que la relación con el presidente y con los consejeros sea muy buena.
Antes me hablaba de que la Real “ha vuelto a la idea de club de jugar con gente de casa”. ¿Se apartó la entidad de ese camino cuando prescindieron de usted?
-Yo creo que esa idea siempre ha estado clara en la Real. Pero también es cierto que, cuando prescindes de un entrenador, es porque algo ha ido mal. Así que siempre tienes que dudar de cosas, o intentar hacer cambios para mejorar. Afortunadamente, veo que, con el tiempo, se ha recuperado esa idea del club de la que te hablaba y con la que me siento plenamente identificado. Tras unos años complicados, el presente ahora es bueno, y el futuro tiene un cariz ilusionante.
¿Su plan para mañana? ¿Verá el partido con el bloc de notas o con una buena cena?
-Lo veré sufriendo, pero también con el ánimo de terminar disfrutando. Si la Real juega al nivel que está mostrando, pienso que puede darnos a todos una buena alegría.