El puesto del central izquierdo tiene un dueño y se llama Iñigo Martínez. El vizcaino se ha convertido por méritos propios en el futbolista más intocable en las cinco temporadas que lleva en el primer equipo. Es cierto que el mercado de centrales zurdos es complicado, porque cada vez hay menos y apenas salen de las canteras. No hay más que ver los problemas que han tenido últimamente los seleccionadores para encontrar un zaguero zurdo de plenas garantías.
Iñigo Martínez se ha quedado sin Eurocopa de Francia, una decisión cuanto menos discutible, después de haber sido el central con más minutos de todos, a la altura de los Sergio Ramos, Piqué y compañía. El de Ondarroa ha completado una buena temporada, con algún altibajo, como es normal cuando lo juegas todo, y errores puntuales que le han penalizado mucho, como el partido contra el Málaga, en el que jugó lesionado, o como el del penalti absurdo ante Las Palmas, en una tarde que afrontó con unas complicadas circunstancias personales.
Lo mejor que se puede decir de su año es que, al contrario que el equipo, ha estado marcado por la regularidad. Una campaña más, ha demostrado haber asumido muchos galones, lo que le ha permitido erigirse en el indudable líder de la defensa txuri-urdin. Su actuación más destacada la firmó en San Mamés, con un marcaje perfecto a Aduriz. En esta ocasión ha estado menos atinado de cara a puerta, una faceta en la que suele y le gusta contribuir. El único gol que ha marcado fue contra el Betis en Anoeta al cabecear una falta botada por Pardo y que sirvió para lograr los tres puntos. Su renovación, después de unas largas negociaciones, es un pilar básico para los proyectos futuros del club donostiarra. Ha disputado un total de 30 encuentros de Liga porque un inoportuno esguince de rodilla que se produjo en un entrenamiento le ha impedido participar en el último tramo del campeonato, en el que se ha perdido los duelos ante Real Madrid y Barcelona en Donostia. En su ausencia, dos diestros, Mikel González y Diego Reyes, han cumplido actuando a pierna cambiada, sobre todo el mexicano, que ha sido el elegido por Eusebio para cubrir el flanco izquierdo. Este es el motivo por el que el club no tiene intención de reforzar la posición.
La única alternativa natural para Iñigo Martínez son Raúl Navas y Srdan Babic. El andaluz, que en el Eibar casi siempre jugó en la izquierda a pesar de ser diestro, tiene pocas opciones de quedarse tras su segunda operación de pubis. Mientras que Babic se incorporó al Sanse el pasado verano previo pago de un millón de euros. El internacional serbio sub’21 y campeón del mundo sub’20 el pasado mes de junio en Nueva Zelanda ha pasado una temporada de adaptación complicada, algo previsible dada su juventud y su desconocimiento absoluto del idioma.
La realidad es que ha firmado un interesante epílogo de la temporada, en la que ha trabajado en muchas ocasiones entre semana a las órdenes de Eusebio, pese a no haber logrado entrar en ninguna convocatoria.
Lo normal es que complete la pretemporada a las órdenes del lasecano, aunque no se descarta que sea uno de los elegidos para marcharse cedido, una posibilidad que ya se estudió el verano pasado, pero que en Zubieta descartaron para controlar y facilitar su periodo de aclimatación. Es muy alto, tiene una buena salida con el balón, aunque no es tan contundente como parece por su imponente físico.