donostia - El aficionado de la Real, en líneas generales, no está contento con la trayectoria de su equipo, como se puede apreciar en el sensible descenso experimentado en la asistencia a Anoeta en la recién finalizada temporada. Pero un termómetro mucho más preciso suele ser el referente al número de abonados, que en la última campaña acusó otra preocupante bajada. Un dato muy negativo sobre el que aún están reflexionando en las altas esferas del club txuri-urdin.

La cifra de 26.160 abonados, contando los 2.947 corporativos, es bastante inferior a la de los 27.913 que se obtuvo como saldo el año pasado. Un sensible descenso del 6,28% -1.753 socios menos, aunque si solo tomamos como referencia a los individuales serían 1.806- que únicamente había sido superado anteriormente en dos ocasiones, en los dos años previos al descenso a Segunda División: en 2006, en el que se presentó una variación interanual de 3.211 abonados menos y que coincidió con la subida del 30% de media de las localidades que impuso el Consejo presidido por Miguel Fuentes; y en el año 2005, cuya bajada fue de 2.082.

Es decir, en solo dos campañas, de 2004 -que se venía de jugar la Champions League- a 2006, se produjo un bajón de 5.293 abonados, a los que habría que añadir los 1.606 menos del año 2007, con el equipo ya en Segunda; en total, 6.899.

La recuperación, como no podía ser de otra manera, tuvo lugar con el ascenso a Primera, sobre todo en 2011, cuando el incremento fue de 4.133 abonados. Pero desde entonces fue produciéndose un goteo en la pérdida de socios hasta que en 2014 el club decide incorporar a los corporativos -patrocinadores del club y de Real Sociedad Fundazioa, instituciones, abonos de empresa y trabajadores-.

Pese a que el número de abonados corporativos alcanza hoy en día casi el número de 3.000 después de que hayan ido aumentando desde su creación, ha sucedido a la inversa en lo que respecta a los socios individuales, cuyo descenso en los dos últimos años ha resultado notorio. Más de tres mil bajas: 1.303 en el año 2015 y 1.753 este mismo año. Un dato que ha significado un auténtico quebradero de cabeza para la cúpula del club.

preocupante descenso Al término de la última campaña de renovación de abonos se registraron 1.598 socios menos que al comienzo de la misma, lo que significó el segundo mayor descenso de la historia, después del que se produjo en el mencionado año 2006 (3.258 menos). Y la tercera mayor pérdida de abonados si tenemos en cuenta la variación interanual después de las ya comentadas de 2005 y 2006.

Es, claramente, la peor cifra desde que ascendió a Primera en 2010. Si nos atenemos solo a los socios individuales, el último dato es de 23.213. Concretamente, 1.503 menos que en la peor campaña de esta etapa, la 2012/13; y 3.057 menos que en el mejor ejercicio, justo el posterior, 2013/14, en el que el conjunto guipuzcoano disputó la Champions por segunda vez.

bajadas en jóvenes y fondos Si efectuamos un análisis más pormenorizado, un dato que llama la atención es el acentuado descenso entre los abonados que se sitúan en los fondos, que asciende a 589. Algo que contrasta con la lista de espera que, según dejaba entrever el club, existía para conseguir abonos en estas zonas del campo porque son más baratos. Aunque, eso sí, hay que incidir en que 427 de estas renuncias provienen del anillo inferior, lugar donde peor se ve el partido en el estadio donostiarra.

Asimismo, cabe reseñar que, en cuanto a la franja de edad, las que más se resienten son las comprendidas entre 0 a 14 años -362 bajas- y de 15 a 21 años -375-. Lo que quiere decir que entre los más jóvenes -que son los que más utilizan las localidades de los fondos- se han registrado 737 bajas, casi la mitad del total.

En definitiva, números que van en contra de una de las tesis que esgrimía el club, a la hora de defender la remodelación de Anoeta, sobre la gran demanda existente -según la Real- en los sectores de la grada de menor costo.